Capítulo 44

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Celine:

Layla se estabilizó luego de decir aquellas extrañas palabras. Pero aun seguía con las marcas en su cuerpo y sus ojos seguían brillando. Layla se sentó de nuevo en el piso y con sus deslumbrantes ojos, declaró:

-Necesito mi libro- La voz de Layla era severa y firme- Tú, Oraculum, Lauviah y Mitsuki vendrán conmigo- Layla se levantó del suelo y se paró en el centro de la sala circular. Levantó su brazo derecho y miles de círculos mágicos rodearon el suelo. Algo impresionante de ver y casi imposible de creer. Eran círculos mágicos de translación. Tuve ansiedad, pues lo que iba a ocurrir iba a ser alucinante-.

Lauviah:

Todos estábamos un poco desconcertados por mi reacción de hace unos momentos. No sé que ocurrió conmigo. Extrañaba a Lilith, pero en estos momentos era insoportable no tenerla a mi lado. Oraculum seguía leyendo el diario de su antepasado: Feng, las palabras de Oraculum se escuchaban claramente por todo el salón, todo fue tranquilo, hasta que círculos de traslación aparecieron justo debajo de nosotros. La cara de confusión fue notoria en todos, pues esos círculos pertenecían a Layla. Los círculos surtieron su magia y ahora nos hallábamos en una sala circular donde se encontraba Layla en el centro y un niño a su lado.

No sabíamos que estaba ocurriendo, pues Layla tenía el cuerpo cubierto de extrañas marcas y sus ojos resplandecían. No era la Layla juguetona y distraída que teníamos enfrente, era una nueva faceta de Layla, una Lalyla guerrera y segura en sí misma.

-Ustedes me acompañaran al inframundo-Anunció con voz fuerte y clara- Tenemos que traer de vuelta mi libro- Se arrodilló y tocó el piso con su brazo derecho, que al solo contacto de su mano se destrozó y se llenó de mas círculos mágicos- Sé que están confundidos, pero el tiempo del eclipse es equivalente a mi notable poder, en cuanto acabe el eclipse ya no tendré poder y no podremos volver al cielo, ¿Entendido?-.

Todos asentimos y la rodeamos. Íbamos ir al inframundo, Layla iría a buscar su libro y yo tendré un tiempo en el que podré visitar a Lilith. Era mi oportunidad perfecta y no podía desperdiciarla.

Nostradamus:

Haruki se recompusó y sonrió.

-Tendremos visitas- Anunció- Al fin podré conocer a la poseedora del libro de las lunas-.

El techo de la habitación se cuarteó y círculos mágicos aparecieron, trayendo a los visitantes de los que habló Haruki. Allí estaba la poseedora del libro de las lunas, y también estaba él. Oraculum estaba en frente mio. Era mi oportunidad de destruirlo-.

Lauviah:

El caos se desató en un segundo de nuestra llegada, pues Layla nos había llevado directamente a la sala donde se encontraba el Libro de las Lunas, donde se encontraba el hermano de Oraculum, Nostradamus y el poseedor del libro del sol, Haruki. Nostradamus y Oraculum luchaban igualmente, no como la vez pasada, al parecer Nostradamus había descubierto el secreto de Oraculum. Layla, buscaba su libro y combatía con Haruki, una batalla desigual, pues Haruki utilizaba su libro con eficacia y su poder aumentaba con este, pero Layla no se rendiría tan fácilmente. Dos demonios altamente poderosos rodearon al niño, me preocupé muchísimo, pues Mitsuki parecía un fantasma, ya que al ser guardián del cielo e infierno no podía intervenir en ninguna batalla. Fuí ayudar al niño, pero el niño se hacía cargo de esos demonios fácilmente, imposible pero cierto, de razón Layla lo había traído hacia aquí. El niño dejó tirado a esos demonios tirados en el suelo y me miró, hay supe que el podría ayudarme a buscar a Lilith, también tendría que llevar a Mitsuki, pues él sabia su ubicación.

Ángeles de la música ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora