I will try to fix you [KookV]

"Y en el hueco de tus brazos. Las muerte nos sacudirá"

Primavera

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La terraza la recibe con una gratificante brisa que ayuda a calmar– aunque muy poco– el sobrecalentamiento de su cuerpo.

Agradecida por el soplo de aire fresco, exhala un suspiro triste y se concentra en observar el mar y no a la masa de cuerpos semi-conscientes dentro de la casa. Trata de enfocarse en el exterior, en el ruido de las olas o en el reconfortante olor salino de la playa; pero el cosquilleo molesto de su cuerpo no se lo permite y muy pronto, comienza a sentir la angustia arrastrándose en sus venas de nuevo.

«Venir fue una idea horrible» Piensa con amargura y preocupación.

Porque incluso, y por muy enojada que esté para darle la razón a Jimin. Estar en esta fiesta, llena de un montón de idiotas y ebrios universitarios, mientras una rutina se gesta en su interior. Definitivamente, es lo peor que podría haber sucedido.

Siente su cuerpo palpitar de forma molesta e insistente; al mismo tiempo, parece como si una combustión comenzará a construirse desde la punta de los dedos de sus pies y hacia el resto de su cuerpo, y lo único que parece atractivo ahora, es lo fresca que parece el agua del mar.

En contra de su voluntad, regresa su mirada dentro de la casa, hacia el medio de la sala, que ha sido acomodada como una pista de baile; específicamente hasta la pareja que baila justo en el centro, llamando la atención del resto. Especialmente de ella, a pesar de encontrarse fuera.

Allí, en el centro de la sala de estar y entre todos los demás cuerpos sudorosos, se encuentra Haneul, ebria y de espaldas a un alfa mayor, restregándose en la entrepierna de este, sin pudor, y el idiota la sostiene por las caderas, con una sonrisa fanfarrona en su rostro.

MingSeo tiene muchas ganas de borrar esa estúpida sonrisa de su rostro.

Frustrada consigo misma por ser tan patética. Y enojada hasta los huesos con Haneul por haber roto su promesa de no beber demasiado alcohol esta noche; gira su rostro, lejos de la lasciva escena que monta la pareja en la habitación detrás suyo y que puede observar con facilidad a través de las puertas francesas.

Las sensaciones dentro de su cuerpo comienzan a intensificarse con cada minuto que pasa. Maldice, porque lejos de su casa, no puede hacer mucho más que alejarse y encerrarse hasta que su rutina pase en las próximas 24 horas. Y necesita hacer eso, antes que sus sentidos estén tan nublados y se pierda por completo, bajo el dominio de su lobo.

Pronto y para malestar de MingSeo, las puertas francesas a su espalda se abren, dejando salir el estruendoso ruido de la música en el interior, y una ebria Haneul sale a la terraza, trastabillando en sus pasos.

— ¡Seo!— Grita la omega, riéndose con ebria diversión cuando sus piernas se tambalean al dar los pasos restantes hasta la alfa. — ¡He estado buscándote en todas partes!— Dice, mientras abraza a la azabache desde atrás y engancha su mentón en el hombro de esta.

— Claro que si, estabas buscándome en la entrepierna de ese idiota allá atrás. — Masculla con sarcasmo y enojo la alfa, tratando de zafarse del agarre de su amiga.