Capítulo 58

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Hoy era el cumpleaños de Taehyung. 

 La mano de Jungkook temblaba a medida que se acercaba a la casa del mayor. ¿Qué pasaría si no le abría la puerta o no estaba?

 Jungkook suspiró y sacudió un poco su cabeza para acercar su mano a la puerta y tocar tres veces esta.

 Esperó y esperó, pero nada. 

 Jungkook miró la cajita entre sus manos y apretó los labios. La mano de Jungkook se alzó nuevamente pero la apretó bajándola nuevamente, era en vano. Era obvio que Taehyung no le iba a abrir la puerta. Giró sobre sus talones y al momento de hacerlo escuchó una voz.

 —Que alegría volver a verte. —el menor nuevamente se giró para ver a Taehyung con una camisa blanca suelta y unos pantalones de pijama, sin sus infaltables pantuflas de terciopelo azul. 

 —Creí que no querrías verme. —dijo Jungkook y bajó la mirada. 

 —Siempre quiero verte, Jungkook.

 Jungkook sonrió y Taehyung lo imitó. 

 —Feliz cumpleaños, TaeTae. —dijo el menor y se acercó a Taehyung pero este fue mas rápido y lo agarró de la cintura para acercarlo a su rostro y darle un gran beso en los labios.

 —Lo siento, no me puedo contener. 

 —No te disculpes, está bien. —vaya, a Jungkook le había gustado el beso.

 La cena se la pasaron riendo y contando anécdotas del pasado, ahora se encontraba Jungkook tomando café y Taehyung tomando té. 

 Jungkook estaba preparado para decirle que le gustaba, él quería decirle lo mucho que le gustaba. 

 —Taehyung, hay algo que te quiero dar. —dijo Jungkook y Taehyung sonrió medianamente. 

—Tu presencia es mi mejor regalo. —dijo Taehyung y Jungkook se sonrojó. 

 —Además de mi presencia hay algo más, toma. —le entregó la cajita aterciopelada y Taehyung frunció el ceño. 

 —¿Qué es? —preguntó y Jungkook se encogió de los hombros.  

—Tu madre me lo dio. —respondió Jungkook — vamos, ábrelo. 

La mano de Taehyung abrió la caja y sus ojos se llenaron de lágrimas al instante. 

 —¿Qué ocurre? ¿No te gusta? 

 —E-era una cadenita que compartíamos con Jiwoo...

 —Oh vaya...

 Jungkook sintió una punzada en el pecho, pero la ocultó muy bien. 

 Después de que Taehyung se tranquilizara y se pusiera la cadenita, Jungkook tembló y tosió para que Taehyung lo mirara. 

 —¿Hay algo más que quieras decime? —preguntó y pudo ver los ojos brillar de Taehyung. 

 —Me... —trató de decir Jungkook pero el timbre de la casa sonó y Taehyung se levantó frunciendo el ceño. 

 Jungkook esperaba y esperaba pero Taehyung no volvía, cosa que le pareció extraña. El menor se levantó y se dirigió hacia la puerta dejándole ver la figura parada y congelada de Taehyung. 

—Taehyung, ¿estás bie... 

 Jungkook se le congeló cada fibra de su ser. El menor miró al suelo y se empezó a cuestionar si lo que estaba viendo era real. 

 —Ji-jiwoo... —pudo articular Taehyung y Jungkook alzó la mirada.

 ¿Cómo era posible?

𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗜𝗡𝗖𝗘𝗟𝗘𝗦 𝗬 𝗧𝗜𝗡𝗧𝗔 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora