Salvando Al Hijo Desterrado

Capítulo 20

Después de que los perros se calmaran, Ares se marchó pero Yao no logró alcanzarlo, desgraciadamente él no era como Cheese que podía aparecer y desaparecer cuando quisiera. Además Cheese había desaparecido desde hace rato.

Suspiro resignado a que tendría que caminar a la mansión Pardis porque no sabía cómo deshacer el poder de la perla del alma.

Su existencia era nula a los ojos de cualquiera.

Se detuvo por un momento en una banca de un parque, no tenía el valor necesario para regresar y encontrarse con su hijo, le había arruinado la vida desde pequeño, ¿Cómo es que no se dio cuenta de esto?

Siempre creyó que fue justo con Ares, le dio todo lo necesario para su crecimiento pero, lo ignoró como él padre que era. Prefirió cuidar de su sobrino porque...

¿Porque?, tal vez pensó que Iris era el que lo necesitaba más, más que Ares que si tenía un padre y una madre, Iris era un chico que perdió trágicamente a su padre y él se compadeció de este niño, no podía culpar a Iris de su descuidó porque el mismo había elegido quien le importaba más.

Llevo sus manos a la cabeza y vio el cielo oscuro de la noche.

Si lo pensaba más a fondo, Ares creció siendo juzgado por todo lo que hacía, porque todos creían ciegamente que su hijo era un delincuente.

La deshonra de los Pardis fue Ares.

Pero, ¿Quién fue el que difundió ésta información falsa?

Golpeo su cabeza para tratar de recordar, en realidad todo lo que escucharon de Ares fueron rumores.

Rumores que pasaron de casa en casa hasta llegar a sus oídos y que él tontamente creyó.

Conocidos, amigos cercanos a la familia, clientes y hasta sus propios inversionistas se lamentaron de él por haber engendrado a alguien como Ares, se enfureció y castigo a su hijo incontables veces por acciones que probablemente Ares nunca cometió, nunca dejó a su hijo defenderse y entonces un día como cualquiera, Ares se comportó del mismo modo que los rumores.

Su hijo estaba dolido con él, que decidió comportarse como un rebelde, pero la realidad es que a pesar de su comportamiento falso, el seguía siendo un joven amable y de buen corazón.

El mismo había colocado una venda en sus ojos y cubrió sus oídos ante la verdad.

Sin embargo, si Ares no era este joven malvado que le hicieron creer y que tampoco fue el quien mato a Anny, entonces, ¿Quién era el responsable de esta muerte?

— ¡Piensa Yao! —se repitió así mismo.

Acaso... ¿"Esa persona" sería el responsable?

De acuerdo a todo lo que vio en este día, estaba seguro que alguien estaba detrás de su hijo con malas intenciones, ¿Seria "Esa persona" el que había esparcido los rumores de Ares y que probablemente fue "El" también quien inculpó a su hijo?

—...

No, no, imposible, eso sería demasiado, que tanto poder tenía "Esa persona" como para lograr que todos creyeran en él.

Sólo un lobo con piel de cordero lograría algo así y si lo había para que fin.

¿Por qué se ensañaba así con Ares?

Entonces tendría que investigar más afondo y llegar a la persona que esparció los rumores que mancharon la reputación de su hijo. Y también tendría que darse a la tarea de cambiar la imagen de delincuente que tenían los demás de Ares, con su apoyo lograría avanzar el primer escalón para que Ares llegara a la cúspide del poder.

Con poder e influencias ya nadie podría tocar a su hijo, y si Ares se quisiera vengar de él, entonces lo aceptaría de buena gana.

—Señor Acosador tu cerebro está a punto de explotar—se burló Cheese.

— ¡Cheese!—dijo Yao encontrándolo a su lado. — ¡Niñato!—apretó su oreja enojado — ¡Me dejaste abandonado!

— ¡Ay! ¡Ay! Déjame! ¡Déjame! ¡Pervertido!

Yao lo soltó y palmeó su cabeza.

—Gracias por hacerme ver la verdad

Cheese sonrió aceptando su agradecimiento.

—Entonces que harás ahora que sabes que tu hijo fue inculpado.

La mirada de Yao era fuerte y decidida.

—Descubriré quien es el que manchó la imagen de mi hijo y también si "Esa persona" tiene que ver en todo esto, quizás... esta misma "persona" tiene que ver con la muerte de Anny.

—Oh~—se sorprendió Cheese que Yao llegara a esta conclusión.

—Cheese si logro salvar esta vez a mi hijo, prométeme que nunca más volverás a regresar el tiempo, aún si yo muero quiero que mi hijo viva una vida feliz.

La pequeña mano de Cheese tomó la mano de Yao, él también quería cumplir está promesa.

—Te prometo que haré todo lo posible para salvarlos.