Mi Sexy Niñero | Taekook [태국]

Capítulo 50: ¿Viajar?

Exactamente un mes había pasado y Taehyung ya estaba perdiendo la esperanzas con el castaño quien seguía demasiado confundido. No era para nada fácil perdonar aquella persona que le hizo sufrir.

—Jungkook, ya dale una oportunidad, se andan besando y ni siquiera son nada— bufó Jimin cruzándose de brazos mirando fijamente a su mejor amigo.

—Entiende que no me atrevo, no tengo el valor para decirle que lo perdono— puchereo.

Park quien ya estaba cansado de la situación, no pudo evitar soltar un quejido de fastidio. El más que nadie pudo presenciar como el peli azul daba todo de el para ser perdonado y obvio que se sentiría mal al saber que esos intentos fue en vano.

—Piénsalo y deja de jugar con el— culminó ya retirándose de la habitación.

Jungkook soltó un suspiro echándose en su cama mientras miraba el techo. El quería a Taehyung, claro que lo hacía pero alguien estaba interponiendose a su felicidad y era Hyunjin.

Quien a escondidas tenía un momento demasiado romántico y con tan solo eso bastó que el castaño se quede completamente confundido. No sabía a quién aceptar o rechazar, mucho menos le gustaba la idea ser presionado cuando ni siquiera estaba seguro.

—¿A donde vas?

Ahí estaba aquella señora quien era sujetada bruscamente por el brazo impidiendo su movimiento. —Déjame o grito.

El señor Jeon formó una sonrisa tan cínica soltando el fuerte agarré hacia su esposa. Observo aquella maleta con algunas prendas dentro, sabía lo que tramaba su mujer y no se lo iba a permitir.

—Así que te largas— sonrió. —¿Estas consciente que ni tienes a donde ir? Te recuerdo que estamos muy lejos de casa y ni creas que te daré una moneda.

—No necesito tu dinero para huir de ti y ni te preocupes que yo puedo mantenerme sola— contesto desafiante.

Entre aquella oficina se escuchó una risa bastante escalofriante por de parte del más alto dejando en confusión aquella mujer.

—Tu sin mi no vives, por mi es que estas en donde estás. ¿O me equivoco?— pregunto ladino.

La castaña formó una sonrisa para luego seguir empacando sus cosas y al terminar de hacerlo miro fijamente aquel hombre con mucho asco. —Ojalá te mueras— murmuró entre dientes y por fin salir de aquel lugar.

Estar solo en tu habitación puede llegar a ser relajante, a la vez muy solitario. Jungkook se había quedado solo, Jimin y Yoongi se habían ido a pasear por ahí mientras Hyunjin y su niñero fueron a comprar algunas que otras cosas para la semana.

—Que aburrido.— susurró cerrando los ojos, estiró sus extremidades en la cama para sentirse más cómodo.

Algo vibrante empezó a sonar en su cama dando entender que era una llamada, de inmediato se sentó curioso contestando con un "¿Hola?"

—Buenos días hijo ¿Como va todo por allá?— habló una voz delgada y suave.

Jungkook al saber de quien se trataba suspiro sonriendo. —Hola mamá, todo va bien. ¿Como esta papá?

—Respecto a eso, cariño. Mmm, tu padre y yo hemos hablado de algo importante.

—¿Acerca de que?

—Tienes que venir con nosotros, Jungkook.

—¡¿Que?!

La llamada fue cortada después de aquella conversación haciendo que la castaña suelte un suspiro mirando a su esposo.

—Espero que estés contento.— bufo la madre.

—Claro que lo estoy.