𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗜𝗡𝗖𝗘𝗟𝗘𝗦 𝗬 𝗧𝗜𝗡𝗧𝗔 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 26

Todo estaba en silencio.

Las personas cruzaban sus dedos y cerraban los ojos para pedir que su pintor favorito fuera el ganador.

—Y el premio para la mejor pintura del año es para...

A el menor le temblaban hasta los ojos del nerviosismo, mordía su labio inferior y cerraba los ojos para que su amigo ganara.

—¡Yook Sungjae por su pintura llamada "el ave dorada"!

Jungkook se paró en un segundo y gritaba a todo pulmón contento, como también aplaudía con sus amigos mientras miraban al escenario como Sungjae subía las escaleras y se le entregaba el inesperado premio.


—Wow— habló Sungjae al micrófono y sonrió al público, no sé qué decir, muchas gracias a todos por votar por esta categoría— y Sungjae miraba al premio— nunca pensé que lo que hacía tendría una nominación en estos premios. Sinceramente gracias a todos y quiero felicitar a los que también estaban nominados conmigo en esta categoría, ustedes son increíbles y el solo hecho de estar nominado con ustedes hace que pueda morir feliz, gracias gracias gracias...

Jungkook soltó un grito y se tapó la boca emocionado por el discurso de su amigo.

Conocía a Sungjae, sabía que él había luchado por ser reconocido mundialmente y que con mucho esfuerzo, y horas sin dormir finalmente lo había logrado.

La ceremonia había finalizado y todos ahora se encontraban en el por decirlo de una manera; la parranda.


Todos los famosos como los pintores se encontraban en un grandísimo bar pasando el rato.

Jungkook y sus amigos había estado toda la noche entrevistando a famosos pintores y ahora se encontraba en la barra mientras veía como sus amigos bailaban abrazados cuándo la música lenta había comenzado.

—¿Qué se le ofrece joven? — preguntó el barman y Jungkook abrió la boca para hablar pero otra voz lo interrumpió.

—Dos soju— respondió Sungjae y Jungkook miró atrás sonriente para después asentirle al barman.

—Felicidades Sungjae— dijo Jungkook y abrazó a su amigo.

—Gracias Kookie— respondió el castaño.

En toda la conversación que el menor tuvo con su amigo sintió una mirada detrás suyo pero la ignoro.

Era momento de emborracharse.