Ángeles de la música ©

Capítulo 18

Layla:

Quería estar furiosa con Jake, pero no podía. En lo que se supone que era una 'discusión' parecía una conversación de mejores amigos. Terminas riendo mientras mirábamos las estrellas que nos rodeaban. El cielo era oscuro pero las estrellas lo iluminaban de una forma maravillosa. 

-''A menudo pienso que la noche esta mas viva y mas rica de colores que día''- Cito Jake en el silencio que nos acompañaba la noche.

-Vincent Van Gogh- Respondí.

Escuchamos unos pasos y unos susurros acercándose. 

-¡Jake! Al fin te encontramos- Exclamo la voz de una chica. Era Jade- Te estabas tardando y pensamos en buscarte.

-No nos dijiste a donde te habías ido...- Dijo Christopher.

Alan, Axel, Christopher y Jade se quedaron observándonos.

-¿Como sigues Layla?- Pregunto Jade rompiendo el incomodo silencio que se había formado.

-Y estoy bien- Respondí. Antes creía que Jade era digna de mi odio, pero después de lo que me contó Jake y la forma en que ''eran solo hermanos'' , vi a Jade como una chica muy agradable y alegre- Gracias a los dos por rescatarme-Dije mientras miraba a Jade y a Jake- Disculpen la imprudencia de Aiel y Afriel.

-Que bueno- Dijo Jade mientras sonreía-. Creo que aun no te hemos presentado con los integrantes de nuestra banda- Dijo refiriéndose a Christopher, a Axel y Alan.

Cada uno me dijo su nombre y que instrumento tocaba, y yo hice lo mismo.

-¿Quieres escuchar la canción que Jade compuso?-Ofreció Axel-.

-Si, aun tengo tiempo- Acepte felizmente.

Mire a Jade y a Jake, ya nos los odiaba, ahora me agradaban. Entramos al lugar donde vivía Jake y donde estaban practicando momentos antes. 

-Por cierto Jade, no te vi tocando en el ultimo concierto...-Le dije mientras entrabamos.

-Yo no toco ningún instrumento- Respondió sonriendo- Yo soy la compositora y la directora, o algo así por el estilo.

La canción era emotiva, era estupenda. No pude evitar aplaudir cuando acabaron. Pero a la canción le hacia falta algo.

-Esplendido-Dije alagan dolos- Hacen una muy buena combinación entre sonidos y letra.

-Si, pero nos hace falta algo y no hallamos que es- Dijo decepcionada Jade.

Asentí.

-Hace falta una tercera voz- Dije después de un rato-

-¿De un instrumento o de una persona?-Pregunto Alan.

-Yo creo que de un instrumento...-Opino Christopher-.

- ¿Tu tocas el violín, no?-Me pregunto Axel. Asentí-.

- Nunca hemos hecho una combinación con un violín eléctrico. Seria interesante- Propuso Jake-.

-Decidido, Layla nos va a ayudar- Dijo Jade animada mientras me pasaba su brazo derecho por la espalda-.

Pero antes de que pudiera reaccionar, sonó la puerta. Estaban llamando con golpes fuertes y rápidos. Debe ser Afriel. Esta furiosa.

-¿Quien sera?-Pregunto intrigado Axel-.

-Debe ser Afriel. Lo siento chicos, pero no podre ayudarlos, será otro dia-Dije despidiéndome rápidamente, Afriel va a acabar conmigo-.

Abrí la puerta y efectivamente me encontré con una Afriel indignada y molesta, y atrás se encontraba Aiel pidiéndole disculpas.

-¿Que haces aquí?-Pregunto Afriel indiferente cuando me vio.

Ver a Afriel daba miedo y unas ganas de llorar me abordaron.

-Vino a hablar conmigo- Respondió Jake por mi con un tono súbitamente seco-.

-Vámonos Layla, tengo algo importante que decirte- Ordeno fríamente Afriel. Hice lo ella ordeno y me cogió de un brazo y del otro Aiel y alzaron el vuelo.

Llegamos a la sala donde estaba el piano donde Lauviah tocaba constantemente. Lauviah, ¿Como había podido olvidarme de él? Soy una idiota. Lauviah estaba sentado mirando el piano con excepcionismo y lejanía, dirigió su mirada perdida hacia mi.

-Te estaba esperando- Dijo suavemente intentando esbozar una sonrisa, pero sus ojos perdidos y aguados reflejaban una tristeza inmensa.

Mire a Afriel, notablemente estaba de mal humor y Aiel se sentia culpable. Sin decir alguna palabra dieron la vuelta y se fueron, dejándonos a Lauviah y a mi solos. Lauviah cerro los párpados y comenzó a tocar el piano, con tanta pasión y sentimiento, como si fuera su ultimo suspiro. Nunca lo había visto tocar así. La obra que estaba interpretando era ''Nocturne'' de Chopin, una obra cargada de tantos sentimientos que no se puede expresar con palabras lo majestuosa que es. Vi lágrimas caer de los ojos de Lauviah mientras la interpretaba. Era una obra perfecta para esta noche. Me sentí culpable por haberlo abandonado cuando él me necesitaba. Había sido una estúpida.