Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]

Capítulo 29: Toc, toc.

Capítulo 29: Toc, toc.

[ Narra TN_______ ]

Cuando vi como desaparecía la melena roja en el bosque rompí a llorar abrazándome a Edward. La situación me había superado, no sabía cómo habíamos llegado a ese punto.

Alcé la vista al escuchar de nuevo los quejidos de Paul, ya en su forma humana, Jacob y otro más le llevaban al interior de la casa.

—Entremos, tenemos que ver cómo está mi madre. — dijo Edward mientras me ayudaba a caminar hasta la casa.

Ahora era yo el objetivo de Victoria. No sabía cómo digerirlo.

—No te preocupes Emily, Carlisle ya estará de camino con Sam y seguro que se recupera. Y respecto a la casa, os ayudaremos a arreglar los destrozos. —escuché como le decían.

Edward ayudó a Esme a acomodarse en el sofá.

—¿Cómo te encuentras?

—Ya mejor, me recupero rápido. — respondió ella con una media sonrisa.

[ Narra Edward ]

Poco rato después, llegaron los demás junto Emmett, Alice, Jasper y Carlisle.

—Ya estoy bien. — dijo Emmett mientras me golpeaba el hombro. Se le veía mucho mejor.

Carlisle revisó a Bella, que resultó estar bien, nada más de un golpe sin necesidad de puntos. En cambio, Sam, no se encontraba en buen estado.

Todos tenían el ánimo bajo, podía escucharlo en sus pensamientos, pero lo que más me había molestado, era el alivio que sentían algunos al saber que Victoria ya no iba a por Bella.

Vi a Alice y Esme acompañar a TN_______ fuera para tomar el aire. Saber lo que habíamos provocado y pensar que ella estaba en peligro era lo único que rondaba mi cabeza.

Ayudé a Carlisle en lo que pude antes de ir a ver como se encontraba TN_________. Estaba sola, apoyada en el coche de Alice mirando al suelo.

—¿Estás bien? — le pregunté al llegar.

—¿Físicamente? Sí, un par de magulladuras sin importancia. Pero...no sé cómo me siento mentalmente, estoy aturdida aún.

—Es normal, hace tan solo unas semanas que sabes que somos vampiros, que has descubierto a los hombres lobo y ahora Victoria. — la atraje hacia mí para estrecharla entre mis brazos.

Me despegué un poco de ella, pero sin soltarla, con una de mis manos limpié el resto de sus lágrimas. Verle así me rompía por dentro. Coloqué un mechón de pelo que le caía por la cara tras su oreja, y dejé mi mano entre su mejilla y su cuello. TN________ cerró los ojos mientras se apoyaba en mi mano. Los abrió despacio y me miró entreabriendo levemente su boca, se acercó a mí, dejando claro lo que quería en ese momento.

Estaba a punto de besarla cuando escuché los pensamientos de Jacob acercarse —"¿Y estos qué? Pero si Paul me dijo..."—, también pude sentir el aroma de Bella, y efectivamente, al mirar de reojo estaban a pocos metros de nosotros.

Así qué le acaricié la mejilla y me separé.

[ Narra TN_______ ]

"¿Perdona? ¿Era mi imaginación o iba a besarme hasta que ha visto a Bella?", mi cabeza ardió de repente y me solté de los brazos de Edward.

—¿Estáis bien? — preguntó Jacob.

—Si. — contestó Edward de manera cortante.

—Nada, ya se lo hemos dicho a Carlisle, pero queríamos decírtelo a ti. — añadió Bella mirándome directamente.

—Gracias por proteger a Bella. —continuó Jacob. — De parte de Sam y toda la manada, que igual que hasta ahora mantendremos el tratado y os ayudaremos contra a Victoria. Tendrás nuestra protección.

—Gracias. — de verdad se lo agradecía, pero no estaba de humor. — Creo que debería ir a ver a Paul.

Me encaminé a la casa sin despedirme y sin mirar atrás, no necesitaba girarme para saber que Edward no estaba precisamente contento, pero yo tampoco.

—¿Cómo se encuentra Paul? — le pregunté a Carlisle que se encontraba en el salón.

—Puedes entrar a verle, tiene un par de costillas rotas, pero no es nada que un hombre lobo no pueda curar con un par de días de reposo y medicación para el dolor.

—Menos mal. — suspiré de alivio.

Avancé por el pasillo hasta llegar a una habitación con la puerta abierta. Paul estaba tumbado en la cama boca arriba.

—Toc, toc. — dije tocando la puerta al mismo tiempo.

—Pasa, anda, pero cuidado que muerdo. — soltó riéndose y haciendo mucas de dolor al mismo tiempo.

—No creo que puedas, pero iré con cuidado, por si acaso.

—Estás bien, ¿verdad?

—Sí, estoy mejor que tú, así que no te preocupes. — me senté al borde de la cama.

—Espero que Cullen no te la haya liado, ve con la cabeza alta porque no has hecho nada malo. — se movió lentamente, cogiendo un cojín a su izquierda.

—Tranquilo, no se ha enfadado conmigo, sino contigo. — le contesté mientras le ayudaba a ponerse el cojín bajo la cabeza para incorporase un poco.

—Ni come ni deja comer. No sé qué le pasa. — me miró directamente. — Sé que te gusta, ¿vale? No tienes que decírmelo porque lo sé. Aunque eso no significa que me rinda.

—Paul... Déjalo.

—No lo dejo, pero nada, no tengo fuerzas para discutir sobre esto. — cambió su expresión en un segundo y vi un brillo extraño en sus ojos. — Anda, dame un besito para que me recupere pronto.

—Ni en sueños. — le di un golpecito de broma en la pierna. Me levanté y me quedé en el marco de la puerta. — A dormir, que es lo que necesitas. Yo me voy a casa, que también lo necesito.

—Te llevaría, pero...— se señaló a sí mismo.

Salí fuera en busca de Alice, para saber si podía llevarme a casa. No había llegado hasta ella cuando Edward me interceptó a medio camino.

—Yo te llevo. — se ofreció.

—No hace falta, Alice me trajo. Seguro que no le importa llevarme.

—Claro que no, pero quiero acompañarte a casa.

—¿Ahora que nadie puede vernos? — respondí con ironía.

Edward se limitó a no decir nada y abrirme la puerta del coche cuando llegamos a él.