El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin

Capítulo 27: Colmillo Sagrado

𝑪𝒐𝒎𝒆𝒏𝒄𝒆𝒎𝒐𝒔...

Caminaron hasta la sala, lejos del cuarto de Rin para asegurarse de que ella no escuchara la conversación.

Michiko: Seré clara contigo, no hace falta indirectas para hablar del tema.

Sesshomaru: Parece que por fin mostrarás tus verdaderas intenciones. - Su cara mostraba satisfacción, pensaba que ella tenía propósitos oscuros y estaba por revelarlos.

Michiko: El corazón de los humanos es muy frágil, si tu intención es quedarte con ella lo mejor será que lo hagas de una vez, porque si solo piensas jugar con Rin, ten por seguro que haré hasta lo imposible por mandarte al infierno. - Su mirada era aterradora, no parecía ser una amenaza vacía en absoluto.

Sesshomaru: ¡Hmp! ¿Qué podría hacer una vieja humana como tú?. - Su voz era sarcástica pero seguía molesto.

Michiko: ¿Cuántos años crees que tengo?. - Preguntó con frialdad.

Sesshomaru: ¿Eso qué tiene que ver?.

Michiko: Tengo diez mil ciento cinco años. - Cuando dijó eso Sesshomaru se sorprendió, pero le creyó porque algo en el olor de esa mujer siempre le resultó extraño...

Sesshomaru: Se que eres humana, pero aún así tienes un hedor extraño contigo es ligero pero puedo percibirlo. - La miraba tratando de entender que era esa extraña esencia.

Michiko: Es olor de un elixir que bebí hace mucho tiempo, es por eso que he vivido tanto tiempo, he visto y conocido muchas más cosas que tú, de solo verte puedo saber que eres un demonio joven, a lo mucho 800 años debes de tener, a diferencia de mí yo se mucho más que tú, tal vez no pueda matarte pero si podría hacerte sufrir de alguna manera... - Su tono era amenazante de nuevo.

Sesshomaru: Puedo matarte aquí mismo, tus amenazas no sirven. - Él ya estaba tocando su espada.

Michiko: Hace muchos años yo estuve comprometida con un Daiyokai, un Tengû del clan del sur, el muchacho que atendimos Rin y yo, Kimura es mi nieto. - Confesó tranquila.

Sesshomaru: Ciertamente tienen una peste similar, así que tiene sentido. - Seguía en posición defensiva.

Michiko: La vida de esa joven es corta a comparación de la tuya, tienes dos opciones. Vivir con ella hasta que su vida llegue a su fin o dejarla para que tenga una vida humana normal lejos de ti. ¿Qué decides? ¿Puedes vivir sin Rin?. - Le preguntó con mucha seguridad.

Sesshomaru: Yo no tengo porque decidir, simplemente ella estará conmigo si es lo que desea. - Respondio muy disgustado.

Michiko: La vida de los humanos transcurre mucho más rápido, su vida a tu lado será feliz unas cuantas décadas y nada más.

Eso último lo dejó aturdido, la mujer tenía razón, la vida de Rin es efímera y la de él probablemente no tendría fin, si ahora siente que no puede separarse de ella, en un futuro cercano ella morirá y partirá de este mundo para siempre y no importa cuántas veces reencarne jamás será la Rin que conoció. Michiko notó que sus palabras afectaron al inuyoukai.

Michiko: Si tu amor por ella es auténtico y Rin desea permanecer a tu lado, existe una tercera opción. - Su voz ya no era hóstil, ahora era más amable.

Sesshomaru: Dímelo entonces. - Su mirada reflejaba cierta preocupación.

Michiko: Busca el otro elixir de la inmortalidad para ella.

Sesshomaru: ¿Algo cómo eso siquiera existe?. - Él jamás había escuchado un relato sobre eso.

Michiko: Existe y yo soy la prueba misma de eso. Hace mucho tiempo mi difunto esposo la consiguió para mi, vivimos juntos casi 900 años en paz, hasta que el murió en una batalla y solo quedé yo.