Capítulo 51

1.4K 88 3
                                    

Haruki:

-¡Nostradamus!- Le llame, al verlo tirado en el suelo-¡Nostradamus!-.

Nostradamus no reaccionaba. Estaba tendido allí en el suelo convulsionando. Me asuste al verlo de esa manera y me aleje, esperando a que se calmara. Unos minutos después, el cuerpo de Nostradamus dejó de convulsionar y me tranquilice un poco, pero aun seguía asustado sobre el estado de Nostradamus. Mas que maestro, él era la única persona en la que confiaba en el infierno. Él era el único amigo que tenía.

Llevé a Nostradamus hacia el salón de mármol, a pesar de la conmoción de los demonios corriendo por los estrechos pasillos. La alarma ya no sonaba mas, eso quería decir que el Rey Demonio estaba en su territorio. No me importó, solo me importaba llevar a Nostradamus a un lugar seguro y así lo hice. Recoste a Nostradamus en uno de los altares del salón de mármol y me senté al lado, meditando en el silencio que se creaba especialmente en ese salón.

Golpearon la puerta, debía ser otro títere del Rey Demonio anunciando su llegada. Deseé que la puerta se mantuviera cerrada, y así lo hizo. Repase la batalla de hace unos momentos en mi mente, cada movimiento de la poseedora del libro de las lunas, y noté que había algo extraño en ella. Durante la pelea ella había utilizado telequinesia y eso hizo que sobreviviera, aparte de su fuerza bruta y su buen uso con las armas. Tenía que entrenar mas duro si quería derrotarla. La tranquilidad abrumadora fue rota por círculos mágicos que se crearon alrededor de Nostradamus. Me paré del suelo al instante al ver los complicados circulos mágicos de Nostradamus y me acerque a él. Los círculos mágicos aumentaban, y el aspecto de Nostradamus también. A su alrededor, un báculo, una piedra y un pergamino se crearon. Nostradamus abrió sus párpados, dejando al descubierto sus fríos ojos. Me miró con aquellos gélidos ojos, y se sentó en el mármol. Sacó un pequeño cuchillo de sus nuevas túnicas y lo rozó levemente la palma de su mano izquierda. Luego, creo una pluma, y usando su sangre como tinta escribió en el pergamino. Cuando hubo terminado de escribir me entregó el pergamino y de las letras de sangre, leí:

"Los ejércitos se han ordenado y todo está listo. La batalla se desencadenará de un momento a otro. No existe alternativa. Debes combatir.

Al hacerlo, pon todo tu espíritu corazón y cuerpo en ello. Lucha centrado, unificado, alineado. Lucha incansablemente, día y noche si es preciso. La batalla tendrá sus valles y sus cimas, sensibilízate y adáptate a ello.

Que tu adversario no sea capaz de tocarte, pero que sienta el poder de tus golpes.

Así es que empuña tu sable y entra en batalla. Luego de vencer, retírate en silencio. Nada hay por lo que alegrarse. Nada hay que festejar. La muerte siempre trae lágrimas aparejadas. Lágrimas por el que algún día fue tu hermano y debió morir a manos tuyas porque el destino así lo quiso. No porque tú lo quisiste. Nunca olvides eso."
-Lucas Estrella.

El ultimo párrafo quedo resonando en mi mente. No entendía lo que pasaba, ¿Por qué Nostradamus me había entregado esto?. Mire a Nostradamus confundido, y él se mostró conprensivo. Tomó su báculo y la piedra en cada mano, y vi como la mancha negra se iba expandiendo cada vez mas en su cuerpo y que en su brazo estaba escrito "μαντειον" con letras rojas.
La puerta finalmente se abrió y por allí entro un títere del Rey Demonio, como lo había supuesto momentos atrás.

-La coronación de el poseedor del libro del sol será en el atardecer del día de hoy. Su majestad, el Rey Demonio lo espera en el castillo oscuro para llevar a cabo su coronación- Anunció el títere al entrar por las puertas. Luego, se esfumó con el aire -.

-¿Qué está pasando, Nostradamus? ¿Por qué me diste este pergamino?¿Por qué el mensaje? ¿Coronación?- Mi cabeza iba a explotar de tantas dudas que tenía -.

Ángeles de la música ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora