I will try to fix you [KookV]

Capítulo XLIII (P.2)

"Ven y me muestras todo lo que escondes, para curarnos todas las heridas"

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Invierno 

Hana observa atentamente a su marido a través del reflejo en el espejo. El alfa, apoyado contra la cabecera de la cama con un libro abierto y olvidado en su regazo tiene la mirada perdida en un punto de la habitación, como si intentase darle forma, en su mente, a lo que acaba de contarle.

— Te has quedado mudo — menciona, ocupada en esparcir crema humectante en la piel lechosa de sus brazos.

Daehyun sacude la cabeza, aturdido. Y Hana se pregunta si así es como lucía su expresión hace unas horas, cuando Taehyung les habló de ese día en la pastelería en Daegu cuando era tan solo un niño.

— Dae, cariño... — interviene de nuevo la omega, llamando la atención de su marido. El alfa en cuestión alza la mirada y la fija en su rostro — Sé que la historia puede parecer increíble, pero sucedió, Jinnie lo confirmó — explica con suavidad.

La expresión de su alfa cambia y su rostro parece transformarse del aturdimiento a la comprensión en un segundo. Como si algo por fin encajara en su mente. Hana arruga el ceño de inmediato, preguntándose lo que sucede en la cabeza de su marido para que tenga esa expresión incrédula, por lo que se pone de pie desde el taburete frente al tocador para caminar hacia él y acunarle con cariño las mejillas.

— Dae, ¿Qué sucede? — cuestiona.

Los orbes del nombrado están brillantes, inundados en lágrimas contenidas que ponen en alerta a su mujer. Su esposo es un hombre de pocas lágrimas.

Hana se sienta en el borde del colchón, preocupada y sin dejar ir las mejillas de su alfa y este, refugiándose en el gesto de fortificador de su amada, le rodea las muñecas con las manos y le fija con la mirada profunda y cargada de emociones.

— Ming... ella — pronuncia Daehyun con voz retumbante y al no hallar la forma de continuar con lo que quiere decir, la omega arruga el ceño y deja ir sus mejillas, para entrelazarle las manos en su lugar esperando que el gesto, le ayude a formular mejor lo que tiene que decir.

El alfa se aclara la garganta y toma aire profundamente antes de continuar.

—Sucedió hace tanto tiempo y en un momento tan terriblemente doloroso en nuestras vidas, que creo, esa es la razón por la que lo dejé de lado. Pero lo recordé ahora — explica el alfa, observando a su omega con intensidad.

Con un profundo ceño, como muestra de su confusión, Hana se dirige a su alfa.

— No entiendo. ¿A qué te refieres?

Daehyun suspira y con un apretón conciliador en las menudas manos de su mujer, comienza a relatar el intercambio que tuvo lugar durante una mañana donde creyó que el mundo se le desmoronaba a su alrededor.

— Te pusiste muy mal después de que el cirujano nos informó sobre la muerte de Ming ¿lo recuerdas? — Hana aprieta los labios en una fina línea de tan solo evocar recuerdos de ese fatídico día. Apenas y puede manejar hablar al respecto, y hasta ahora, su marido había sido muy cuidadoso para sacar el tema a colación.