Capítulo 20

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Layla:

La pregunta de Lauviah había quedado resonando en mi mente. ¿Que responderé?. Tenia que tener una respuesta para mañana, pero mi mente no daba con la respuesta. Mire el reloj: Eran alrededor de las 1:00am y aun no podía dormir. Pensé en ir a visitar a Afriel y Aiel para poder aclarar mi mente y pensar con ellos una respuesta, pero decidí no hacerlo ya que Afriel aun se veía disgustada cuando la vi por ultima vez. Pensé en Oraculum, pero lo rechace rápidamente ya que quizá termine como la ultima vez. No pude decidirme así que preferí leer un poco para poder distraerme pero pronto me di cuenta que todos los libros que tenia en el lugar donde estaba viviendo los había leído ya por completo. La única persona aquí que podía prestarme libros era Will, aunque hablábamos muy poco porque él la mayoría de tiempo vivía enfrascado en los libros le estimaba mucho y era el único que sabia recomendar buenos libros y prestármelos. Quizá Will este despierto a esta hora, así que resolví ir a donde él, su sección (De la sabiduría) era una de las pocas que quedaban cerca de aquí, aun así era lejos para aquellos que no disponían de alas para volar. El camino se me hizo mas corto de lo normal, quizá porque estaba ansiosa. Llegue a la puerta con forma de libro, la puerta de la sección de los ángeles de la habilidad, nunca había entrado allí.

-Ehm, ¿Necesitas algo?- Pregunto un chico de pelo color plateado y que llevaba una gran cantidad de pergaminos enrollados en sus brazos-. Mi nombre es Brutus, soy el bibliotecario de la biblioteca mas grande que existe, se encuentra dentro de la sección de los ángeles de la sabiduría, ¿Necesitas una persona o un libro, quizá?-.

Sin haberle dicho algo, él ya había adivinado mis intenciones.

-Tu eres Layla de los ángeles de la musica, ¿Buscas a Will, cierto?- Pregunto luego-.

-Si, ¿Como supiste todo eso si no te dije nada?-Pregunte intrigada-.

-Intuición- Respondió sonriente- Tengo la habilidad de leer los ojos de los demás y de intuir lo que esta pensando, aunque no siempre funciona con todas las personas-.

-Acertaste en lo anterior, así que si funciono conmigo- Dije sonriente-.

-Así que necesitas a Will, acompañame-Dijo estirándome su mano, que a la vez se le cayeron unos pergaminos de los que llevaba-.

Levante los pergaminos que se habían caído, ya que Brutus ya estaba bastante empapelado.

-Gracias- Dijo después de un suspiro. Abrió la puerta mientras yo recogía los pergaminos-.

Comenzamos a caminar por la sección de los ángeles de la sabiduría, el conocimiento y las letras se olían en el aire, era un olor muy agradable. Llegamos a una especie de edificio gigante en forma de partenon. Era demasiado grande.

-Llegamos, esta es la biblioteca- Anuncio Brutus cuando llegamos a la entrada del edificio gigante en forma de partenon- Will suele estar aquí todo el tiempo, así que lo que buscas debe estar adentro. 

Una chica de pelo color rubio con lentes de contacto y ojos verdes se acerco a nosotros con aspecto cansino.

-Al fin llegas Brutus- Logro decir después de un largo suspiro de recuperación- Will no me obedece, y faltan pocos días para que la 'Batalla de los Arcángeles' empiece, ya no sé que hacer con él- Unas lágrimas amenazaron en caer de sus ojos-.

-Ya hablare con él- Dijo Brutus con un tono sorprendentemente serio- Ahora Miriam, necesitas un descanso, estas agotada-.

-Gracias Brutus- Dijo Miriam secándose sus humedecidos ojos. Ella parecía no haberse dado cuenta de mi presciencia pero poco después se dio cuenta-: ¿Tu eres Layla, cierto?- Me pregunto con una emoción que yo encontraba inexplicable-.

-Si...-Respondí en un susurro apenas audible gracias a mi timidez-.

-Te admiro mucho para ser humana- Anuncio alegremente mientras tomaba mis manos- Vi tu presentación en la que interpretaste 'Toccata and Fugue in D minor', que fue algo excepcional por cierto y has sido una de los pocos humanos que han logrado obtener buenas notas en el Angelorum aparte de Will.

-Me esfuerzo mucho aveces...- Respondí intentando sonar despreocupada y tranquilizante-.

-También eres la única que puede hacer que Will...- Miriam iba a seguir hablando enérgicamente de no haber sido que Brutus hubiera dejado caer todos los pergaminos al suelo y le hubiera tapado la boca a Miriam con sus manos ahora libres-.

-¿Hacer que?- Pregunte curiosa-.

Miriam y Brutus se miraron de forma muy sospechosa y una sonrisa presumida.

-Nada- Respondió Miriam aun con esa sonrisa presumida-. Will esta adentro de la biblioteca en la planta 10, pasillo 63- Señalo con su dedo índice la puerta-.

-¿Que pasara si me pierdo?- Pregunte viendo la enorme estructura de la biblioteca y lo fácil que seria perderse estando allí adentro-.

-No te perderás, te lo aseguramos- Respondió Brutus-.

Entre en la biblioteca. Libros y mas libros adornaban las paredes, era una maravilla ante los ojos de cualquier humano sediento de saber y conocimiento. Comencé a caminar por los diferentes pasillos, mirando los diferentes tomos de libros que reposaban en sus estantes. Olvide de por completo a Will, olvide a todo el mundo, solo me importaba estar allí rodeada de tantos mundos que ofrecían diferentes textos.

-¿Layla?- Pregunto una voz a mis espaldas que reconocí en seguida: Era Will-.

-Will- Respondí mirando hacia atrás comprobando que era el-.

-¿Que haces aquí? Este pasillo es dedicado a la astronomía, el de la musica esta cuatro plantas mas arriba-Dijo señalando un letrero que claramente decía en letras azules 'ASTRONOMÍA'

-Vine aquí para buscarte, Will

-¿En que te puedo servir?- Pregunto haciendo ese gesto que usualmente hacia, el de acomodar sus lentes adecuadamente, ahora que lo veía detenidamente, era mas guapo de lo que pensaba.

-Tu eres la única persona a la cual puedo recurrir- Iba a decirle sobre mi objetivo principal de un libro que me recomendara, pero a mi mente vino la pregunta de Lauviah, y ¿Quien mejor para discutir sobre esta pregunta que con Will?- Necesito una respuesta-.

-Haz la pregunta.

-¿Que es el amor?- Pregunte suspirando-.

Will se quedo en silencio, y después hizo un gesto con su mano para que le siguiera. Caminamos en silencio a través de pasillos y subimos a lo que era la ultima planta: La azotea. Debían ser alrededor de las 5:00am y el sol comenzaba a vislumbrase. Desde la azotea se veía un hermoso amanecer y Will por fin dijo su respuesta a mi incógnita:

-''El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio'', una frase de un escritor francés llamado Stendhal- Soltó un largo suspiro y quedamos hipnotizados con el amanecer que se hallaba ante nuestros ojos- Layla, sinceramente no tengo una respuesta para tu pregunta. Solo se puede hablar de amor cuando has vivido y sufrido por amor, y lastimosamente yo no tengo esa experiencia. Lo siento. 


Ángeles de la música ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora