Capítulo 20: Senderismo con los Cullen (Parte 2).

5.3K 416 21
                                    

Capítulo 20: Senderismo con los Cullen (Parte 2).


[Narra TN________ ]

Alice desapareció tan rápido como un rayo por el sendero entre los árboles. Me había dejado completamente sola en medio de la nada.
Giré sobre mi misma varias veces, preocupada, por encontrarme en esa situación.

Al cabo de un rato decidí sacar mi libreta, iba a aprovechar este momento para dibujar. Tomé una de las mantas y anduve hacia los árboles, me senté de espaldas al camino y comencé a trazar las líneas de los árboles en el papel.

Estaba completamente concentrada en plasmar la belleza sencilla de aquel paisaje frío y húmedo lleno de vegetación, hasta que un crujido me sacó de mi mundo, miré en todas direcciones buscando el origen del ruido sin resultado alguno. Y cuando iba a continuar, otro crujido volvió a descolocarme, pero esta vez no me hizo falta mirar desesperadamente a todos lados, justo en frente de mi, unos ojos brillantes se abrían paso entre unos matorrales frondosos, dejando ver un hocico bicolor, la mirada penetrante del animal, sus orejas puntiagudas...había un lobo, uno gigante que era de color marrón-grisáceo y blanco.
Todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo se pusieron en alerta, estaba completamente sola, Alice no había vuelto y me encontraba con un depredador animal, extrañamente enorme frente a mí, sin desviar su mirada clavada en mí.

No sabía cómo reaccionar. ¿Debía quedarme inmóvil? ¿O salir corriendo?

Decidí no moverme, ya que aunque corriera me alcanzaría en segundos. Para mi sorpresa el animal dio unos pasos hacia delante tranquilamente, sin hacer ningún movimiento o gesto que demostrara fiereza. Parecía tranquilo.

Eso me dio una rara sensación de tranquilidad respecto a lo que podría pasar. Tampoco es que pudiera defenderme si algo llegara a pasar, pero ¿y si me comportaba igual de relajada que él?, quizás acabara por irse de allí. Pasé la página del paisaje sin acabar y me puse a dibujar aquellos ojos salvajes que me miraban.

Los minutos pasaban lentamente, entre la tensión de lo que estaba viviendo y lo bello que me parecía al mismo tiempo.

Justo cuando había terminado el boceto base e iba a trazar los detalles, el animal retrocedió y salió corriendo, adentrándose en la naturaleza. Justo como había llegado, sin esperarlo.

Unos segundos después, Edward apareció a mi espalda, agachado y posando su mano en mi hombro. Miraba alrededor, cómo si buscara algo que no le agradaba.

-Ya me ha estoy acostumbrando a que aparezcas de la nada. - dije riendo. Tratando de que relajara la expresión.

- Ya...- musitó mirando al cielo sonriendo un poco. Al bajar la vista se fijó en mi dibujo. - ¿Qué es esto? - dijo alzando la voz a la vez que arrancaba la libreta de mis manos.

"De nuevo esos cambios de humor repentinos..." pensé, a lo que me respondió fulminándome con la mirada.

- ¿Puedes contestarme? - señaló los ojos trazados en el papel.

- He visto un lobo. - antes de poder seguir explicándole salió corriendo desvaneciéndose entre los árboles.

Me levanté y recogí las cosas. Mientras andaba de vuelta a donde estaban el resto de nuestras pertenencias, Edward me interceptó a medio camino.

-¿Sabes lo peligroso que podría haber sido? - dijo tomándome de los hombros sin desviar su mirada preocupada de mí.

Traté de deshacerme de su agarre sin suerte. Sólo consiguiendo que se enfadara.

-¿Por qué actúas como si no hubiera pasado nada? - gritó.

- Porque no ha ocurrido nada, Edward. Si me hubieras dejado contarte lo que pasó antes de salir corriendo...- dije girando la cara a un lado. Ante su silencio, hablé. - Apareció de la nada, pero no hizo nada, se aproximó quedándose a unos metros de distancia, pero nada más, solo se me quedó mirando. Y de repente, salió corriendo y se fue, y pocos segundos después apareciste tú. Además, ni gruñó ni mostró ser violento, aunque sí que me asusté, porque era mucho más grande que un lobo normal, juraría que incluso mucho más alto que yo.

