Salvando Al Hijo Desterrado

Capitulo 78: Rojo

En un día 12 del mes 12 en el año X, por una extraña razón tuvo curiosidad de aquella alma con la que jugaba el viejo.

Esta era la tercera vez que volvían en el tiempo, así que porque no tener curiosidad de alguien que no lograba hacer sus deseos realidad.

Busco el alma hasta encontrarla dentro de un espeso bosque, la niebla espesa no era impedimento para sus ojos, veía claramente al hombre gritar y maldecir mientras llevaba una arma punzocortante en sus manos, el hombre tenía rastros de sangre en su ropa, con curiosidad se acercó más, descubriendo que aquella persona estaba enloquecida.

Era extraño que sucediera eso, así que por curiosidad abrió su libro de la muerte, entendiendo que aquella persona enloquecida jamás volvería a razonar, su libro marco que moriría de viejo en un manicomio.

Vaya sorpresa...

El viejo había vuelto a fracasar, porque un hombre sin razonamiento no le serviría para nada.

Se dio la media vuelta continuando con su rutina de liberar almas. Sin embargo no muy lejos de ahí, sintió la presencia de un alma en desgracia, su curiosidad lo había vuelto a atrapar. Siguió su rastro hasta hallar aquel humano.

Cuando descubrió de quien se trataba, de algún modo sintió lastima por él. Porque este humano de apenas 5 años, era el hijo de aquel hombre enloquecido.

Al tenerlo tan cerca, sintió un olor a sangre desprendiéndose de su cuerpo, busco la razón y vio que aquel humano tirado en el suelo tenia graves heridas en sus manos.

Al recordar al hombre adulto con aquella arma punzocortante, entendió que el había hecho esto a su hijo, quizás por ello el hombre perdió la razón.

En fin no debía importarle lo que sucedía con ellos, sus muertes no llegarían esta noche.

Volvió a darse la media vuelta, dejaría atrás a esta persona, no era asunto suyo lidiar con sus destinos.

— ¿Quién eres? —pregunto el pequeño que seguía tirado en el suelo. —¿Eres un ángel?

— ¡¿Puedes verme?! —dijo sorprendido, no creía que el pequeño humano pudiera verlo y mucho menos creía que pudiera escucharlo.

Pero aquel niño sonrió y con voz muy baja respondió "Si"

Era increíble, ¿Cómo podría ser eso posible?, o quizás...

No era extraño que los humanos lo miraran, al final de sus vidas todos ellos podrían verlo, pero este humano no era normal, este pequeño humano no tenía por qué verlo, el aun no llegaba al final de su vida, su muerte llegaría a sus 18 años de edad.

Para constatar su veracidad, sacó su libro de la muerte y miro  si su fecha de muerte había cambiado, el hombre adulto cambio su forma de morir así que podría ser que este niño haya cambiado su fecha de vida.

No, no había cambiado, sin embargo la forma de morir de este humano cambio igual que el del mayor.

Después de muchas torturas lo degollarían y así llegaría el fin de este humano, conjuntamente a eso, debido a la gravedad de sus heridas en sus manos, le apuntarían sus brazos, por ello le sería difícil huir de su captor.

Simplemente una vida llena de desgracias, que desafortunado.

—Eres muy bonita.

¿Bonita?, ellos no tenían un género en específico, de hecho su físico se debía a veces a su personalidad, la de él era de un hombre de 20 años, no era muy agraciado, tal vez por eso los humanos cuando le veían temían de él, sus ojos rojos y sus alas negras les asustaban, así que en particular no parecía un ángel o una mujer. O quizás... ¿el pequeño lo había confundido con una mujer por su cabello largo?