I will try to fix you [KookV]

Capítulo XXXI (II)

Capítulo dedicado a: TAESITO

"Gracias por leer honey, siempre veo tus comentarios sorprendidos y me dan un poco de risa pero me gustan :) "

Nota: Los diálogos escritos así y de esta manera  significan que hablan son los lobos y no propiamente el humano ¿ok? 

"Quiero un combate de besos sin amarre"

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Invierno

En movimientos circulares, suaves y amorosos esparce el aceite de almendras en el vientre redondeado de su esposa, que recostada a la cabecera de la cama matrimonial sobre un montículo de almohadas se deja hacer; ojos cerrados y suspiros de satisfacción se escapan de sus labios.

Hoseok sonríe en tanto lleva a cabo diligentemente su tarea, sentado a un lado de su pareja pero totalmente concentrado en su abultado vientre de siete meses de embarazo, sintiendo las pataditas enérgicas que su cachorro nonato le regala por el relajante masaje.

Con el corazón lleno de emoción, el alfa continua esparciendo el aceite sobre la estirada piel de su esposa– que sigue un poco preocupada por las estrías– con una sonrisa de corazón y tararea por lo bajo una nana de cuna para su bebé; esa que su tía solía cantar para él.

Si Hoseok debe describir una de las emociones que está experimentando ahora, diría que euforia se queda corta.

Porque tener la oportunidad de acariciar el abultado vientre de su esposa, de su chica. Su primer y único amor desde la secundaría, a pesar de los prejuicios, los contratiempos, el llanto y todo el dolor por el que han pasado, es para Hoseok la mejor cosa y el logro más extraordinario de su vida.

El bebé emocionado por jugar con papá, da una fuerte patada que hace reír a Hoseok y sisear a EunBi que abre los ojos de golpe y lleva su mano a la zona golpeada, dándole un ceño fruncido a su estomago, como si el nonato pudiera verla a través de la piel y detenerse por la silenciosa reprimenda.

La risita divertida y feliz de su marido le hace llevar su ceño fruncido a su dirección.

— Quisiera verte riendo si fuese a ti a quien un bebé le patea los órganos. — Refunfuña la alfa, recostándose de nuevo en su antigua posición.

La sonrisa del alfa no ha mermado ni un poco.

— Sabes que si en mis manos estuviera, cargaría a este bebé por ti. — Responde el alfa, clavando la mirada de regreso en el vientre hinchado y colocando su mano suavemente sobre la parte superior de esta, con cuidado de no causar que el cachorro se agite nuevamente y comience a patear.

— Ni siquiera pensábamos que yo pudiese llevar a este bebé. — Añade EunBi con ligereza y justo después, la pareja se queda en completo silencio, pensando en ese triste periodo de su relación donde seguían buscando culpables, errores y justificaciones y el amor se vio opacado por momentos tan duros que llegaron a pensar que la separación era la única solución.