Layla:
-Eres muy débil, señorita- Afirmo Celine-.
-Nunca en mi vida había hecho tanto ejercicio- Dije entrecortadamente, gracias a la fatigación del entrenamiento-.
-Tendrás que acostumbrarte- Respondió Celine a mis quejas- Vamos a empezar de nuevo-.
-No más, por favor- Supliqué-.
-Entrenaras hasta que tu cuerpo no de mas y quedes finalmente, desmayada- Ordenó-.
-No...- Dije débilmente, con lágrimas en los ojos-.
-¿Vas a ponerte a llorar?- Preguntó atónito Celine, por mi comportamiento-.
-Si...-Respondí mordiendo mi labio inferior-.
Ahora lloraba sin parar. Celine se vio preocupado y me consoló:
-Está bien. No entrenaras mas por hoy-.
-¡Yey!-Dije feliz, al ver que mi berrinche había funcionado-.
Celine guardo sus armas con extremo cuidado. Luego, se sentó al lado mío.
-¿Como es que siendo tan pequeño, me logras superar en fuerza?- Le pregunté, pues aun no superaba el hecho de su poca edad-.
-Desde que aprendí a caminar, fui entrenado para asesinar- Respondió fríamente- Fue algo, que simplemente, yo no escogí-.
-Eso es horrible- Dije compadeciéndolo-.
-Si, pero de todos modos, agradezco el hecho que me hayan convertido en esto que soy- Dijo orgulloso-.
-¿Por qué?- Pregunté desubicada- ¿De que te sientes orgulloso?-.
-De que seré tu mano derecha en el campo de batalla- Contestó contento. Era la primera vez que le veía sonreír-.
-Aun no entiendo el porque de esta batalla- Dije cansinamente- ¿No puedo simplemente volver casa y aparentar que nada sucedió?-.
-No esparaba eso de usted, señorita- Respondió con voz fría- Si usted no pelea en esta batalla, estaremos perdidos. Los libros se encargaran de destruir la tierra donde habitabas antes, y todos nosotros también seremos asesinados. Tu también morirás-.
Trague saliva, pues Celine se veía realmente furioso.
-Tu eres nuestra única salvación, ¿es que no lo entiendes?- Celine preguntó tenso-.
Me sentí culpable, responsable. Tenia que hacer algo para remediar aquello.
-Lo siento, Celine. Últimamente he estado muy confundida...-Me disculpé-.
-Ya no importa- Dijo calmándose-.
-No volveré a cuestionar tales motivos- Dije segura- Entrename, maestro Celine- Le pedí formalmente-.
Celine rió. Al parecer todavía era un niño.
-Pero antes, quiero pedirte un favor- Dije-.
Celine asintió, desubicado por mi petición.
Me levanté del suelo cálido y le ofrecí mi mano derecha.
-Que seas mi amigo- Pedí sonriente-.
-Si- Respondió alegre-.
Haruki:
-Ya veo...El Rey Demonio quiere que entrenes con tu libro- Escribió, al ver que sacaba el libro del sol de la bolsa-.
-Espera...-Dije, al darme cuenta que debajo de mi libro había algo mas. Era un libro de portada plateada, resplandecía como la luz de la luna-.
-¿Que pasa?- Preguntó Nostradamus, al ver que lo miraba asustado-.
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Ángeles de la música ©
FantasiaÁngeles y demonios hallaron dos libros que cambiarían su destino. Y no solo el de ellos, sino el de dos seres humanos que desconocen su existencia. Uno de ellos es una joven, que un día es sorprendida por los hilos de su destino y conoce a un ángel...