I will try to fix you [KookV]

Capítulo XXIII

Capítulo dedicado a: Yaninazavaleta5

"Si pudiera cambiar la forma en como te ves a ti mismo"

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La primera mañana recibe a Taehyung envuelto en las esponjosas sábanas blancas, en una posición en la que detesta dormir, pues habitualmente goza descansar recostado de lado y abrazando apretadamente una almohada. Pero ahora, debe yacer sobre su espalda y con su brazo estirado para evitar lastimarse.

Durante ese primer día, Taehyung descubre que Jungkook es tan madrugador como él y que suele tomarse muy en serio sus responsabilidades como médico; a juzgar por sus constantes atenciones a lo largo del día y que se resume en: Alimentarlo, suministrar sus medicamentos, comprobar sus signos vitales, hacer que Taehyung guarde reposo, alimentarlo otra vez, inyectar otra dosis de medicamentos, mantenerlo en reposo y alimentarlo sólo un poco más.

Al final del primer día, a pesar de estar agradecido, el omega se siente un poco tenso porque no está acostumbrado a esa gran cantidad de atenciones y no sabe bien cómo manejar las emociones negativas que experimenta, cada vez que Jungkook le sugiere que descanse más.

La segunda noche, transcurre igual a la primera y el rubio, justo después de un largo baño tibio, se arropa con las suaves mantas y espera– en silencio– a su esposo para que administre su tratamiento como última dosis del día. Cuando todo está listo, se apoya de nuevo en el torso de Jungkook, embelesado con la vista desde el dormitorio siendo acunado por los latidos acompasados del cuerpo bajo el suyo, hasta que sus párpados ceden y se queda dormido.

El segundo día, la historia se repite y el omega comienza a plasmar una fingida y tensa sonrisa de agradecimiento en sus labios, cada que el alfa realiza alguna tarea en torno a él. Su esposo es maravilloso y está infinitamente agradecido por topar en su destino a un alfa tan dedicado y generoso como él pero, no es fácil para él sentarse y pasar las horas sin hacer mucho más que eso.

Todo parece seguir un patrón los dos primeros días y noches. Taehyung intenta– con mucha paciencia– no mostrar lo frustrado que está de ni siquiera poder preparar un sándwich para sí mismo. Pero tal vez y sólo tal vez, no tiene mucho éxito ocultando sus emociones pues puede ver que a veces, Jungkook le observa con una sonrisa divertida bailando en sus labios.

No puede decir que el gesto no le molesta, pero prefiere no decir nada.

En el transcurso del tercer día, es cuando el omega siente que ya no hace ningún esfuerzo por ocultar lo irascible que está, acerca de la situación. Su ceño está fruncido y su boca tiene este rictus amargo y su cuerpo está tan tenso como la cuerda de un violín.

Si su esposo lo nota, es seguro que prefiere no hacer ningún comentario al respecto. El alfa sigue enfocado en sus tareas y el plan indicado por Jimin, mientras el rubio se mantiene en silencio y come sus porciones de comida con desgano.

Cerca del mediodía, el pelinegro se acerca hasta el sofá, donde ahora permanece la mayor parte del tiempo el omega, y le informa que debe responder algunos correos relacionados con su trabajo. En contra de su voluntad, Taehyung plasma el puchero más grande que el alfa ha visto en su vida, denotando lo disconforme que está con la idea, por lo que se compadece del menor.