Ángeles de la música ©

Capítulo 30

Nostradamus:

La frustración de no haber lastimado ni un poco a Oraculum me había puesto de un genio incontrolable. Casi llegando a la primera puerta del infierno me di cuenta que Gomory llevaba un chico con ella, y no una chica como se suponía.

-Gomory- Le llame- ¿Quién es ese chico?-.

-No sé- Respondió desanimada-.

-¿Entonces porque la trajiste con nosotros?- Pregunte interesado-.

-Porque Andras me lo ordeno- Gomory se veía claramente frustrada, al parecer yo no era el único frustrado-.

-Pensé que las ordenes de Andras era que trajeras a la chica humana y no a un ángel-.

-Las eran, pero cuando fui por la chica de nuevo, ya no estaba, así que Andras me dijo que trajera a este ángel en cambio-.

-¿Y Lucifer?- Pregunte al ver que no estaba con nosotros de vuelta-.

-Aquí estoy- Respondió el demonio mas cauteloso del infierno, podía pasar de desapercibido en cualquier lugar ya que era uno de los pocos que se podía convertir en un fenino-.

-¿Dónde te habías metido?- Preguntó Gomory molesta-.

-Mi misión era mas complicada que la de ustedes, así que me demoré más, por eso pude llegar hasta ahora- Dijo Lucifer-.

-¿Completaste tu misión?- Preguntó Gomory triste-.

-Si- Respondió Lucifer orgulloso, luego, señalo la bolsa que llevaba en la espalda-.

-Bueno, tu misión era la mas importante- Dije pensativo. Aún seguía pensando en Oraculum, era mucho más fuerte que la última vez que lo había visto, pero ¿Cómo era posible?, Oraculum había estado en reposo en el cielo y aun así se habia hecho mas poderoso, el poder del cielo era muy misterioso-.

Kyousuke:

-¡¿Dónde esta Aiel?!- Vocifere en medio del escándalo que se había formado en el Gran Salón, Lysander me escuchó y aumento el volumen de mi voz con su poder. Todos los ángeles fijaron sus ojos en mí, muchos no conocían el nombre de Aiel, pero otros comenzaron a buscarlo. Lo ultimo que escuche por el intercomunicador fue una extraña conversación-.

-¿Que ocurrió, Kyousuke?- Preguntó Anthony que había llegado corriendo al oirme-.

-Aiel no aparece, le encargue buscar a Layla y avisarme por un intercomunicador, pero escuché una conversación muy extraña por el intercomunicador y ahora no aparece- Expliqué-.

-¿Dónde carajos está Aiel?- Preguntó Afriel furiosa-.

-No sabemos- Respondió Lysander- ¿Y Layla? Si se supone que Aiel iba a buscarla...-.

-Ella esta a salvo, esta con Stanley- Respondió Anthony-.

-¿Cómo sabías que Stanley era su ángel guardián?- Pregunte sospechosamente-.

-He averiguado y estado con Layla desde antes de que viniera aquí al cielo- Dijo Anthony felizmente-.

-Si esta con Stanley entonces seguramente esta bien, ¿Pero y mi hermano?- Pregunto Afriel preocupada-.

Oraculum apareció de la nada, y tan pronto nos vio, se desplomó ante nosotros.

-¿Qué te pasó, Oraculum?- Preguntó Afriel mientras lo ayudaba a que se levantase del suelo-.

-Mi hermanito logro herirme un poco después de todo- Respondió, luego, escupió una bocanada de sangre-.

-¿Tu hermano estuvo aquí?- Preguntaron impactados a unisono Lysander y Anthony-.

-Si, buscaba pelea, sus ataques no me afectaban en lo mas mínimo, pero al final realizo uno que me afecto mas de lo que esperaba- Respondió jadeando Oraculum-.

-¿Ya se fue?- Preguntó Afriel asustada-.

-Si- Oraculum guardo por un momento silencio, luego hablo cuidadosamente- Vi a un demonio femenino yéndose con él, y...-Oraculum agacho su cabeza- y Aiel estaba con ellos-.

-¿Que?- Preguntó Afriel enojada-.

-Lo siento Afriel, pero me di cuenta de ello muy tarde, el ataque de Nostradamus hizo efecto en mi y no pude hacer nada para rescatarlo- Respondió Oraculum sentido-.

-Es...imposible...-Logro decir Afriel- Mi hermano  no pudo ser derrotado tan facilmente-.

-Así que eso fue lo que ocurrió- Dije pensativamente- Oraculum, el demonio femenino llevaba una túnica transparente, ¿verdad?-.

-¿Cómo lo iba a saber? Solo abro mis párpados en muy rara vez- Respondió Oraculum molesto-.

-Tus sentidos son mucho mas desarrollados, ¿No notaste un olor diferente en el demonio femenino?- Indagué-.

-Ahora que lo mencionas...-Dijo pensativo Oraculum- Llevaba un olor a flores, pero una flor desagradable-.

-Azafranes- Concluí- Una flor letal que abunda en el infierno. El demonio femenino que se encontraba con Nostradamus, se llama Gomory, ella domina perfectamente los azafranes. Debió coger a Aiel de improvisto y así logró dejarlo inconsciente-.

-No...-Dijo Afriel con lágrimas en los ojos- Aiel...Aiel no pudo ser secuestrado-.

-Lo siento-Se disculpó por segunda vez Oraculum-.

Afriel le dio una cachetada como respuesta.

-Alardeas de tu magnífico poder y no pudiste salvar a Aiel- La voz de Afriel ahora era fría como un glaciar-.

-Lo sé, lo siento- Dijo disculpándose por tercera vez Oraculum-.

-Te perdono- Afriel abrazó a Oraculum- Eres el único que puede hacerle frente a Nostradamus, por eso te perdono-.

Dominick, un ángel del amor, llegó ante nosotros corriendo, su cabello pelirrojo se revolvía con el viento.

-¡Tenemos problemas!- Anuncio agitado-.

-¿Que pasó ahora?- Pregunte-.

-Encontramos a Layla y a su ángel guardián, Stanley, gravemente heridos- Contesto Dominick-.

-¿Que?- Pregunto Lysander incrédulo- Stanley es uno de los ángeles guardianes mas fuertes que existen...-.

-No sé como explicar lo ocurrido- Se disculpó Dominick- Vengan conmigo, Lauviah les explicará todo-.

Seguimos a Dominick hasta los sótanos, allí se encontraba Lauviah, Jeremy, Ludovic, Layla y Stanley.

Layla y Stanley estaban en muy mal estado; Jeremy, Ludovic y Dominick eran los tres ángeles del amor que loa habían encontrado; y Lauviah estaba sentado al lado de Layla.

-¿Que pasó Lauviah, Stanley?- Pregunté serio-.

-No está Respondió Stanley con un susurro-.

-¿Que no está?- Indagué friamente-.

-El libro de las lunas...se lo han llevado- Respondió Lauviah entrecortadamente-.