Capítulo 60

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El menor caminaba lentamente por las calles casi tan oscuras como el carbón, pero le daba igual. 

 Jiwoo estaba viva, siempre lo estuvo.

 Tenía miles, trillones de preguntas en su cabeza, pero sabía que si intentaba responderlas terminaría frustrado. Su labio inferior temblaba, hasta que sus ojos empezaron a arder y lágrimas recorrieron sus mejillas.

 Había algo que le dolía, el hecho que no pudo declararse, que la novia y prometida de Taehyung que pensaban que estaba muerta, está viva y eso es una total locura, y que Taehyung seguiría pensando que Jungkook sólo lo veía como un amigo. 

 El menor lloraba desconsolado por las calles, tenía el presentimiento que Taehyung se volviera a enamorar de Jiwoo, era su peor miedo. Temía que el amor que Taehyung sintiera por él se fuera en un abrir y cerrar de ojos.

 Y que él sólo fuera el único que sentía algo por el otro. 

 Se sentó en uno de los bancos del parque que quedaba cerca de la estación de buses y se acurrucó poniendo su cabeza entre sus piernas para llorar. 

 El menor empezaba a desear que todo lo que acababa de pasar fuera una locura, que no fuera real y que Jennie no estuviera en la casa de Taehyung y que probablemente ya se hayan besado.

 Su celular vibró después de una hora sentado allí y vio en la pantalla que era Taehyung, pero no respondió; dejó que sonara todo lo que quisiera. 

 —¿No responderás? Seguro es urgente. —el menor alzó la mirada y se encontró con la figura de Jinyoung con las manos en su saco color verde. 

 —No, p-por ahora no. 

 —¿Qué ocurre? ¿Estás lastimado por algún lado? ¿Quieres que te lleve a un hospital? 

 Jungkook sonrió y negó.

—Estoy bien, no te preocupes. 

 —¿Cómo no le voy a preocupar por la persona que tanto me gusta? —cuestionó Jinyoung y Jungkook lo miró sorprendido.

 Taehyung tenía razón.

𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗜𝗡𝗖𝗘𝗟𝗘𝗦 𝗬 𝗧𝗜𝗡𝗧𝗔 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora