Capitulo 42: Sara Lambert

339 43 11
                                    

— ¿Sara Lambert?, No conozco a nadie con ese nombre, pero que tiene que ver esa persona con esto.

— ¿Estás seguro que no la conoces? —pregunto nuevamente.

Ares se tomó esta vez un poco más de tiempo en responder, quería dar una respuesta más favorable, sin embargo no conocía a nadie con ese nombre.

—Estoy seguro que no conozco a ninguna Sara.

La respuesta de Ares no sorprendió en nada a Roger, para él era normal que Ares no la conociera, siendo sinceros él tampoco la conocería si no fuera porque Sara era su compañera de clases.

Desde su punto de vista Sara era alguien extraña, no hablaba con nadie de su clase y siempre se mantenía al margen, además de que su apariencia simple no la ayudaba a destacar, en resumen ellos dos nunca fueron amigos, ni conocidos, así que su interacción fue siempre nula. Desgraciadamente se equivocó al haber hecho eso, Ares y él se equivocaron al no prestarle la atención necesaria, porque Sara al igual que otros alumnos, era una de las tantas seguidoras que Iris tenía a su disposición.

— Es... ¿alguien importante para Iris?—pregunto Ares, aunque no creía que ese fuera el caso.

—No—negó con la cabeza Roger a su pregunta.

Miro a Ares que no apartó en ningún momento sus ojos de él, rasco su cabeza un poco avergonzado y camino alrededor del baño sin saber por dónde comenzar.

—Hace siete días Sara Lambert desapareció sin dejar rastro, no sé qué paso con ella, tampoco sé si esta con vida, pero sus padres pareciera no importarles un poco su desaparición.

Ares al escuchar eso sintió lastima por ella, no sabía quién era Sara pero lamentaba la situación de la chica, parecía que había alguien mucho más negligente que Yao como Padre.

—El mismo día en que Sara desapareció, ese mismo día ella hablo conmigo. —De hecho ese fue el único día en que ellos dos entablaron una conversación. Ese día en que se encontraron por casualidad en las escaleras del instituto, Sara lo detuvo como si buscara con quien hablar sin importarle de quien se tratara la otra persona, o eso es lo que él creía en ese momento. — No entendí muy bien y si te soy sincero sigo sin entenderlo del todo, lo único que sé, es que ella sabía algo sobre Iris, algo que nosotros dos desconocemos por completo.

Ares entre cerro sus ojos y su expresión se volvió más seria que de costumbre.

— ¿A qué te refieres con eso?

—"Es cruel"—respondió—"Es inhumano... Es peor de lo que imaginaba"

El inestable ritmo cardíaco de Roger los podía escuchar en sus oídos, esta persona que parecía intimidante en estos momentos lucía como un niño asustado.

—Eso fue lo que dijo Sara, yo pregunte a quién se refería, y ella respondió que a Iris Pardis, me reí sin creerle nada, quería seguir mi camino pero Sara me detuvo, ella saco de su mochila un disco como si fuesen diamantes lo que sostenían sus manos...¡JaJaJa!—rió sin pensarlo—Dijo que tenía en sus manos a Iris, incluso la información que contenía el disco podría arruinar a toda la familia Pardis, porque el único poder que necesitaba estaba en ese estúpido disco.

Pateó cada una de las puertas del baño y la sangre en sus nudillos comenzaron a sangrar como consecuencia de haber quebrado el espejo en pedazos.

—Seguí mi caminó y la última cosa que dijo fue "estamos destinados a esto cuando creímos en sus palabras, él también se deshará de ti"

Cuando Sara le dijo eso la tomó por loca, pero ahora tenía más sentido. Iris incluso lo hacía ahora con sus antiguos amigos, los usaría para joder a Ares y se desharía de ellos como había pasado con Sara.

La sangre de sus manos cayó al suelo y trató desesperadamente de que dejara de sangrar limpiando su sangre con su uniforme.

—Desde el momento en que inicie nuestra primera pelea por culpa de esos estúpidos rumores, mi destino se cruzó con el de ustedes, no sé si fue eso lo que trató de decirme o quizás estoy siendo muy paranoico pero Ares... —Se aproximó a él con un rostro sombrío y llenó de temor.—Sé que ella está muerta, ¡Lo sé!, porque si ella estuviera viva, tu familia ahora estuviera hecha pedazos, pero todo sigue igual con ustedes mientras que Sara desapareció.... sé que fue Iris quien se deshizo de ella por culpa de ese maldito disco, probablemente creas que estoy loco, ¡Pero debes de creerme!, si tu no lo haces... entonces ¿quién?

Ares tomó la mano ensangrentada de Roger en silencio, se acercaron a los lavabos y comenzó a lavar la sangre seca de sus dedos.

—Ares, ahora entiendo que Iris me usó para joderte, me usó sin que me diera cuenta y ahora creó que ya no soy de utilidad, tarde o temprano se deshará de mi como lo hizo con la idiota de Sara ¡DEMONIOS!

No sabía que más decir para que Ares hablara, estaba nervioso porque la única oportunidad de salvar a su familia era con su ayuda.

Si lo que dijo ese Asistente durante una hora sobre Ares era cierto, entonces Ares tenía un gran poder al dominar a su padre a su antojo.

— ¡DI ALGO MALDITA SEA! —grito mientras Ares deslizaba su corbata del cuello para evitar que la mano de Roger sangrará más.

—Te creó —respondió.

Él estaba seguro de que Roger no tenía ninguna prueba, solo simples palabras que podrían ser verdad o mentiras. Era difícil creerle, ellos nunca se llevaron bien, que de pronto apareciera para decirle esto sonaba demasiado falso. Además hace siete días Iris estaba internado en un hospital, si Sara desapareció no creía que fuera Iris quien la secuestro para deshacerse de ella. Pero además de eso su primo pudo haber mandado a Roger para decirle esto, aunque...

Esa mirada desesperada la conocía muy bien, esa misma mirada era su mismo reflejo en los ojos de su padre cuando rogaba para que creyera en él. No sabía ni porque dudaba de una inocencia que no existía, él ya sabía la clase de persona que era Iris.

Sería estúpido en no creerlo, Iris tenía tantos aliados de los cuales pudieron hacer el trabajo sucio mientras él estaba internado. Y sobre ese disco, si en realidad existía debía obtenerlo a como diera lugar.

—Dime Roger que buscas de mí, cuál es tu verdadero propósito al decirme esto.

La forma en que actuaba sólo le hacía pensar que Roger lo buscó por un motivó, no es como si Roger fuera la primera persona en acercarse a él con segundas intenciones.

—Protege a mi familia, llévalos a un lugar donde Iris nunca pueda encontrarlos.

Ya que para él no había una salida.

Ares sonrió y movió su cabeza negando a la petición de Roger.

— ¿Y porque debería hacerlo, que me darás tú a cambio?

Roger apretó su mano y mordió sus labios con impotencia.

—No puedo decir que te protegeré porque tú sabes pelear mucho mejor que yo, pero puedo cubrir tu espalda, mi vida no importa sólo lleva lejos a mi familia.

Sonrió por las ironías de la vida, quien creería que la tarjeta dorada de Yao sería utilizada antes de lo planeado.

—Entonces así será.





Salvando Al Hijo DesterradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora