Capítulo 26: Descarado.

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Capítulo 26: Descarado.

[ Narra TN_______ ]

Estaba decidida a hablar con Edward. Me intrigaba saber que había ocurrido con Victoria y los hombres lobo, y si habían propuesto algún plan contra ella. Por algo Carlisle le habría hecho ir. No había tenido noticias suyas y ya habían pasado dos días. Cogí mi teléfono y le llamé.

Esperé y no hubo respuesta, volví a marcarle, pero obtuve el mismo resultado. Así que, inundada de impaciencia probé con Alice.

—¡Oh! TN_______, hola. — contestó al primer tono.

—Hola Alice, ¿sabes dónde está Edward? Le he llamado, pero nada.

—No sé si sentirme feliz porque le busques, o indignada de que no me hayas llamado estos días. —dijo fingiendo molestia. — Está patrullando con Jasper y Emmett.

—¿Patrullando?

Escuché como suspiraba.

—Mira, Esme y yo vamos a la reserva, a ver cómo están Carlisle y los heridos. ¿Te apetece venir? Así podría contarte todo, y ya ves aquello. Tienen una playa preciosa, y bueno, el lugar tiene su propio encanto. ¿Qué mejor momento para conocer un nuevo lugar?

—No sé si debería. Vosotras vais con una intención, pero yo...no pinto nada. — dije.

—Si te sientes mejor de esta forma, podemos dejar lo de la playa para otro día, y hoy vamos simplemente a ver qué ocurre y cómo se encuentran.

—Vale...

—Estamos en nada en tu puerta. ¡Ahora nos vemos! — me interrumpió antes de poder decir nada más.

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Acabábamos de aparcar frente a una casita de madera. Alice y Esme me habían contado todo lo sucedido los días anteriores. No podía creer lo retorcida que era Victoria, convirtiendo a gente inocente por su propio beneficio.

—Esta es la casa de Sam. — nos informó Esme.

Íbamos caminando hacia el porche, la puerta estaba abierta de par en par. Y de allí salieron dos chicos morenos con el mismo tatuaje que le había visto a Paul.

—¡Jacob!¡Seth! — gritó Esme llamándoles la atención.

—Jacob...— mascullé tratando de recordar por qué me sonaba ese nombre.

—Es el novio de Bella. — me contestó Alice, o yo era un libro abierto o ella me conocía demasiado bien.

—¡Hola! — saludó el más menudo y joven. — Si buscáis a Carlisle, está dentro.

—Muchas gracias Seth. ¿Cómo te encuentras?

—Ya bien. — se giró hacia Jacob mirándole con cierta expresión melancólica. — Algunos acabaron peor. No te preocupes, nos recuperamos pronto.

—La peor parte se la llevó Quil, aún está en cama, tiene un desgarro en la pierna que está tardando en curar. —añadió Jacob.

—No nos han presentado, soy Seth, y él es Jacob.

—Encantada, soy TN_______. — dije acercándome a saludar de mi forma habitual, haciendo que Seth se sonrojara.

—Así que eres TN________... Creo que debería avisar a Paul. — dijo Seth mientras salía trotando hacia el interior de la casa.

Jacob se desvaneció entre los árboles, dejándonos solas. Fuimos hacia el porche, Esme entró directamente, y, Alice y yo nos quedamos observando el paisaje mojado desde allí. Era un entorno completamente diferente a la casa de los Cullen y a la mía. Aquello era pleno bosque, piedras y vegetación verde por todos lados, los árboles parecían más frondosos y el camino era algo escurridizo por la tierra mojada y el musgo.

—¿Entramos? — sugirió Alice. A lo que le contesté asintiendo.

Estaba apoyada en el poste, giré sobre mí misma a la vez que una figura se acercaba por detrás y choqué con su pecho desnudo.

—¿Has venido a verme? — bromeó Paul mientras me sujetaba por la espalda.

Alice le miraba con desaprobación.

—Tiene suerte que no esté por aquí mi hermano. — dijo ella cruzando la puerta de entrada, dejándonos solos.

—Sí que la tengo. — le contestó altaneramente elevando la voz.

—Paul... ¿Podrías soltarme? —dije revolviéndome.

—¿Seguro? — me apretó contra él haciendo que mi mejilla chocara en su pecho. — Solo quería que no te cayeras, por eso te sujetaba. Pero... si tienes frío siempre puedes arrimarte todo lo que quieras. — dijo susurrándome contra mi cabello.

Sentí calor en mis mejillas y me separé poniendo mis manos en su torso, obligándole a retroceder. De verdad que podía ser descarado.

—Por cierto, antes de que me cambies de tema o me abandones para ir con los demás. ¿No me debes un beso?

Le miré desconcertada. "¿Cómo que un beso?", pensé.

—O dos. — se acercaba peligrosamente a mí, cual depredador acechando a su presa. Sus ojos brillaban divertidos.

Di un paso atrás chocando inevitablemente contra el poste, mi pulso estaba acelerado. ¿De qué hablaba?

Paul rompió en risas.

—No voy a comerte TN_______. A no ser que me lo pidas, claro. — apoyó su mano en el poste sobre mi cabeza, quedando ligeramente inclinado sobre mí. — Me refería a que te has presentado a Seth besándole. Y yo, que te he llevado a casa, te he dejado observar mi elegante pelaje de lobo y te hecho reír, nada de nada.

—Paul, no surgió. — ahí sí que me reí, ¿cómo podía ser tan absurdo? — Deja de bromear.

—Puedo bromear, pero sí que estoy reclamándolos. — se acercó más a mí poniendo su cabeza de perfil, dejando su mejilla a mi alcance. — Estoy esperando.

—Paul...

—No me voy a mover, y yo lo haría antes de que llegara el Cullen estirado.

Edward, Paul me había distraído tanto que no me había acordado de él. Quizá fuera la idea de Edward leyéndome la mente y viendo como besaba a Paul, lo que me hizo ponerme de puntillas y plantarle un beso, o quizá complacer a Paul para que me dejara en paz. Pero estaba visto que para el lobo no era suficiente cuando giró su rostro hacia el otro lado, mostrándome su otra mejilla.

Agaché la cabeza a la vez que me reía, me estaba resultando absurdamente divertida su actitud atrevida e infantil. Volví a alzarme para darle el otro beso que me pedía, pero esta vez él había sido más listo que yo. Movió su cabeza rápidamente haciendo que mis labios chocaran brevemente con los suyos. El moreno retrocedió sonriendo triunfante, haciendo que mi mano golpeara al aire.

—¿Cómo iba a perder la oportunidad? — soltó poniendo sus manos tras su cabeza.

—¿Ni si quiera vas a tratar de poner una excusa?

—¿Para qué? — se encogió de hombros. — Es obvio que me gustas. ¿Por qué iba a negarlo o darte falsos pretextos?

"¿Cómo? ¿Le gusto a Paul?".

Mi mente trataba de atar los cabos. Pensaba que el numerito de la noche que me llevó a casa simplemente había sido por molestar a Edward, por el hecho de que los hombres lobos y los vampiros no se llevan bien por naturaleza, no por otra cosa.

—No sé qué decir...— tenía que decirle que me gustaba Edward. — Has jugado sucio... No esperaba eso. Yo...

—No es jugar sucio TN_______. — se acercó y me besó la mejilla. — A esto, se le llama ir de frente. 

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora