Capítulo 15: Inmaduro

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𝑪𝒐𝒎𝒆𝒏𝒄𝒆𝒎𝒐𝒔...

Han pasado 3 meses desde los acontecimientos de la fiesta de cumpleaños de Rin. Sesshomaru ha procurado visitarla seguido. Sus visitas eran más largas que antes, incluso Jaken era desplazado por su amo, al parecer quería privacidad con Rin...

Inuyasha: ¡Vamos Jaken! Eres muy inútil para pescar, a este paso no estás ayudando sino estorbando. - Gritaba el Hanyo a la orilla del río junto a Jaken.

Los dos estaban pescando con cuerda y anzuelo.

Jaken: Ahh! Ya cállate, hago lo que puedo. - Parecía algo triste.

Inuyasha: ¿Otra vez te dejaron solo?. Es un poco extraño, que ahora ellos quieran estar a solas. - Él se sentía intrigado por la cercanía de su hermano por Rin, ya no era como antes, ahora parecía que no quería separarse de ella.

Jaken: Mi amo bonito, últimamente no quiere que lo interrumpa cuando esta con Rin. - El pequeño Kappa estaba decaído, no entendía porque de repente ellos dos lo hacían a un lado, seguía conviviendo con Rin, pero el comportamiento de los dos cambiaba mucho cuando estaban juntos.

Como Jaken estaba sensible, comenzó a platicar seguido con Inuyasha, al parecer necesitaba algo de apoyo moral. Y el híbrido tenía mucho interés en saber, además Kagome le pidió que pasara tiempo con Jaken. Por dos motivos; Uno animar al pequeño demonio y el otro averiguar que estaba pasando entre Rin y Sesshomaru. Inuyasha se mantenía renuente a la idea de que su hermano mirase a Rin con otros ojos, pero Kagome estaba convencida de eso.

Inuyasha: Y dime Jaken, ¿porqué Sesshomaru te pide que los dejes solos?. - Él preguntó de manera tosca, no sabía cómo plantear la conversación de otra manera menos invasiva.

Jaken: Si lo supiera no estaría aquí contigo pescando, zopenco. - Obvio Jaken no tenía idea, aunque...

Inuyasha: Ranita, tampoco es para que te pongas así, es una pregunta nada más, pensé que conocías a Sesshomaru mejor que nadie.

Jaken: ¡No me digas ranita!... Pero hace tiempo, una vieja loca me dijo que algo así podría pasar con ellos, no se si se trate de eso... - Recordó una conversación que tuvó con la Señora Ume.

Inicio del flashback...

Señora Ume: Cosa verde, será mejor que te hagas a la idea, un día de estos tu amo querrá estar solo con la jovencita. - Decía con su abanico cerrado tocando su barbilla, con su mirada astuta de siempre.

Jaken: ¿Qué dices vieja loca? ¿Porqué el amo bonito querría hacer eso con la chamaca?. - Preguntaba exaltado, mientras barría la tienda de Ume.

Señora Ume: Es simple, ella ya no es una niña y él lo notará. No digo que su intención siempre fue esa, es algo natural que ocurra. Las criaturas sobrenaturales como ustedes tienen una forma muy particular de amar, su afecto hacia algún humano puede iniciar en cualquier momento, y en algún punto su cariño pasa a ser un amor más intenso. Las emociones de los Yokais son mucho más fuertes que las de los humanos, por esa razón él va querer estar más con ella.

Jaken: Yo también he visto a crecer a Rin y no siento eso que tu dices. - Seguía barriendo.

Señora Ume: Tu afecto es distinto, por lo que he visto y me has contado, tu ves a esa joven como una hija, ¿No es cierto?. Sientes nostalgia al verla crecer, y es comprensible tu la has cuidado más en esos aspectos.

Jaken: Entonces el amo bonito, también la mira así, ¿No?.

Señora Ume: No, él no la ve de esa manera. Ustedes aunque vivan muchos siglos, su mente no madura a la par con ese crecimiento. Por lo que entiendo, tu amo es mucho más joven que tú. ¿Verdad?, ¿cuántos años tienes tú y cuantos tiene él?.

El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora