Sus labios se abrieron contestando sin prestar atención en sus palabras, ni siquiera sabía el tipo de expresión que estaba haciendo. Solo miraba con atención los papeles que Yao sostenía.
¿Qué era eso?, se preguntó.
¡¡QUE DEMONIOS ERA ESO QUE LE PROHIBIERON VER!!
Si no era importante, ¿entonces porque no lo dejo mirar?, y aunque fuera importante Yao siempre acostumbraba a dejarlo ver, nunca le oculto nada.
De hecho solo fue cortesía el decir que lo ayudaría porque nunca tuvo intenciones de ayudarlo, mucho menos estaba dispuesto a leer aburridos documentos.
Pero... ¡Yao se había equivocado!
¡Yao se equivocó al ser tan cuidadoso con esos simples documentos!
Si no quería que sospechara, entonces nunca debió de prestarle atención.
Oh~ Tío Yao, ¡te falta mucho para engañarme a mí!
¿Yo?, el que siempre ha estado a tu lado, observándote y vigilándote, ¿en verdad crees que puedes engañarme?
—Iris tú...
— ¿Yo?, claro que yo no diré nada, yo siempre estaré de su lado Tío Yao
¡¡ALGO ESTA MAL!!
Una voz perforó como un eco dentro de su cabeza.
Sí, es verdad, necesitaba saber... ¡NECESITABA SABER EL CONTENIDO DE ESOS DOCUMENTOS!
Su ansiedad era extrema cuando sentía que algo estaba mal.
Quizás...
Quizás esos documentos tenían algo que ver con el disco...
¿Pruebas? ¡Maldita sea!
¿Sería acaso eso?
¡No!, era demasiado para Yao, viendo que aún lo trataba con cierto estima no creía que tuviera información sobre sus pasatiempos.
¿Entonces que era?, tal vez...
¿Algo que lo perjudicaba?
Esto estaba mal... ¡¡Todo estaba mal!!
Nada estaba a su favor en estos días.
Necesitaba tiempo, demasiado tiempo para llevar acabo todo lo que tenía en mente.
En menos de una semana no podría hacer sufrir a Ares como se debía.
Necesitaba disfrutar su dolor, necesitaba verlo sufrir hasta quebrarlo por completo.
Pero el tiempo estaba en su contra.
Necesitaba idear algo lo más pronto posible.
¡¡DEMONIOS!!, se maldijo por haber perdido el tiempo con esa bola de inútiles, en lugar de eso debió de hacer algo para agilizar todo.
¡¡AHG!! ¡¡Maldita sea!!
¡Que Imbécil fue al venir aquí cuando no tenía ningún plan!
¡Que debería hacer!
Había muchas cosas en su contra.
Un disco, el repentino cariño de Yao por su hijo, el imbécil de Bairon presionándolo para que matara a su perro.
¡Que rayos tenía que hacer!, cuando no tenía idea de lo que Ares haría con el maldito disco.
Además desde la última vez que hablo con el estúpido de su perro, no dio tantos indicios y tampoco los había dado en los últimos días.
¡IMBECIL! ¡IMBECIL! ¡IMBÉCIL!
¡¡Debiste de investigar en lugar de darle días de tranquilidad a tu perro!!
—Iris...Has estado en contacto con tu abuelo recientemente.
Quizás... Quizás el muy maldito si tenía pensado en rebelar todo durante el cumpleaños del Bisabuelo.
Mientras más pensaba sobre ello más creía en esa posibilidad.
—No, hoy solo fue una casualidad encontrar al abuelo.
No tenía miedo de que descubrieran su verdadera personalidad, no tenía miedo de ser juzgado y condenado.
El único temor que lo atormentaba era no conseguir aquello que deseaba.
Podrían destruirlo, ¡pero él se llevaría su gran premio!
Y para obtenerlo necesitaba ganar tiempo.
¡Mucho tiempo para realizar todo!, para destruirlo todo... para quebrarlo todo...
— ¿Es así?
Pero para ganar tiempo, era indispensable ser inocente.
¿Sería culpable?, ¡claro que sí!
¡Pero a su manera!
—Por supuesto—miro a los ojos al incrédulo de Yao.
Si decía lo siguiente obviamente Yao entendería que no estaba diciendo la verdad.
—Yo nunca le mentiría*.
Solo esperaba que Yao recordara su última conversación.
—Pero Iris, tú ya has mentido anteriormente, ¿no recuerdas?
¡Por supuesto que Yao tendría que recordar aquella mentira!
— ¡Ah!, es...es cierto. —bajo ligeramente su cabeza apretando las esquinas del abrigo con vergüenza. —Yo anteriormente había mentido sobre las clases de Ares...
Levantó ligeramente la cabeza, viendo como Yao fruncía el ceño.
—Lo siento tanto Tío Yao...
— ¿Por qué lo sientes?—pregunto con una voz profunda.
—No me había dado cuenta de nada, lo siento, le hable de forma irrespetuosa, no fui educado e incluso me atreví a decir que nunca le he mentido, cuando en realidad yo...
Se levantó del asiento y le dio la espalda a Yao.
—Tal vez le he dicho muchas más mentiras sin que usted lo haya notado.
— ¿Enserio me mentirías a mí?, Iris... ¿te atreverías a tanto?
Volteó hacía Yao, viéndolo con firmeza a los ojos.
— ¿Sabe?, las personas tienden a mentir muchas veces por miedo, vergüenza, para propósitos egoístas y muchas otras veces se miente para proteger.
— ¿Proteger?
Tenía que contenerse para no explotar a carcajadas ante una mentira como esa.
—Nunca se lo he dicho pero, yo siempre lo he visto como si fuera mi propio padre, usted ha estado junto a mí desde que tengo uso de razón, siempre me ha protegido Tío y más de alguna vez me ha salvado, le agradezco tanto y por eso yo, lo aprecio más a usted que a mis propios padres, incluso lo aprecio más a usted que a Ares, —llevo su mano al cabello, frotándolo con rabia y sonriendo amargamente—¡cómo me atrevo!, dije que lo quería como a mi hermano y ahora siento que por culpa de él, he sido desplazado.
—¿Te refieres a Ares?
—Si—respondió—me refiero a él, ya entiendo porque me odia y no lo culpo.
— Basta Iris, ¿Por qué no te sientas y te calmas?, explícame bien todo este asunto, siento que tratas de decirme algo, pero si no eres claro en tus palabras, nunca podre entenderte.
—Tío... algún día lo entenderá, tal vez me odie pero yo no me arrepiento de nada, porque para proteger a mi padre* yo haría cualquier cosa, aunque sea la más inhumana.
*Sobre su ultima conversación se refiere al capitulo 19
* aquí Iris esta hablando sobre Yao como Padre.
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Salvando Al Hijo Desterrado
Short StoryIgnoro a su hijo solo para darle prioridad a su sobrino favorito. Y las consecuencias fueron... Si, sus acciones convirtieron a su hijo en un asesino. Pero por alguna razón después de verlo morir, se sintió infeliz. Culpable y devastado regreso al...