I will try to fix you [KookV]

"A veces el amor dura, pero en cambio, otras veces duele"

Otoño

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— ¿Estás completamente seguro?

El hombre mira a su hijo sentado frente a él con un remolino de emociones volcándole el pecho. Incredulidad pinta su rostro ante las palabras pronunciadas por el chico hace un momento.

— Si padre. Al principio estaba como tú: escéptico. Pero ahora estoy todo lo seguro que puedo estar. — Declara el joven con un suspiro. Está tan conmocionado como su padre, tal vez aún más, dado que le involucra directamente.

— Pero...— El hombre suspira también mientras una de sus manos temblorosas frota su cabello— ¿Cómo te has dado cuenta?

— Mi lobo papá. Después de mi presentación ha estado volviéndome loco al respecto. Es todo lo que quiere. No he dormido bien desde hace días.

Padre e hijo se mantienen en silencio simplemente mirándose. Probablemente esta es la razón por la que el lobo del menor ha sido tan errático desde hace un tiempo. Incluso presentándose un poco más tarde de lo normal.

Es suficiente para digerir.

— ¿Le has dicho?— Su padre detiene el concurso de miradas para preguntar.

El alfa menor resopla, entre frustrado y divertido.

— Si me hubiesen crecido un par de pelotas con el suficiente valor para hacerlo, si. Y ahora estaría allá y no aquí afligido contándote toda esta mierda. Ahora luzco como un maldito acosador, mirándole en los pasillos sin poder decir nada. — Concluye el joven con enojo.

Su padre se recuesta en su silla, con una mirada poco impresionada en su rostro gracias al lenguaje que el pelinegro ha usado, pero el jovencito opta por no disculparse al respecto.

El hombre mayor se resigna y sus ojos divagan por la habitación. Como si recordara algo.

— Debo decir que durante mucho tiempo pensé en ello pero tu madre me dijo que era algo muy incierto y raro. Que sería mucha coincidencia. — El mayor posa sus ojos en los de su hijo, notando la desesperación en ellos. — Debes decirle hijo, no puedes permitir que pase más tiempo. Habla con sus padres. Seguro te darán su bendición.

El joven alfa se mantiene apacible mirando por la ventana. Sin saber cómo hacer esto sin arruinarlo.

— ¿Tienes miedo?— Pregunta el alfa mayor.

— Es demasiado para entender papá. Tengo 17 años y apenas tiene 15. No sé cómo hacer esto sin asustarle.

Su declaración culmina con los ojos húmedos y se siente un poco patético de querer a su madre en este momento para abrazarle...