Capítulo 24: Verdades incómodas

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Comencemos...

Sesshomaru se dirigió a la aldea de Inuyasha. No tardo mucho tiempo en llegar. De hecho en el camino, se deshizo de las prendas humanas e hizó aparecer su armadura de siempre y tomó de su habitación sus espadas antes de salir. Transportarse en esa forma le permitía moverse muy rápido. Cuando llegó estaba parado a unos cuantos metros de la cabaña de Inuyasha y Kagome. Sabia que el olfato de su hermano anunciaría su presencia.

...

Inuyasha y Kagome ya tenían tiempo donde pasaban las noches juntos. Esa en especial era una de esas ocasiones. Ya estaban dormidos pero Inuyasha siempre está alerta al dormir y su sueño es ligero. Por eso pudo detectar el olor de su hermano afuera de la cabaña. Se levantó con cuidado para no despertar a Kagome, salió sin su hitoe rojo porque con el estaba tapando el torso desnudo de Kagome. Traía puesto su hakama rojo y Kimono blanco interior. Debajo de un árbol estaba parado su hermano mayor, con su característica cara inexpresiva. El híbrido caminaba muy tranquilo a donde estaba su hermano, eso sí tenía en la mano a colmillo de acero por precaución, los viejos hábitos no se van por sí solos de la noche a la mañana.

...

El Daiyokai miraba con atención a su hermano, pero algo le llamó la atención esta vez. Algo era distinto.

Sesshomaru: "El olor de Inuyasha es diferente, antes siempre estaba impregnado de la esencia de Kagome, pero ahora sus olores están mezclados... ¿Acaso ellos?". - Sus pensamientos fueron interrumpidos por el Hanyo impaciente.

Inuyasha: ¿Qué es lo que quieres? - Preguntó tajante y de muy mal humor.

Sesshomaru: He venido a preguntarte algo, Rin me dijó que tu sabías. - El Hablaba como si fuera algo sin importancia.

Inuyasha: ¡Aja! ¿Y no podías venir en la mañana como la gente decente?. - Estaba cruzado de brazos con cara de fastidio.

Sesshomaru: Yo no tengo porque seguir protocolos estupidos impuestos por humanos. - Seguía mostrando su cara imperturbable.

Inuyasha: ¿O enserio? Te recuerdo que ahora estás en una capital humana para custodiar a Rin. Así qué no me vengas con discursos nefastos sobre las costumbres humanas, Sesshomaru. - Su tono era sarcástico y eso provocó la ira de su hermano.

Sesshomaru: Se ve que quieres morir, Inuyasha. - Su mirada era amenazante.

Inuyasha: No tengo ningún maldito problema contigo, pero si lo que querías era una pelea entonces no te la voy a negar. - Tocaba la empuñadura de colmillo de acero.

El ambiente se hacía tenso entre ambos pero Sesshomaru recobró la compostura. Debía preguntar su duda y una pelea con Inuyasha no era lo más conveniente en ese momento.

Sesshomaru: No vine a luchar. Responde mi pregunta y me largaré de aquí. - Su gesto volvió a ser frío.

Inuyasha: ¡Keh! Como sea, pero aquí no hablaremos. No quiero despertar a Kagome. - Accedió porque sabía que él no se iría hasta que terminara de hacer lo que quería y lo mejor sería acabar pronto. Se dispuso a dar unos pasos al bosque pero en eso.

Sesshomaru: ¿Le tienes miedo a esa mujer humana?. - Su comentario tenía cierta acidez y eso irritó a Inuyasha.

Inuyasha: Si quieres voy y la despierto para que venga y haga un escándalo, entonces le podrás preguntar a ella todas tus dudas, maldito imbécil. - Lo miraba con mucho coraje.

El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora