Capitulo 76: Toma mi mano Pt. 1

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Nicolás Maquiavelo dice "El hombre es malo por naturaleza a menos que le precisen ser bueno", mientras que Rousseau decía "el hombre es bueno por naturaleza y que la sociedad es la que lo corrompe"

Quería saber con qué frase debería de identificar a estos niños. Justo cuando pensaba en ello, corto el cable que desactiva la bomba puesta en el refugio de animales. Suspiro pesadamente y se sentó observando aquella arma explosiva que podía acabar con un vecindario promedio.

Que tan corrompidos podrían estar estos niños que ni siquiera habían cumplido la mayoría de edad, al poner algo así, ¿entenderían lo que pasaría si llegara a detonar?

Cuántas vidas inocentes se perderían por ellos, ¿lo entendían realmente?

En sus años como francotirador en las fuerzas armadas, conoció a muchas personas que ya estaban corrompidas, por el dinero o por el poder, cualquiera de las dos no eran tan diferentes de la una de la otra. Al estar en esta situación, su mente les recordó a ellos.

Otro dilema que lo estaba atormentando era, ¿Cómo podían estos niños conseguir este tipo de armas?, no estaban en un lugar donde ingresabas a una tienda y comprabas un arma, tampoco creía que este explosivo fuera algo que ellos hayan hecho con sus propias manos.

Este tipo de armamento solo se podía ver en manos de la milicia y sus derivados, nadie más podría obtenerlos con tanta facilidad. A no ser que contaras con dinero y contactos para obtenerlos.

Entonces tenía en claro que alguien con mucho poder y mucho dinero tuvo que obtenerlos para ellos. Porque simples niños mimados de instituto no podrían hacerlo. ¿Pero quién si?

Por supuesto, esa persona debía ser "esa persona"

Después de obtener el puesto de guardián, su jefe le informo en privado las cosas que ocurrían alrededor de su joven maestro. Al parecer existía una persona que trataba de hacerle daño al hijo de su jefe. Por ello el tenia indicaciones de investigar quien podría ser "esa persona"

Para ser sinceros sospechaba de aquellos niños, sin embargo al hacer un análisis, creía que detrás de estos niños estaba el autor intelectual. Sin embargo, ¿Quién podría ser?

No tenía ninguna prueba y solo eran suposiciones, pero creía firmemente que esta persona podría ser Iris Pardis.

¿Por qué lo creía?

Es porque ese niño tuvo contacto un día antes con estos niños y también porque este niño nunca le agrado.

Alguien que siempre habla mal de otro para hacerse el mártir con los demás, ese tipo de personas nunca le agradaron en su vida.

Ahora sabe que todo de lo que se decía de su joven maestro es mentira, así que, ¿Por qué no sospechar de alguien que habla mal de ti?

A pesar de tener sus sospechas, no podría decir nada a su jefe sin pruebas, si iba ayudar a Ares Pardis seria con fundamentos sólidos y no con simples suposiciones.

Realmente fue bueno que su jefe lo nombrara como guardián de su hijo, porque si no lo hubiese hecho, este refugio ahora sería un cementerio.

Esperaba de todo corazón que su joven maestro viviera en paz, así como cualquier otro adolescente de su edad.


~★~

Físicamente se encontraba bien, mentalmente, no.

El hecho de que lo estuvieron ahogando con su propia sangre no fue buena, deseaba vomitar pero no podía hacerlo porque su vomito era la misma sangre retenida y al ser sangre su cuerpo lo absorbía.

Que tan raro puede sonar eso, temía que su cuerpo se convirtiera en el de un monstruo.

¡Dios, que tan malo fue para que le estuviera sucediendo esto!

—Ares, que bueno que llegaste, creí que no vendrías a tiempo para despedirnos.

—Básicamente, —interrumpió Sam a su madre— tenía la responsabilidad de venir, fue su idea trasladar el refugio a otro lugar.

— ¡Sam!

— ¿Qué?, es la verdad. Bien niño bonito ayuda a cargar con las últimas cajas y es mejor que te apresures, Mi madre tiene que ir a cocinar una deliciosa cena para mi.

Al ver a Sam entrar al refugio, Madison lo miro como si mirara a un niño pequeño al que tenía que sobornar con dulces para que hiciera caso a sus palabras. Aunque su niño no pedía dulces, si pedía una cena deliciosa para ya no estar malhumorado.

—Ares, después de nuestro traslado pienso en tener unas pequeñas vacaciones con Sam, ¿podrías ayudarme con el refugio mientras yo no este?

—Claro Sra. Madison, procurare en venir con más frecuencia.

—Lo dejare en tus manos—dijo y abrazo cariñosamente a Ares en sus brazos—espero poder persuadir a mi hijo para que pueda llevarse bien contigo.

—Sra. Madison, —dijo Ares sonriendo y negando con la cabeza— no tiene por qué preocuparse por eso, solo diviértase con su hijo.

—Ares...No se aun cual fue el motivo para que tomaras esta decisión de trasladar el refugio pero quiero que sepas una cosa, siempre te voy apoyar en todo en lo que hagas.

—Gracias...

— ¡Ares, apresúrate! —grito Sam. — ¡Estas cajas no se van a cargar solas!

Madison y Ares se miraron, comenzando a reír, Sam a veces podría comportarse de una manera muy infantil.

—Ve o si no el general Sam te castigara.

—Sí, me apresurare, no quiero que enojar más al general.

Al ir por las cajas que faltaban, Sam le indico cuales eran las cajas que debían de llevar hoy y las que quedarían para el día siguiente, después de que Héctor las señalara, se fue.

Minutos después apareció de nuevo, con un rostro más tranquilo y sereno, al parecer Madison le había contado sobre sus planes de tener unas vacaciones.

Ares se sintió bien por ellos, así que tomo dos cajas y las llevo al autobús donde irían Madison y ellos, junto con los animales en adopción. Pero al llegar ahí no vio nada.

— ¡Sam!¿Dónde estás? ¡Sam! —grito Ares desesperado al no ver el autobús.

— ¿Qué sucede? —pregunto Sam que salía con una caja más en sus brazos.

— ¿Dónde está el autobús?, ¡Dónde está la Sra. Madison!

—Aaah, le dije a mi madre que se adelantara, hace frio y eso podría enfermar a los animales y a ella.

— ¡Que!

—Cálmate, nosotros también iremos, la seguiremos en tu auto ya que lo tienes afuera, creí que podríamos aprovecharlo ya que tu chofer está esperando por ti.

— ¡No!

Su rostro estaba pálido y sus ojos se ensancharon, el escalofrió recorrió su cuerpo.

— ¿Ares?

Al momento en que Sam decía su nombre, se escuchó el silencio ensordecedor y después un fatídico estruendo.



















Salvando Al Hijo DesterradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora