Capítulo XIV

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Gon no podía concentrarse en las clases de la tarde; le parecía que todo lo que escuchaba eran palabras sin sentido, apagadas y lejanas, que se desvanecían de su memoria en un instante. Miraba insistentemente el reloj en la pared, contando los segundos y aguantando el aliento. Sus emociones estaban revueltas, igual que su cabeza. Las palabras de Erick resonaban una y otra vez en sus oídos, haciendo que se enojara más y más.

"Sabes lo que siente y aún así vas por ahí acostándote con cualquiera"

No. Erick no tenía idea de como habían sido las cosas. Él no lo sabía. No sabía que Killua se sentía de esa manera a pesar de... ¿O solo era una excusa? Claro que se había dado cuenta de que lo miraba de otra forma a veces, pero... pero de todas maneras nunca había querido herirlo, y si se lo hubiera dicho...

¿Entonces qué? ¿Acaso si Killua hubiera confesado sus sentimientos, él habría actuado de otra forma? Por un momento se quedó mirando al vacío, pensando duramente. Ya no estaba seguro de nada.

Gon suspiró pesadamente y Leorio, que estaba dictando su clase en ese momento le echó una mirada rápida antes de continuar, pero el chico ni siquiera se dió cuenta.

Gon era terco, y cada vez que se centraba en un objetivo, olvidaba por completo lo que pasaba a su alrededor. De alguna manera el sueño recurrente sobre esa misteriosa persona había hecho que se obsesionara y tomara una decisión equivocada, y era ahora que se daba cuenta.
Su egoísmo no le había permitido ver por lo que Killua había pasado o sentido cada vez que salía con una nueva chica y se la presentaba, porque estaba enfocado en otra cosa. Pero ahora...

También se daba cuenta que estaba asustado. Y no quería imaginar cómo se sentía Killua. De alguna manera había sido como un acuerdo tácito entre ambos por temor a lo que ocurriría: el chico probablemente nunca se confesaría, y él nunca preguntaría a pesar de sus sospechas, porque en ese momento no podía lidiar con ello.
Es así como había ignorado los rumores por tanto tiempo, continuando con su amistad sin enfrentar a Killua, y sin enfrentarse a si mismo, para no salir herido.
Lo único que había hecho era dejar pasar los días como si nada importara, hasta que todo le explotó en la cara.

Las cosas eran demasiado confusas por el momento, pero si de algo estaba seguro es que bajo ninguna circunstancia renunciaría a Killua y se separaría de él.
Si tan solo la persona del sueño no existiera, o si nunca hubiera tenido ese sueño en primer lugar... ¿cómo serían las cosas entre ambos?
No. La persona en su sueño era importante, pero ¿acaso un tonto sueño era más importante que Killua? No podía seguir así. Tenía que tomar una decisión.

Erick era un idiota, pero sus palabras estaban llenas de razón, y por eso mismo no podía quitarse la culpa de encima.

La campana de salida sonó y Gon se levantó y arregló sus cosas con calma. Leorio se le acercó para ver si se encontraba bien, y él sólo asintió con una sonrisa, como siempre.

Dejó el salón de clases y caminó hacia la salida.

No quería volver a lastimar a Killua.

Erick lo esperaba en la puerta, y ambos se miraron por un segundo antes de comenzar a caminar hasta el patio trasero, donde nadie los vería.

Dejaron sus cosas a un lado y Gon se quitó su sudadera verde para no ensuciarla.

—Lo siento tía Mito, pero tengo que hacer esto... —susurró mientras la doblaba y guardaba en su mochila.

—Hey Freecss, deja de parlotear y terminemos esto.

Gon se dió la vuelta y le dirigió una mirada oscura, sin decir nada, pero Erick había tenido suficiente y ya no podía parar de hablar.

La Luz de tus Ojos - Gonkillu AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora