𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗜𝗡𝗖𝗘𝗟𝗘𝗦 𝗬 𝗧𝗜𝗡𝗧𝗔 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 02

—Debes estar bromeando— dijo
Jungkook poniéndose el pantalón
mientras veía la hora en el móvil.

Corrió al baño a una velocidad
increíble, se cepilló los dientes y se
lavó la cara, por último se peinó
rápidamente su cabello castaño oscuro. Se miró por última vez al espejo y sonrió al verse.

Tenía una camisa blanca y un pantalón gris, junto con sus zapatos negros formales. Desabrochó dos de sus botones de la camisa y se puso perfumne para después tomar su bolso saliendo deprisa de su casa.

Afortunadamente, llegaba algo tarde
pero peor fue ayer. Había llegado dos
horas tarde al trabajo y el jefe lo regañó muy feo delante de sus compañeros.

Miró a la empresa de la revista y corrió hacia la sala donde trabajaba.

—Entrevistas— leyó en su mente y
entró rápidamente encontrándose con su jefe de brazos cruzados mirándolo fijamente.

Miró a sus compañeros y mordió su
labio inferior nervioso cuándo viooa
Jimin negando lentamente y volvió su
vista a su jefe que alzaba la barbilla
suspirando y volviéndola a bajar para
volver a mirarlo al menor que estaba
temblando.

—¿Tienes idea de qué hora es?—
preguntó su jefe y JungKook tragó
saliva.

—9:32am— respondió.

—11:32am, revisa tu reloj.

—Diablos— soltó susurrando JungKook mirando su reloj.

Había visto la hora incorrecta cuando se levantó.

—¿Sabes lo que significa?— volvió a
preguntar su jefe y JungKook asintió
lentamente mirando al suelo— Ven a
mi oficina.

El jefe se retiró y todo quedó en
silencio. Jungkook miró a todos sus
compañeros que miraban la puerta
de la oficina del jefe y se acercó a ésta
para después entrar.

Jungkook se sentó frente a su jefe y dejó su bolso al lado de la silla.

—Necesito un reportaje sobre la vida
de alguien en especial, Jungkook.

—¿Es en serio esto un castigo?

—Creeme que el castigo no es la
entrevista, si no la persona.

—Y...¿De quién estamos hablando?

—De V, el famoso pintor.

—Ya entiendo el castigo— y no es que
Jungkook odiara a V, si no que sabía la
clase de persona que era ese famoso
pintor.

—Lo único que debes hacer es
entrevistarlo sobre su vida. Ninguna
revista le ha podido sacar siquiera
una palabra, si lo logras será un logro
inmenso para la revista.

—Trato hecho— dijo Jungkook—
¿Cuándo empiezo?

—Mañana, te mandaré la dirección de
su casa.

Jungkook se levantó de la silla donde
estaba y camino hacía la puerta para
abrirla. Pero antes de hacerlo suspiró y habló.

—No te reconozco— tragó saliva—
extraño a mi amigo, no eras así Hoseok.

Y es lo último que dijo para abrir la
puerta y salir de la oficina de su jefe.