No estaba seguro de si era un sueño o no.
Todo a su alrededor parecía tan real y a la vez tan lejano.
Se frotó los ojos, tratando de que la lluvia lo dejara ver algo, y un frío intenso caló sus huesos. Su corazón palpitaba tan rápido que dolía, y por alguna razón le faltaba el aliento.
¿Estaba corriendo? El sonido llegó más tarde a sus oídos. Las pisadas apresuradas bajo la lluvia, sobre el barro, y la respiración agitada de otra persona a su lado. Killua trató de detenerse para entender la situación, pero justo en ese momento abrió los ojos de golpe. Aturdido aún, y sin levantarse, miró alrededor. Estaba en una habitación pequeña, con una sola cama y sin cortinas, mientras el sol de la tarde le daba en la cara.
Se incorporó con dificultad y de inmediato escuchó que la puerta se abría con un crujido.
—¿Killua? —una voz amable y cálida lo llamó, y no pudo evitar sonreír. Podría reconocer esa voz donde fuera.
—¿Gon? —preguntó con la voz rasposa.
—¡Ah, qué bueno que despertaste! ¿Cómo te sientes?
El moreno se acercó a la cama y sentándose a su lado le quitó el paño húmedo que aún tenía en la frente, y comprobó su temperatura.
—Parece que la fiebre bajó un poco —sonrió aliviado.
Killua lo miró algo avergonzado.
—¿Quieres comer algo?
—Huh... No tengo mucha hambre...
—¿Algo pequeño? Prometo que estará delicioso, además lo preparé yo mismo —sonrió tratando de convencerlo.
Killua lo miró y luego asintió con la cabeza. Si era algo que había preparado Gon, quería probarlo.
—¡Bien, volveré en seguida! Ah, también traeré tu medicina, ¿si? Y el paño... y...¿necesitas algo más?
Killua contuvo una pequeña risa. Si no se hubiera sentido tan aturdido probablemente habría dicho algo sobre lo gracioso que le parecía Gon en ese momento.
—Estoy bien... —masculló tratando de acostarse de nuevo sobre la cama, con cierta dificultad, así que Gon se acercó a ayudarlo.
—Gracias... —murmuró sin resistirse.
El chico lo miró y al instante se dibujó en su rostro una amplia sonrisa.
—Cuando bajas la guardia eres aún más lindo que de costumbre. Supongo que es porque tienes fiebre.
Killua jadeó y sonrojándose más de lo que ya estaba, frunció el entrecejo.
—No seas idiota... —masculló con sus últimas fuerzas.
—Heh, Killua siempre es lindo —rio.
El chico levantó la vista para decir algo, pero apenas sus ojos se encontraron guardó silencio de golpe. Casi podía sentir la tensión en el aire, como si entre ambos se encendiera una corriente eléctrica. Gon extendió la mano sin pensarlo y comenzó a acariciarle el cabello. El albino cerró los ojos, dejándose llevar mientras suspiraba largamente y sentía que la cabeza le daba vueltas.
Gon tenía razón: la fiebre lo tenía en un estado extraño.—Sabes... —dijo sin darse cuenta, las palabras escapando de su boca— puedo recordar una vez... Alluka me cuidaba. Al parecer tuve mucha fiebre y me desmayé. Cuando abrí los ojos estaba ella ahí. Me dio medicina y me acarició el cabello justo como lo estás haciendo tú ahora. Aunque se siente completamente diferente.
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La Luz de tus Ojos - Gonkillu AU
FanfictionUn encuentro brusco significó el principio de todo, y Killua Zoldyck no pudo evitar enamorarse, aún sabiendo que Gon Freecss buscaba incesantemente a la persona de su sueño. Pero, ¿Acaso la historia se está repitiendo? Los recuerdos dolorosos del pa...