El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin

Capítulo 44: Efímero

Muchas costumbres o sucesos antes de la muerte de Inu no Taisho me las voy a inventar. Al final les voy a explicar cuáles son esas costumbres que en mi fic tienen los inuyoukais. Además tocaré un poco del tema de Izayoi, Toga e Irasue. (Obvio todo es producto de mi imaginación porque no sabemos los detalles de esa relación). Espero les guste.

Comencemos...

Ya había amanecido y Rin estaba por salir de su baño. En cada habitación había un pequeño ofuro y una tina. Ella uso la tina para relajarse. Era muy acogedora su habitación, cada cosa que había ahí era como les gustaba, incluso los olores, las flores de su habitación hacían inundar con su fragancia el lugar. Ya con su juban blanco puesto sobre su piel ligeramente húmeda sentada en un silloncito de su cuarto, cepillaba su cabellera azabache. Cuando de repente por su balcón el demonio plateado entró volando a su habitación, ella se sorprendió un poco, pero al ver de quien se trataba corrió a sus brazos contenta.

Sesshomaru: Despertaste temprano. – Su voz serena y rostro serio de siempre.

Rin: Quería estar lista desde temprano para despedirlo. – Se miraba risueña y eso le gusta a Sesshomaru.

Sesshomaru: Veo que seguías vistiéndote, esperaré a que termines.

Rin: De acuerdo, porfavor espere aquí, tratare de hacerlo rápido. – Emocionada corría por la habitación buscando el resto de su ropa.

Sesshomaru: No te preocupes, tómate tu tiempo. – Dijo sentándose en un sofá que estaba por ahí.

Rin: De acuerdo… Es que quería sorprenderlo hoy, pero se me adelantó. – Confesó apenada.

Sesshomaru: Te equivocas, de hecho, si me sorprendiste… Te ves muy bien. – La miró de arriba abajo.

Rin: No sea impetuoso, Señor. – Se cruzó de brazos haciendo un puchero.

Sesshomaru: No lo soy… De hecho, estoy bastante tranquilo aquí sentado esperando. – Una risa sarcástica salió de él.

Rin: Me gusta verlo reír, aunque sea así. – Se giró para seguir arreglándose tranquila.

Siguió cepillando su cabello para ponerse un listón a juego con los colores de su kimono.

Sesshomaru: Es un poco nostálgico… cuando usas ese listón. – No dejaba de contemplar cada movimiento que ella hacía.

Rin: De vez en cuando me gusta peinarlo así o usar la horquilla que me regaló ¿Recuerda? – Seguía arreglándose.

Sesshomaru: La usaste el mismo día que te la obsequió. – Sonreía levemente.

Rin: Hablar sobre eso me hace querer usarla. – Ya con un poco más de ropa encima, abrió el joyero donde guardaba la horquilla.

Sesshomaru: ¿Puedo ponértelo? – Se puso de pie detrás de ella.

Rin: Si, por favor. - Ella se quedó quieta en lo que desataba el listón y ponía en su lugar la horquilla.

Cuando terminó siguió acariciando el cabello de Rin. En silencio ella continuó poniéndose las demás partes de su Kimono, Sesshomaru le ajustó el nudo del obi. La convivencia era tan natural, como si siempre lo hubieran hecho. Los dos se contemplaban el uno al otro con curiosidad.

Sesshomaru: ¿Estás preocupada?

Rin: Un poco, es algo que no puedo evitar y lo sabe.

Levantó su mentón un poco para besarla tiernamente en los labios.

Sesshomaru: No me pasará nada. Aún así, puedes desearme suerte como siempre lo haces.