Ángeles de la música ©

Capítulo 54

Layla:

Los nervios me recorrían de pies a cabeza. Faltaban pocos minutos para empezar la coronación y yo ya estaba con una magnífica armadura-vestido de colores azules, plateados y blancos perla. La armadura-vestido venía equipada con diferentes dagas, artefactos filosos y una Katana resplandeciente. El filo de su hoja brillaba como la luna. Era perfecta. Solo hacia falta el báculo y el libro, pero pronto me los entregarían Oraculum y Kyouske. Las manos me sudaban y las piernas me temblaban; mi corazón latía con mucha fuerza y respiración era agitada. No sabía si estaba preparada para esto.

-¿Estas nerviosa, señorita Layla? -Celine me distrajo. No lo habia visto desde que las preparaciones comenzaron y al parecer, a el también le habían arreglado. Celine lucía una túnica azul metalizado con fragmentos de armadura plateada. Se veía imponente, e incluso, se veía mayor y alto.

-¿No te sientes incómoda? -Me preguntó mientras se acomodaba su túnica -.

-Un poco...-Acepté - Este vestido-armadura es pesado-.

-¿Tu Majestic te pesa?-Preguntó una voz por detrás-.

Celine y yo volteamos sorprendidos con la intervención de aquella voz, pues pensábamos que nadie nos estaba prestando atención. La voz prevenía de un joven alrededor de los 25 años humanos, tenía cabello y ojos oscuros, tan oscuros que se asemejaban a un agujero negro. Medía aproximadamente 1.90 y lucía una armadura poderosa y celestial.

-¿Majestic?-Preguntamos a unisono ante la nueva palabra, aún sorprendidos por aquel muchacho-.

-Lo siento-Se disculpó el muchacho rápidamente -Confundí sus atuendos con sus Majestic. Sus Majestic aun no las han descubierto y si me permite- El joven se arrodilló ante mi y tomó mi mano derecha, luego, con sus finos labios la besó y me miró fijamente con sus negros ojos-.

Sentí como mis mejillas se encendían, pues no estaba acostumbrada a este tipo de actos.

-Princesa Layla-Anunció con voz tierna- Estoy a su servicio durante esta guerra-.

-¿Y tu quien eres para decirle eso a la Señorita Layla?-Preguntó disgustado Celine al ver la escena-.

-Siento no haberme presentado antes, joven caballero. Mi nombre es Oficus, caballero lunar de la treceava constelación zodiacal-.

-¿Contestación zodiacal? -Preguntó sorprendido Celine - Pensé que las constelaciones zodiacales no estaban por parte de ningún bando, ya que ellas le sirven a alguien mas supremo-.

-Así es, nuestra lealtad le pertenece a la Gran Emperatriz del Universo, pero ella me envió aquí, para estar a tu servicio durante esta guerra-Oficus me miró con sus ojos oscuros y profundos-.

-¿Por qué a ti?-Preguntó incrédulo Celine- Yo jamás había oído sobre una treceava constelación zodiacal-Celine estaba claramente celoso por la aparición del nuevo caballero lunar, y su actitud ahora era terca y envidiosa, después de todo él seguía siendo un niño-.

Una sonrisa satisfecha creció en los perfectos labios de Oficus, luego con un movimiento rápido sacudió su mano derecha y allí apareció un báculo de metal plateado, con una serpiente metálica entrelazada a la base. Oficus hizo rodar su báculo entre sus dos manos, con una agilidad sorprendente; luego, lo golpeó contra el suelo. El impacto creó una atmósfera glacial; deteniendo el tiempo a nuestro alrededor.

-Eres muy curioso, caballero Celine- Oficus se movía con tranquilidad, para él y nosotros el tiempo seguía fluyendo correctamente, pero alrededor todo estaba congelado- Llegará el momento en que podré responder tus preguntas con tranquilidad, pero ahora no es la ocasión- Celine observaba cuidadosamente a Oficus, especulando cada movimiento que este realizaba- En cuanto a ti, Princesa Layla- Encaminó hacia mi y puso su mano derecha en mi mejilla- Llegó el momento de ganar este juego. A pesar de que tus recuerdos estén nublosos, yo te guiaré, como La Gran Emperatriz del Universo lo desea. Mis memorias también fueron borradas para no levantar sospechas con las Guardianas del Tiempo-.