- Eso es peor aún...- musitó.

-¿Porqué? - pregunté completamente confundida.

-TN_________, no te hemos contado todo. Forks también es territorio de hombres lobo. Por eso es tan grande, porque no es un lobo normal. Y no nos llevamos precisamente bien los vampiros y los lobos. Somos algo parecido a enemigos naturales, no nos agradamos. Pero tenemos un tratado de paz, mientras no rompamos ciertas normas. Y seguramente le trajo aquí nuestros olores. Además, se mueven en manada, por lo que no será el único que haya venido.

Le miré extrañada y en silencio esperando que siguiera explicándome.

- Nosotros nos alimentamos de animales, no de humanos, pero al sentirnos junto un grupo de humanos, puede que hayan venido a asegurarse de que no incumplíamos el tratado. - siguió hablando lentamente pero sin relajar el gesto. - TN__________, normalmente, no andamos por ahí con humanos como tú y tu familia, si no que tratamos de no establecer relaciones de afecto y así es mucho más fácil. Y seguramente esto les haya parecido extraño.

Entonces, aquel lobo que me había estado observando, en realidad no era un animal salvaje y tranquilo que había visto por casualidad, sino una persona, un licántropo.

-TN_________, no vuelvas a quedarte sola. Nunca más, y menos en un lugar así. Estábamos lejísimos. Y cuando ha llegado Alice diciendo que querías estar sola, me he preocupado.

"Alice..." antes de darme tiempo a nada, Edward se había quedado con la mirada perdida como si viera tras de mí. Cuando me di cuenta que en verdad estaba leyéndome la mente.

- Supongo que no te cercioraste de si era verdad o no lo que te dijo Alice. - dije sonriendo. - Edward, de verdad que te preocupas por mí. ¿Debería...? - justo cuando iba a tratar de chincharle, Edward me cortó la respiración envolviéndome con sus brazos.

Apoyó su cabeza en mi hombro, sin soltarme, sentí su aliento en mi cuello e hizo que mi piel se erizara. Me apretó con algo más de fuerza justo antes de aflojar su abrazo para incorporarse y mirarme fijamente.

-Edward...- dije sintiendo la fuerza de sus músculos a mi alrededor. Sería imposible escapar de sus brazos, aunque tampoco quería huir, esperaba que la locura momentánea del castaño durara todo lo posible.

-TN__________ .- Acercó su cara hasta que su frente quedó apoyada en la mía.

Quizá me equivocaba, quizá estaría malinterpretando la situación, incluso el motivo de su preocupación, pero no volvería a tener una oportunidad cómo esta pronto y si me lo pensaba demasiado corría el riesgo de que Edward descubriera lo que pensaba y saliera huyendo. Así que me dejé llevar, apoyé mis manos en su pecho y rápidamente deslicé una hasta la base de su nuca, me puse puntillas y le di un suave y veloz beso en los labios.

Sus ojos se abrieron como platos, estaba claro que no se esperaba eso, ni yo lo que haría él en respuesta. Soltó uno de sus brazos para llevarlo hasta mi mentón, con el otro apretó mi cintura para acercarme más a él, hasta que nuestros cuerpos se tocaron con la presión de su fuerza.
Y sin verlo venir, posó sus labios sobre los míos, besándome dulcemente pero con dureza, cómo si lo ansiara, pero como si tratara de controlarse a su vez. Cerré los ojos y me dejé llevar por el momento, llevaba tiempo imaginando cómo sería besarle y estaba ocurriendo, mil mariposas revoloteaban sin control en mi interior. Su mano bajó a mi hombro y se deslizó hasta mi nuca, haciendo que un dulce escalofrío recorriera toda mi espalda, al mismo tiempo que profundizaba el beso, invadiendo mi boca.

Cuando nos separamos seguía perpleja. ¿Qué significaba esto? Tenía tantas preguntas. Pero todo eso podía esperar un poco más. Ahora solo quería quedarme en sus brazos. Le abracé, apoyando mi rostro en su pecho y tratando de ocultar la rojez que brillaba en mis mejillas. Me estrechó entre sus brazos dulcemente. Nada estropearía este momento.

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora