𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗜𝗡𝗖𝗘𝗟𝗘𝗦 𝗬 𝗧𝗜𝗡𝗧𝗔 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 10

—¿Cómo se inspira a la hora de pintar?— preguntó el menor y rezó que Taehyung no se diera cuenta que estaba haciendo un reportaje camuflado.

—Siempre intento dejar algo de mí en cada pintura, y me refiero que me inspiro de... ash no me sé explicar —bufo el mayor y Jungkook soltó una pequeña carcajada.

El mayor lo había invitado a ver las pinturas que colgaban en un salón especial, más allá que sentía que iba a ser difícil que el pintor se abriera con él sabía que si trabajaba duro podía conseguir saber curiosidades.

—Lo entiendo— respondió el menor — transmite algo de emoción en cada pintura, eso quiso decir.

—Qué raro— respondió el mayor y Jungkook fruncio el ceño— que raro que no me hayas malinterpretado...

—¿Por qué lo haría?

—Por qué siempre que hablo de algo que no me sé explicar, siempre me malinterpretan.

—No crea eso de mí, lo entiendo — y el menor sonrió levemente.

—¿Por qué elegiste ser reportero?—cuestionó el mayor.

—Mi familia siempre supo que iba a ser curioso desde el principio, por eso descubrí mi profesión cómo reportero de K24hs.

—¿No había algo mejor?— preguntó el mayor y Jungkook miró al suelo.

—¿Quiere que termine siendo un pintor malhumorado como usted? — preguntó el menor con un leve tono de molestia — ¿Quiere que sea así de irrespetuoso con las personas?

—Si no me conoces entonces no sé por qué opinas de mi— dijo el mayor apretando su mandíbula mientras lo veía fijamente.

—Si lo conozco, usted nunca se ha dejado entrevistar. Usted es tan seco y cortante con los demás...

Y esa fue la gota que rebalsó el vaso, Taehyung tomó la muñeca de el menor y lo estampó con la pared poniendo cada mano al lado de su cabeza haciendo que éste se sobresaltara.

—Escuchame una cosa, no permitiré que digas cosas sobre mí si no tienes la puta idea de quien soy, primero ponte en mis zapatos y después si quieres habla cualquier barbaridad de mí.

Jungkook se sintió pequeño al ver cómo lo miraba el mayor, ojos oscuros y la mandíbula apretada.

Y Jungkook se había dado cuenta de algo; se había dejado ir por las emociones y estaba perdiendo la oportunidad de conocer más a fondo al pintor.

—L-lo siento, no fue mi intensión—tartamudeó y tragó saliva.

—Eso creí — respondió el mayor soltando las muñecas del menor.