Capítulo XLVI

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Ambos entraron rápidamente al departamento y Killua se quitó la mochila, corrió a la habitación y se cambió de ropa.
Tomó algo de cereal de la mesa y se echó un puñado a la boca, mientras Gon le servía un vaso de jugo que también se tragó de inmediato.

—Volveré en unas horas —masculló con la boca llena mientras tomaba su mochila y sacaba los libros innecesarios.

—¿Estás seguro que no quieres que te lleve? Será más rápido si...

—¡No! No, está bien —lo interrumpió Killua apresuradamente—. Tomaré el autobús. Debes concentrarte en el examen de mañana, así que no te preocupes.

—Bien...

Gon le echó una mirada extraña.

—Volveré pronto -sonrió Killua como para tranquilizarlo, y dándose media vuelta se dirigió a la salida, revisando por última vez si llevaba todo.

Gon lo observaba en silenció, algo intranquilo. Era la primera entrevista de trabajo que tendría Killua en su vida, y por supuesto estaba nervioso, pero sentía que había algo más...

—Ah...—masculló el chico justo cuando abría la puerta, y corriendo hacia donde estaba Gon lo abrazó con fuerza.

El moreno rio y lo besó tiernamente.

—Ahora sí me voy —rio Killua también mientras lo soltaba y se alejaba a paso rápido.

Antes de salir se despidió con la mano y Gon lo imitó.

—¡Buena suerte! Llámame si ocurre cualquier cosa...

—¡Sí!

La puerta se cerró con un golpe seco y por primera vez en mucho tiempo, Gon se quedó solo en el pequeño departamento.
Se sentó en el sillón y decidió encender la televisión, sintiendo que el espacio era demasiado grande y silencioso sin Killua.

Suspiró.

No sabía si podría concentrarse y estudiar, pero debía hacerlo. Killua se estaba esforzando, y él haría lo mismo.


—¿Gon?

—¿Huh...?

El chico abrió los ojos pesadamente y lo primero que vio fue a Killua.

—Ah, ¡volviste! —dijo alegremente— ¿Cómo estuvo la entrevista?

—Creo que estuvo bien. Uh... Mañana debo ir de nuevo... Y también el miércoles.

—¿Eh? Pero ¿Entonces conseguiste el trabajo?

—Algo así...—dijo desviando la mirada por un momento— Estoy a prueba.

—Oh...¿No será demasiado para ti? Digo, con los exámenes y todo eso, no quiero que te sobre esfuerces

Killua sonrió dulcemente y le dio un pequeño beso en la mejilla.

—Estaré bien —le dijo sonrojado.

Gon lo miró sorprendido, y poniéndose de pie de un salto lo estrujó entre sus brazos, levantándolo del piso.

—Ah, ¡Te extrañé mucho hoy! —se quejó.

—¡Bájame! —rio Killua tratando de soltarse de su agarre, pero era inútil.

—¿Acaso no me extrañaste? Estuve muy triste sin ti... —bromeó mientras daba algunas vueltas.

—¡Agg! ¡Deja de jugar! ¡Me-me voy a caer idiota!

—No hasta que me digas que me extrañaste.

—Para qué... ¡Ah! ¡Maldición! —rio nerviosamente mientras se aferraba a la espalda de Gon— ¡Te-te extrañé! ¡Muchísimo! —soltó al fin.

La Luz de tus Ojos - Gonkillu AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora