Capítulo 19: Senderismo con los Cullen.

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Capítulo 19: Senderismo con los Cullen.

[ Narra Edward ]

Al llegar a casa, y después de la vergüenza que TN_________ me había hecho pasar en el almuerzo, me fui directamente a mi habitación.
Ya había escuchado suficientes comentarios y pensamientos durante el trayecto de vuelta en el coche. 

Pero eso no evitó que alcanzara a escuchar a Emmett, siempre me quejaba de que lo hacía demasiado alto, pero no siempre era molesto. Salí corriendo hacia la plata baja.

-¿Que qué? - inquirí con sorpresa.

- El sábado nos vamos de senderismo con Brian y su familia. - me contestó Carlisle sonriendo.

-Pero...- no se me ocurría una excusa lo bastante buena como para justificar la mala idea que me parecía. Después de lo de hoy necesitaba poner distancia al menos fuera de clase, y esto no ayudaba.

- Ya le he dicho que es mala idea. - señaló Rosalie, estaba cruzada de brazos en una esquina de la habitación.

- No os preocupéis por el sol, la luz y todo eso, habrá algunas nubes, un llano con árboles para descansar y pasar el rato. Gorras, mangas largas y todo resuelto.

-Descansar.- repitió Jasper riendo. A lo que todos le siguieron por la broma obvia, ya que nosotros no necesitábamos descansar.

Pasé repetitivamente la mano por mi frente con frustración.  TN________ me iba a volver loco.


[Narra TN________ ]

-¡Buenos días! - grité bajando las escaleras.

-Buenos días hija. - respondió mi padre dándome una palmadita en el hombro.-  Que animada estás hoy, y eso que no te gusta nada el senderismo. - Se paseaba por la cocina con la taza de café.

- El senderismo no me entusiasma, ya lo sabes. Pero no podemos rechazar la oferta del Sr.Cullen. - contesté encogiéndome de hombros mientras metía mi libreta de dibujo.

- La verdad a mí me apetece mucho. Ya habéis ido un par de veces solos y esto de ir en familia parece divertido. - añadió mi madre asomando la cabeza por la puerta del frigorífico.

Mientras terminábamos de preparar las mochilas se escuchó el pitido de un coche desde el exterior de la casa, eran los Cullen. Habían pasado a recogernos, ya que nuestro coche, según Emmett, no estaba preparado para caminos de tierra.
Mis padres se montaron con Esme, Carlisle y Rosalie. Mientras que yo me fui con Alice y los demás. Emmett salió de la parte trasera del coche para hacerme entrar y quedarme en medio, entre Edward y él.
Mi corazón se me iba a salir del pecho. Ya de por sí Emmett era robusto y ocupaba un espacio importante en el asiento, y que no parara de empujarme hacia Edward me ponía más nerviosa.

Ya había estado a su lado en varios momentos, pero no de esta forma, todo mi lado izquierdo estaba completamente pegado a él. Mis manos no se decidían por un lugar fijo, y no podía parar de mirarle, a diferencia de él, que tenía la vista fija en el paisaje a través de la ventana.

- Bueno, espero que te guste andar, porque no nos vamos a cansar pronto. - bromeó Emmett dándome un codazo.

- No tiene pinta de que le guste eso precisamente, en cambio, seguro que estás contenta ahí atrás. - comento Jasper mirándome a través del retrovisor.

-Mucho. - afirmé abiertamente para mi sorpresa. Miré a Edward y noté como me ardía la cara. Era cierto, pero no era propio de mí...decirlo de esa forma. - ¡Jasper! - grité. - Si intensificas de esa forma mis emociones no puedo evitar decir esas cosas, por favor no lo hagas de nuevo. Nos pones en un aprieto.

-¿Nos? - dijo el castaño a mi lado girándose bruscamente. - Dirás a ti, yo no tengo nada que ver con esta tontería vuestra.

-Vamos Edward, estamos de broma. No seas así. - dijo Alice.

