Mi Sexy Niñero | Taekook [태국]

Capítulo 20: Menor de edad

Como decía, sería una larga semana, los padres de Jungkook quedaron en que se quedarían con su hijo dentro de una semana para luego partir a su viaje. Una semana donde los novios no podían mostrar ningún afecto.

Se preguntarán, ¿Por qué los padres de Jungkook no retiran a Taehyung si se van a quedar por una semana? Pues prefirieron que se quedara para no estar sacando sus cosas que tardarían en trasladar. Por lo tanto, Taehyung no dormirá en la casa de los Jeon así que tendrá que vivir donde Yoongi, al final sus cosas estaban en la casa de Jungkook.

—Pero hyung, yo no quiero que te vallas.—puchereo el menor mientras agarraba las grandes manos de su novio.

Taehyung sonrió por el tierno gesto que había hecho su Jungkookie.—Cariño, solo es una semana, prometo visitarte todos los días.

—Pero igual, no te veré todos los días a cada rato.—se quejo el menor.—Extrañare tu rostro.

—Eres un exagerado.—rió el mayor mirando al castaño mientras el fruncia el ceño con el puchero.

—No lo soy~ y lo digo enserio, te extrañaré demasiado.—lloriqueo Jungkook abrazando al mayor quien de inmediato correspondió dejando un cálido beso en su cabeza.

Era tan tierno ver a un Jungkook muy cariñoso y rogando que el mayor se quede junto a el. Jungkook maldecia a cada rato sus padres quienes tomaron esa decisión, ellos no sabían cómo despedirse y si lo hacían —ya saben como— probablemente sean vistos por los mayores.

Ahora mismo los dos novios se encontraban afuera de la casa justamente en la puerta que estaba un poco abierta. Taehyung sonrió acariciando los cabellos castaño de su novio y susurró.

—¿Que te parece si en la noche nos vemos cuando tus padres estén durmiendo?—sonrió Taehyung.

Jungkook sonrio separándose de su novio, volteó y se aseguró en que sus padres no estén, inmediatamente dio un pequeño beso en los finos labios de su novio. Musito un "Nos vemos en la noche" y entro a su casa dejando al mayor con un cosquilleo en su estómago.

—Eres una jodida adicción Jeon Jungkook.—sonrio el mayor mientras miraba la puerta que ya estaba cerrada.

—¡¿Que hicistes que?!—gritó el pelinegro aún no pudiendo creer en lo que le decía su amigo.

Yoongi jalo levemente sus cabellos demasiado estresado, lo que había hecho era totalmente ilegal y podría ir a la cárcel si algún juez o policía se llega a enterar. Merecía todos los regaños del mundo, el perfectamente lo sabía.

—Ya, esta bien, tranquilo.—trato de animar Taehyung quien daba palmas en la espalda de su amigo.—Cualquiera comete errores.

—¡Pero no como éste Taehyung! Yo no voy cogiéndome a un menor de edad como tú.—gritó Yoongi desesperado.

A Taehyung le había dolido pero al final lo dejó pasar, su amigo estaba demasiado frustrado y lleno de culpa. En su momento, Taehyung estaba así cuando se cogio por primera vez a Jungkook, bueno, la verdad eso nunca paso pero finjamos que si.

—Lo siento.—murmuró Yoongi cerrando los ojos apoyando sus codos en la mesa tratando de tranquilizarse.—Estoy bastante asustado Tae.

—Tranquilo pero..¿Asustado por que? ¿Acaso Jimin dirá algo?—pregunto el pelinegro con el ceño fruncido.

Yoongi alzó los hombros mientras aún tenía los ojos cerrados.—No lo se, me desperté y lo vi ahí echado desnudo, pensé lo peor y rápidamente me fui de ahí.

—No debiste hacerlo, es horrible que al despertar, la persona que te ha follado ya no esté.—comento el pelinegro haciendo una mueca.

—¿Que quisieras que haga? ¿Que lo despierte y decirle que lo he pasado bien metiendo mi pinga en tu culo? Ni siquiera me acuerdo de lo que pasó ayer.

—Literalmente fue en su ano.—musito Taehyung desviando la mirada recibiendo una mirada fulminante de su mejor amigo.—¿Pero que quieres que te diga? Ya te lo follaste y no hay vuelta atrás campeón, más bien, anda pensando en cómo no morir de vergüenza el día de mañana ya que irás a trabajar en su casa.

Yoongi me miro con los ojos abierto, Taehyung tenía toda la razón ¿Como sería capaz de mirar a Jimin después de lo que pasó?

—¡Mierda y más mierda!—alzó la voz el mayor recibiendo una carcajada de parte del pelinegro quien se reía de lo desesperado que se encontraba su amigo.