El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin

Capítulo 31: Cambios

𝑪𝒐𝒎𝒆𝒏𝒄𝒆𝒎𝒐𝒔...

Jaken llegó a la tienda de Ume con Ah-Un, el dragón de dos cabezas se fue a la parte de atrás de la tienda para no llamar la atención de los aldeanos, eso era algo habitual cuando iban de visita. El pequeño demonio entró por la puerta principal con su cara angustiada, Ume estaba despachando a unos clientes pero en cuanto miró a Jaken se emocionó porque tenía desde el festival muchas ganas de saber lo que había pasado con esos dos. Por eso se apresuró a sacar a los clientes tratando de ser amable pero no podía ella estaba ansiosa. Mientras Jaken esperaba resignado a esperar a que ella terminara pero en cuestión de segundos ya había sacado del local a sus clientes, de repente puso un letrero afuera y cerró el Shoji desesperada.

Jaken: ¿Y ahora a ti que te pasa? ¿Porqué cerraste la tienda?. - Decía extrañado.

Ume: ¿Cómo que porqué? Por fin vienes traidor, sabes que quería enterarme primero que nadie sobre el avance de esos dos y desde el festival no te has parado aquí. ¡Así que rápido, rápido! Cuéntame ya que pasó. - Corría a toda prisa por la tienda buscando una tetera.

Jaken: ¡Kah! No me digas que fue por eso que cerraste la tienda, que mujer tan chismosa. - Se cruzó de brazos y se dejó caer en el sofá fatigado.

Ume: ¡Pues claro! Llevo años pendiente de los Kimonos de esa jovencita y ahora que por fin conozco a tu señor que siempre se mantuvo desde las sombras haciendo los encargos mi curiosidad no tiene límites. Quiero todos los detalles no vayas a omitir nada ¿Entendiste?. - Ya había puesto hervir el agua para el té.

Jaken: Yo no voy andar como señora de pueblo platicando todo lo que pasa entre ellos, gobiernate un poco mujer. - Trataba de hacerse el difícil pero él también le quería contar para preguntarle sus dudas.

Ume: ¡Aja! Si bueno ¿Té verde o negro?. - Ignoraba su intento por hacerse el duro, ella ya estaba preparando las tazas.

Jaken: Negro y con poca azúcar de caña. - Soltó un suspiro dándose por vencido.

Ume: En lo que termino de preparar el té, dime... ¿Porqué esa cara larga? Ya sabías que entre ellos iba a ocurrir algo, entonces no veo porque tengas que estar tan preocupado. - Revolvía la taza de té negro.

Jaken: ¡Ay! Pues seguía sin creerlo hasta que hoy en la mañana los vi muy juntos... He estado con el amo Sesshomaru durante más de 100 años y verlo portarse así con Rin es algo que jamás pensé que mis ojitos verían. - Confesó por fin su inquietud, pero Ume soltó una gran carcajada.

Ume: Tan rápido y ya van con esas cosas, ¡jajaja! Parece que los consejos si sirvieron. - Habló más para si misma que para Jaken quien estaba indignado.

Jaken: No es gracioso, Ume. Entiende que el amo bonito nunca y digo nunca había mostrado ese tipo de intereses, es más estoy preocupado ¿Qué tal que eso no es normal? Yo que sé, no me lo esperaba de él... Además Rin está prácticamente pegada al amo Sesshomaru, ya le dije que no sea tan confianzuda y que debe mostrar más decoro pero solo los descuido un poco y ya están juntos otra vez. - Le daba un sorbo a su té que ya estaba servido y Ume se encontraba a un lado de él sentada escuchado todo atentamente.

Ume: Es completamente natural, incluso si tu señor es un gran demonio como ya pude comprobar sigue siendo joven y tarde o temprano debía pasarle, aunque... - Se quedó pensativa y eso puso nervioso a Jaken.

Jaken: ¿Aunque?. - Ya se estaba preocupando otra vez.

Ume: Los inuyoukais son muy peculiares, creo que ya te haz dado cuenta. Verás por naturaleza ellos son extremadamente territoriales justo como los perros comunes y corrientes, que tenga forma humanoide no cambia ese hecho. Entonces con sus parejas suelen ser posesivos, para ellos su hembra o mujer, lo que sea que piensen es de su propiedad. Suena primitivo o rudo pero así es como me llegó a explicar cierto soldado de dicha raza. - Expresó todo tranquila pero Jaken ahora estaba sudando.