¿Sería diferente el Señor Ben a los otros sirvientes?, ¿tratarlo bien desde el primer día haría de él su subordinado?
¡Ja! Claro que no, este nuevo chofer haría lo mismo que todos aquellos que servían en la mansión, de nada servía ser bueno cuando al final se aliaban con Iris para hacerle la vida imposible. Hasta la servidumbre sabía que no era favorecido por su padre.
Aunque de cierta forma le daba curiosidad el saber por qué Yao despidió a Wilber teniendo en cuenta que era uno de los más favorecidos por su primo. Que a su padre no le importara la reacción de Iris lo había dejado algo desconcertado.
—Señorito Pardis —Inclinó Ben su cabeza como sinónimo de respeto.
—"-_-"
¿Eh? ¿Seño... Señorito?
—Es un placer para mí poder servirle, desde hoy estaré a su cuidado, por favor —Se apresuró Ben a las escaleras para ayudar a Ares a bajar con las muletas —, déjeme ayudarle.
Con que este era el Señor Ben, mirando su aspecto, el hombre era de indudablemente de origen asiático, la primera impresión que tuvo de su nuevo chofer no era tan mala después de todo.
—Está bien—detuvo Ares con la mano, evitando que Ben lo ayudará —. Puedo bajar las escaleras por mi cuenta. Y por favor no me llames Señorito Pardis, dime Ares como todos los sirvientes.
No le llamaban así exactamente, tenía tantos nombres tan originales dados por todos ellos que había perdido la cuenta, pero que lo llamaran Ares en vez de "bastardo", "niño asqueroso", "pequeño rufián" y "delincuente" era mucho mejor que eso.
—¡Dios! —palideció Ben —Este sirviente no se atrevería a llamar a su Señorito por su nombre.
Quería reír, tanto respeto que demostraba ahora sería olvidado después de unos días, en fin, no se amargaría más la vida por pequeñeces.
Se dirigieron al instituto sin ningún percance, el Señor Ben fue amable durante todo su trayecto, aunque era demasiado ruidoso y también demasiado formal al hablar.
Suspiró profundo antes de entrar al instituto, su vida como estudiante marginado volvía a comenzar. Alzó su frente con gallardía a las miradas divertidas y a los cuchicheos mientras caminaba hacia su salón, eran tal y como de costumbre, señalaron sus piernas e hicieron bromas entre los mismos estudiantes, los profesores miraron esto y lo ignoraron como siempre lo hacían.
—¡Hey, hey, Ares el lisiado! —hizo una broma Roger frente a su grupo de amigos —¿Puedes creerlo?, ¡el inútil de la familia Pardis cayó en desgracia una vez más!
Oh, Roger era tan predecible como de costumbre, tal vez si no fuera por las muletas y el que no pudiera moverse con más libertad, el lisiado sería otro en esos momentos.
Sin embargo, juzgando por la situación, él estaba en desventaja, uno contra cinco era una gran diferencia, además Roger y sus secuaces nunca peleaban limpio, cada que ellos tenían una pelea por lo general siempre ganaba, pero ahora él no podía pelear con esos bastardos.
Simplemente los ignoraría por esta vez y cuando ya estuviera mejor, él mismo le rompería las piernas a estos que se creían superiores a él.
—¡¿Me estás ignorando bastardo arrogante?! —Se interpuso Roger en el camino de Ares.
—... — Ares lo volvió a ignorar y siguió su camino.
—Oye Roger, este imbécil te está ignorando, creo que deberías romperle la boca, ¡con eso el bastardo aprenderá a responder cuando se le ordena!
A Ares no le importó nada, siguió caminando, pero si se atrevían a golpearlo se los regresaría aun si eso significaba que tardaría más en dejar las muletas.
—¡Ugh! —Se escuchó un sonido de dolor.
—¡Roger! —gritaron sus amigos cuando él cayó al suelo.
—¡¿Qué te sucede Roger?!
Ares volteó hacia atrás para saber porqué se habían vuelto más ruidosos, sin embargo esta situación era inusual, Roger estaba en el suelo, revolcándose de dolor mientras apretaba su estómago.
—¡Roger! —gritaron.
—¡Llévenlo a la enfermería bola de imbéciles! —sugirió uno de ellos.
En verdad este era un día algo extraño
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Salvando Al Hijo Desterrado
Short StoryIgnoro a su hijo solo para darle prioridad a su sobrino favorito. Y las consecuencias fueron... Si, sus acciones convirtieron a su hijo en un asesino. Pero por alguna razón después de verlo morir, se sintió infeliz. Culpable y devastado regreso al...