Salvando Al Hijo Desterrado

Capitulo 47: Vida

Misericordioso, bondadoso y lleno de amor, en eso se definía su personalidad.

¿Porque?, eso es porque él era Vida.

Donde sea que sus manos tocarán creaba vida, una vida que él amaba como todas sus creaciones.

Hasta el más leve insecto lo amaba, porque él amaba todo lo que hacía.

Amaba...

Amaba con locura, amaba y sufría, amaba y odiaba, amaba tanto que pronto su amor lo lleno de rabia por culpa de aquél que destruía todo lo que el creaba con tanto amor.

Arrebataba la vida que el dio a aquello que amó, con esas manos frías y piel blanca las tocaba.

¡CÓMO SE ATREVÍA!

Odiaba...

Odiaba y sufría, odiaba con rabia, odiaba todo lo que tuviera que ver con Red.

Odiaba tanto a ese ser del que nunca entendería lo que era sufrir por aquello que protegiste con tanto amor, Red no entendería nunca lo que era sufrir por algo que amaba hasta la locura.

¡Porque Red no tenía sentimientos como los tenia él!

Hasta que...

¡LO ATRAPO!

Nunca imaginó que Red quisiera proteger tanto a un humano hasta el punto de romper las reglas al tratar de protegerlo.

Entonces se podría decir que este humano se convirtió en una creación de Red, porque ese humano llamado Ares recibía el amor de este ser inmortal.

Como bien lo dijo antes, él no tenía nada en contra de Cheese pero desgraciadamente Red estaba implicado de cierta forma con ese joven.

Tal vez esta era su oportunidad de regresarle todo lo que sufrió desde que Red fue creado.

"Lo siento Cheese" se repitió muchas veces antes de aparecer entre su pelea.

Quizás si nunca se hubiese dado cuenta del interés de Red por Ares, él aún apoyaría a su viejo amigo a cumplir este acto lleno de bondad.

Era una lástima que no fuera este el caso...

—Tus ojos y tu lengua los tendré en mí poder, claro que estos se te regresaran cuando tu castigo termine.

Ya que de esta forma su travestido amigo no tendría oportunidad alguna de comunicarse con ese hombre llamado Yao.

— Cheese...—continuo hablando con "humildad" a su amigo— desde este instante el núcleo de la tierra será temporalmente tu casa, desde ahí cumplirás con tus obligaciones, ¿Verdad que estás de acuerdo con esto? —Pregunto aun sabiendo que el pequeño no podría responder, pero si podría mover la cabeza en forma de protesta, si Cheese se negaba, el simplemente le regresaría las partes que tomó de su cuerpo.

Como seguía repitiendo, él no tenía nada en contra de Cheese.

—...

Sin embargo Cheese no movió ninguna parte de su pequeño cuerpo.

Vida frunció levemente el ceño al descubrir que Cheese ya no tenía ninguna intención de refutar su situación.

—Bien, tomare tu silencio como un si— respondió al momento en que las cadenas con púas carmesí se desprendían del cuerpo de Cheese insertándose únicamente en sus tobillos, Vida giro su espada blanca y la arrojo a la tierra, las cadenas se movieron bruscamente como si la espada los guiará hacía el núcleo de la tierra.

Red al comprender que Cheese estaba siendo arrastrado por las cadenas por un castigo injusto, desintegro las espadas de su cuerpo con la intención de ir a rescatarlo, pero se detuvo al ver la expresión calmada de Cheese.

¿Acaso no fue Cheese quien estaba desesperado porque lo dejaran ir a lado de ese detestable hombre?

Si era así, porque ahora se miraba tan... calmado.

Entonces eso significaba que...

¡Maldito viejo me asustaste!, dijo en sus pensamientos Red.

— ¡TUUU! —Grito con furia Vida — ¡COMO TE ATREVISTE A DESINTEGRAR MIS PRECIADAS ESPADAS!

Estaba tan enfado que sus manos  giraron en U y hermosas flechas plateadas aparecieron detrás de él, señalo a Red con sus arrugados dedos y las flechas resplandecieron con una luz blanca cegadora que le impidió a Red ver.

Cerró sus ojos tratando de evitar contacto con la luz pero al abrirlos nuevamente, las flechas plateadas habían cubierto todo su cuerpo.

Red quería desintegrarlos como lo hizo con las espadas hechas por Vida, pero se dio cuenta que estas flechas si pertenecían a los regalos sagrados.

—Vida... ¿De verdad es un castigo mandado por él o solo eres tu actuando por cuenta propia?, porque todo esto—miro fríamente a este hombre viejo que siempre se creyó la gran cosa desde que el nació—Creo que todo esto es muy conveniente para ti o ¿no es así?

Vida sonrió triunfante y alzo su mirada llena de superioridad.

—Mi espeluznante ángel de la muerte, sabes...

Se acercó levemente a Red y floto con tranquilidad ante su cuerpo que fue cubierto por todas sus flechas.

—Nuestro creador desde hace mucho tiempo dejo de importarles los humanos, ellos desde hace siglos han estado a merced de nosotros tres, pero ustedes dos no se dieron cuenta de esto, cumplían con sus obligaciones sin saber nada de lo que sucedía, como entenderás ahora soy yo el que está a cargo de todo.

— ¡MALDITO LUNATICO! —Grito Red — ¡¿CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA?!

— ¡TU ERES EL MALDITO PROBLEMA!—señalo a Red con despreció y resentimiento estancado. — ¡Si tu no existieras mis creaciones vivirían plácidamente por toda la eternidad! ¡Pero tú siempre! ¡Siempre! ¡Los terminas matando!

Red al escuchar las incongruentes palabras de Vida movió su cabeza negando.

— ¡Eres un imbécil! ¡Si yo no existiera todo este mundo sería un caos y eso es algo que nunca entenderás!, ¡nunca lo has entendido por todos estos millones de años!, ¡tu cerebro está tan cerrado que nunca lo entenderás!

—Tienes razón no lo entiendo...—respondió —pero si entiendo que te importa ese joven, hey Red creo que es tiempo de que conozcas tu castigo.

Y el mejor castigo era...

—Red.... ¿Por qué no ves con tus propios ojos la destrucción de ese humano?, a ti te gusta hacer miserable a otros, creo que es momento de que sientas este sentimiento, aunque no creo que alguien como tu pueda sentir algo.