El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin

Capítulo 7: Pequeño Filo

Comencemos...

Sesshomaru sigue frecuentando como siempre a Rin, a veces viene solo o con Jaken y Ah-Un. Rin se ha adaptado más a la vida en la aldea, pero sus amigos siguen siendo el grupo de Inuyasha. Cuando Kohaku llega de visita ella se divierte mucho con él porque están más cercanos en la edad.
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Rin: " Últimamente la abuela Kaede además de enseñarme sobre medicina y clases de etiqueta, ha insistido en que aprenda a usar el arco... Sinceramente no soy buena en eso, se necesita mucha fuerza para tensar el arco, y mucha precisión para dar en el blanco. Pero la abuela Kaede dice que debo aprender a defenderme, aunque el señor Inuyasha, el monje Miroku y los demás siempre estén pendientes de mí, debo saber valerme por mi misma. Sé muy bien lo importante que es saber defenderse en este mundo... Tal vez si yo en aquel entonces, si supiera las cosas que conozco ahora, quizá por lo menos mi hermano podría haberse salvado.¨ - Su rostro era melancólico mientras sostenía el arco con poca fuerza.

Kaede: Rin, si no te sientes con ánimo el día de hoy lo podemos dejar para otra ocasión, lo mejor será que descances un poco, hoy haz hecho un buen trabajo y además te diste el tiempo de intentar usar el arco, por hoy es suficiente. - decía con gesto amable, ella notó la niña tenía una mirada melancólica.

Rin: Pero abuela Kaede yo puedo continuar, es solo que se me dificulta. - estaba preocupada porque no quería decepcionar a la anciana.

Kaede: Rin, a veces lo mejor es despejar la mente para poder mejorar, por hoy puedes disfrutar de la tarde. - dijo con una sonrisa amable mientras se retiraba.

Rin se quedó sola, la verdad no sabia en que ocupar su tiempo ahora, ella era muy dedicada en sus labores y los ratos donde no había mucho que hacer eran escasos. Así que se dispuso a ir a ese lugar, en aquél árbol que a su amo le gusta echarse a descansar en sus visitas, a Rin se le hacía muy curioso eso de él, después de todo la primera vez que lo conoció se encontraba echado a la sombra de un árbol.

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En las aldeas vecinas un hombre había estado atacando a niñas y mujeres jóvenes, Inuyasha no le había dado importancia al asunto puesto que los ataques eran muy esporádicos y lejanos de la aldea, pero parece que de nuevo aquel hombre regresó a sus andadas y los ataques se estaban acercando a la aldea. Inuyasha y Miroku estaban alerta por si lo llegaban a encontrar.

Inuyasha: "Lo mejor será que busque a Rin, ese maldito asesino esta matando en su mayoría niñas de la edad." - pensaba eso mientras daba brincos largos por la aldea rastreando el aroma de Rin, el cual logró encontrar rápido.

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Rin estaba acostada en el mismo lugar donde su amo suele sentarse. Ella luce muy pequeña en ese sitio a comparación de aquel imponente demonio que se sienta con mucha tranquilidad en dicho lugar, estaba algo nostálgica y preocupada, pensando en sus fallidos intentos con el arco, no quería ser una carga para nadie, pero aún así añoraba los días con su señor, aquellos días Rin no estaba preocupada por nada, sabía que estaba segura junto a su señor Sesshomaru. Acurrucada en posición fetal en ese lugar.

Rin: " Si tan solo no fuera tan torpe podría defenderme a mi misma un poco mejor, quizá si desde antes lo hubiera intentado no toda mi familia habría muerto." - sentía ganas de llorar en solo recordar ese suceso tan horrible.

En eso alguien más se acerca, de cabellos plata, por alguna razón Rin imaginó a Sesshomaru, pero la voz tosca de alguien más la hizó entrar en razón.

Inuyasha: ¡Rin! - la llamó para no asustar a la niña que estaba recostada en las raíces del árbol.

Rin: ¡Señor Inuyasha! ¿Qué lo trae por aquí?. - decía con un leve rubor en sus mejillas, porque por poco y lo llama "señor Sesshomaru".