I will try to fix you [KookV]

Capítulo IX

"Aquí me quedo.

Rezo.

Para días mejores."

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Durante todo el viaje su lobo ha estado vibrando en nervios y anticipación. Reconoce los signos en sus palmas sudorosas y la pequeña presión en su pecho que le impide respirar correctamente.

Ha perdido la cuenta de las veces que ha tirado del collar que rodea su cuello en un intento de que se vuelva menos asfixiante. Aunque sabe que todo está en su cabeza, ya que ajustó el collar en la misma medida de siempre.

Su lobo ha estado rasguñando contra su pecho, clamando una rapidez que no puede ofrecer ya que no es él quien se encuentra al volante.

Inclina la mirada hacia sus padres y los ve permanecer en silencio. Extrañamente se han mantenido así desde que salieron de Daegu, apenas intercambiando algunas palabras. Aunque Taehyung no puede decir que no se siente agradecido de su silencio; no sabe si con todo lo que está sintiendo, los comentarios de sus padres le perjudicarían más que ayudarle.

Piensa en los Jeon y recuerda que esta familia parece tener sus esencias como una carta de presentación. Probablemente es una cosa de la ciudad, el no bloquear el aroma natural de tu dinámica, pero es algo de lo que se preocupa, dado el estado sensible de su parte animal. No quiere otro incidente como el de la primera vez que estuvo aquí.

Se obliga a respirar de manera regular, y frota sus sudorosas manos en sus pantalones, una y otra vez. Tanto, que una vez que se detiene sus palmas están un poco rojas.

Entran al vecindario lujoso que Taehyung recuerda y las grandes y ostentosas casas le quitan un poco el aliento. Viene de una manada con comodidades y vive en una casa con el espacio suficiente; pero todo este lugar grita: ¡Dinero! Por todas partes, y el omega espera adaptarse bien a este lugar.

No tiene tiempo de seguir admirando, ya que divisa la bonita casa de los Jeon. Se acercan al ostentoso portón de la entrada, y su padre desliza el vidrio para saludar al guardia de seguridad quién les ofrece un saludo respetuoso y les permite el ingreso.

Al parecer todos están plenamente informados de su llegada.

Continúan por el camino de grava y su padre estaciona el auto en el camino frente a la entrada. Taehyung remueve su cinturón de seguridad, mientras sus padres en el frente hacen lo mismo y comienzan a salir del vehículo. El rubio respira profundo una vez más y abre la puerta, bajando del asiento trasero. Se ocupa de observar alrededor, al bonito jardín lleno de coloridas flores que tanto le gustó hace un tiempo y da un paso atrás cerrando la puerta trasera.

La anciana beta que les recibió la primera vez, sale a su encuentro nuevamente, y cuando se encuentra cerca les ofrece una dulce sonrisa– que sólo Taehyung se encarga de devolver– y sin desanimarse, les pide que la sigan dentro de la casa.

Se prepara mentalmente para afrontar un tumulto de aromas dentro del hogar, aspira una bocanada grande de aire y la mantiene dentro de sí, mientras sigue desde atrás a sus padres y a la dulce anciana.