𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗜𝗡𝗖𝗘𝗟𝗘𝗦 𝗬 𝗧𝗜𝗡𝗧𝗔 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 18

Dos meses después...

Las revistas y la prensa de Corea del Sur estaban sorprendidas ante la noticia de que la revista K24hs había logrado sacarle unas palabras al famoso pintor.

 Jungkook miraba la revista, todas sus secciones y la entrevista que su amigo Seokjin le había hecho a los deportistas de esgrima, que por cierto, le había costado mucho. 

 Deja la revista sobre su escritorio y mira su reloj que marcaba las 10:32pm, había quedado con Yoongi a ir a los bolos para jugar pero al final no pudieron hacer nada ya que Jungkook tenía una cena inesperada con sus padres, por lo tanto, tenía que viajar mañana temprano y faltaría a su trabajo.

 Miró toda la sala que estaba vacía ya que todos se habían ido antes de tiempo con el permiso de Hoseok por haber trabajado duro. Tomó su abrigo junto con sus cosas y sus llaves para salir de la sala de entrevistas y apagar la luz. 

 Tomó el ascensor y salió del edificio despidiéndose del guardia que se quedaría toda la noche.

 La revista en donde trabajaba Jungkook se había vuelto famosa y aún más reconocida, por un lado estaba alegre y contento por su trabajo, pero por otro lado estaba temeroso debido a la presión que podía ver en un futuro para mejorar la reputación de la revista. 

 Caminaba por las desiertas calles de Seúl cuándo se topa con una cafetería que había abierto hace poco y le hacía ilusión ir a conocer y comprarles un café.

Entró a esta y se sorprendió al ver pinturas que le resultaron conocidas por un momento pero no sabía por qué. 

 Afortunadamente no había fila así que se dirigió muy amablemente hacia el señor que se encontraba en la caja registradora e hizo su pedido.

 —¿Eres Jungkook? —preguntó el anciano y el menor se sorprendió.

 —¿Cómo es que sabe mi nombre? —preguntó divertido el menor soplándole un poco al café para después tomar un gran sorbo. 

 —Porque yo soy el padre de V, o de Taehyung, como prefieras llamarlo. —contestó y Jungkook se atragantó con el café haciendo que tosiera varias veces.

 Eso sí que fue inesperado.