Ángeles de la música ©

Capítulo 34

Lysander:

Después de enterarnos del secuestro de Aiel, Anthony y yo, hemos estado apoyando a Afriel. El estado de Afriel había decaído enormemente desde el ataque de los demonios.

-¿Dónde esta Layla?- Me preguntó Afriel-.

-Hemos estado buscándola, pero la mayoría no sabe y los pocos que si, no nos quieren decir- Respondió furioso Anthony por mi-.

-Es extraño-Dije pensativo- Desde el ataque demoniaco, no vemos a Oraculum, ni a Lauviah, ni a Kyousuke y tampoco a Layla-.

-Tampoco a Dominick- Dijo Afriel desmotivada- Es como si algo importante estuviera ocurriendo secretamente. Deberíamos saber- Afriel suspiró- Aiel esta involucrado en esto, por lo tanto, también nosotros-.

-Si, pero no podemos hacer nada-Respondí-.

-Si podemos-Dijo Afriel oscuramente- Ya que no podemos encontrar información aquí, estaba pensando buscar en otro lado-.

-¿A que te refieres?- Preguntó serio Anthony-.

-Pues ir...-Afriel dudó por un momento- Ir al inframundo- Soltó-.

-¿Te has vuelto loca?- Pregunté impactado-.

-Es la única opción-Dijo desalentada Afriel-.

-Claro que no- Dijo Anthony pensativo- El cielo y el infierno no son los únicos lugares-.

-¿Que quieres decir?- Preguntó Afriel-.

-Lysander- Se dirigió a mí- Sabes de lo que hablo, ¿Verdad?-.

-Si...- Respondí dudativo- Pero no creo que sea muy efectivo-.

-¿De que están hablando?- Preguntó desalentada Afriel-.

-Es peligroso- Advertí- Podemos perder nuestro poder en cualquier momento estando allá-.

Afriel se quedó pensando.

-No importa lo peligroso que sea. Aiel en este momento debe estar sufriendo, y no abandonaré a mi hermano y tampoco perderé a mis amigos- Dijo segura-.

Gomory:

Ser compasiva con el ángel secuestrado, hizo que regañaran a Andras por mí. Desde este momento debía practicar castigos mas fuertes.

Me dirigí hacia las celdas de alta seguridad, donde solo se hayaba la prisionera misteriosa y el ángel secuestrado. En el camino, me encontré con Emalf, un demonio de fuego cubierto con cadenas. Conocía a Emalf desde que era pequeña, Emalf es el encargado de la prisionera misteriosa.

-¿Que te trae por aquí, Gomo?- Me preguntó. "Gomo" es el apodo que me tenía cuando eramos pequeños, me sorprendió que aun se acordara de ello-.

-Soy la encargada del ángel- Expliqué-.

-Había escuchado sobre el ángel, pero no sabia que tu eras la encargada- Dijo sorprendido-.

-Pensé que tu venías todos los días por la prisionera misteriosa, pero hasta hoy te vi, ¿Por qué?-Pregunté-.

-¿"La prisionera misteriosa"?- Preguntó riendo- Deberían llamarla "La prisionera loca". Yo no vengo todos los días a torturarla, solo vengo cada semana-.

-Ya veo...¿Por qué loca?- Pregunté interasada-.

-¿No la has escuchado susurrar desesperadamente?- Preguntó extrañado-.

-Si, pero la verdad no sé lo que susurra-.

-Susurra una y otra vez "Lauviah"- Dijo cansinamente- Es un fastidio-.