-Menudo prepotente estás hecho. - solté sin más. - Mira, que no quieras admitirlo vale, pero no hace falta que seas así de borde. - no había forma de que mi boca dejara de hablar. - Y por mucho que digas, todos y en este coche sabemos lo que ocurre, tú sigue esforzándote en ocultarlo, lo haces genial. - terminé poniendo los ojos en blanco y girándose hacia su hermano para darle la espalda. - Por cierto, Jasper, ¿puedes parar ya?

La última expresión que vi en la cara de Edward antes de darme la vuelta era de sorpresa. En el fondo agradecía, un poco, al rubio por haber incentivado la situación. Estaba decidida a hacer que Edward abriera los ojos, de una forma u otra.

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Cuando llegamos al claro, Esme, Rosalie y mi madre comenzaron a sacar unas mantas para sentarnos sobre ellas en la hierba. Mientras Carlisle, Alice y mi padre sacaban las cosas para hacer senderismo. Me acerqué a mi madre.

-Mamá, yo no pienso andar así que no te preocupes por mí, he traído esto. - dije sacando la libreta de mi mochila. - Estaré aquí cuando volváis, además seguro que alguien se queda. - añadí mirando a Alice en la distancia, a lo que ella me sonrió.

- Si es lo que quieres. - contestó encogiéndose de hombros. - Me lo imaginaba, aunque me hacía ilusión hacer algo en familia. - puso cara de pena para tratar de persuadirme. 

- Bueno, si quieres podemos jugar al Monopoly cuando volvamos a casa. - dije riendo.

-¿A qué?- Esme nos miraba como si no supiera de lo que hablábamos, a la vez que mi madre negaba fervientemente con la cabeza. Era muy mala perdedora y siempre ganaba mi padre.

Ambas se fueron, mi madre le explicaba sobre el juego y Esme la miraba atentamente, seguidas de Rosalie, qué no me había dirigido la palabra desde la escena del comedor con Edward.
Entendía su preocupación, pero era excesivamente protectora, al fin y al cabo, la que podría salir perdiendo era yo.

Todos se fueron a excepción mía y de Alice.

-Así que Edward. ¿Eh? - dijo mirando al cielo cuando ya estábamos solas.

-Sí...Es increíble. - contesté sonriendo. Deslizaba el lápiz sobre el papel dibujando parte del paisaje. - No sé qué hacer ni cómo. Se niega en rotundo continuamente. Me envía señales contradictorias todo el tiempo. Estoy perdiendo la cabeza por su culpa.

La morena comenzó a reír abiertamente agarrando su vientre. Se giró hacia a mí.

- ¿Cómo qué?- pregunto girándose hacia mi.- Aunque mucho ya lo sé... -añadió tocando su sien.

- Bueno...- mis mejillas volvían a ser presas del calor. - En varias ocasiones casi nos besamos, pero siempre se aparta.

- Sí, lo sé. - apoyo su mejilla en la mano. - Es demasiado testarudo, en eso se parece a Rosalie.

- Además, el día que descubrí que sois vampiros, yo estaba hecha un lío, pero lo que tenía claro eran mis sentimientos por él, de eso no había dudado en ningún momento. Y cuando al despertarme a la mañana siguiente me lo encontré a los pies de mi cama...

-¿Qué? - se incorporó tan rápido que ni la vi moverse. Aún tenía que acostumbrarme a ese tipo de cosas. - Eso no lo sabía. ¿Fue a verte?

-¿No te dijo nada?- ella negó con la cabeza. - Pues sí, y cuando le ví ahí no me lo podía creer. Le confesé lo que siento y él no negó que sintiera lo mismo, pero se comportó evasivo. Y se fue. Fue un momento muy intenso para mí.

- Este Edward me sorprende cada día más. - se levantó de golpe. - Solo necesita un empujoncito más... o varios. - dijo en un susurro casi inaudible al mismo tiempo se iba velozmente.

-¡Alice, espera, no me dejes aquí sola! - le grite en vano.

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora