Capítulo 42: Despertar.

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Capítulo 42: Despertar.



[Narra Edward]

—Su corazón late débilmente. — Carlisle trataba de consolarme. —No te preocupes, lo hiciste a tiempo.

—¿Y por qué tarda tanto? — estaba impaciente por saber qué ocurriría.

—No lo sé, esperemos. Solo ha pasado medio día. — dijo mi padre.

—Mañana vuelven sus padres. — añadió Jasper. — No nos da tiempo a fingir su muerte. Tendrá que verlos.

—¿Cómo va a controlarse? ¿Cómo reaccionará? — Alice estaba igual de nerviosa que su pareja. — Carlisle, ¿qué hacemos?

—Lo hará bien, la alimentaremos lo suficiente. Buscaremos una excusa para que se quede con nosotros y ya nos ocuparemos después de lo que pasará con ella. — la voz de mi padre sonaba extrañamente tranquila.



[Narra TN________]

"¿Qué es esto?"

"¿Qué?"

Sentí la luz del sol calentando mi rostro, intenté abrir los ojos, pero no pude. Lo intenté más fuerte y fue imposible. Una sensación de ardor en mi pecho subió hasta mi garganta, la incomodidad de la quemazón subió a mi cabeza como una punzada de dolor y volví a desvanecerme en la oscuridad.



[Narra Edward]

—Sí. No te preocupes por nada, Molly. Sí. — Esme sonreía al teléfono. — Ella y Alice están fueran, luego le digo que te llame. Trata de verlo como otra noche más de descanso. Sí. Hasta mañana, Molly. — colgó y se dirigió a nosotros. — TN_______, se queda a dormir. — anunció haciendo comas con sus dedos.

—Bien, eso nos da algo más de tiempo. — dijo Carlisle suspirando. — Jasper ve a mirar cuanta sangre tenemos para urgencias. Quizá debamos ir a por más al hospital.

Jasper salió después de asentir sin decir nada. La tensión se palpaba en el ambiente. Era verdad que TN______ estaba muy mal cuando la mordí, pero ya debería haber despertado. Trataba de no moverme de su lado, necesitaba ver que mi ponzoña la había ayudado, que se transformaba lentamente, que seguía con vida. Aunque no supiera como se acostumbraría a esta nueva vida.

—Edward. — Emmett puso su mano en mi hombro. — Todo saldrá bien. Ya es como nosotros y cuando se despierte todo será más fácil.

—Eso espero. — dije antes de salir de la habitación para volver al lado de TN_________.

Ya había oscurecido y su cuerpo seguía inmóvil. La ansiedad se estaba apoderando de mi templanza y no sabía cuánto tiempo más podría mantenerme tranquilo ante tal situación. Salí para tomar algo de aire, o más bien para alejarme de las palabras alentadoras de mi familia. Todos me decían que no me preocupara y que pronto se despertaría, recuperada, pero aún no había sucedido y eso me volvía loco.

Sentí el frescor del ambiente y el olor a tierra mojada nada más pisar la hierba, y cuando por fin tenía un momento para mí, escuché un sonido que me puso alerta.

No necesitaba más visitas inesperadas, pero ahí estaba él.

—¿Cómo está? — Paul apareció semidesnudo de detrás de unos arbustos como si nada. A saber, cuanto tiempo llevaba ahí.

La preocupación por TN_____ me tenía tan absorto que ni siquiera me había percatado de su olor a hombre lobo al salir, olor más que notorio.

—Está viva. O al menos eso parece, porque aún no se despierta. — contesté.

—Lo sé. Tu madre me ha sacado algo de comida y me ha contado un poco sobre la situación.

—¿Por qué no has entrado?

—No sabía si era lo correcto. Como las cosas están como están. — sus palabras se desvanecieron poco a poco en un susurro.

—No soy humano, pero entiendo que estés preocupado por ella. Y que estés aquí fuera ni ayuda ni complace a nadie. Así que, si vas a esperar hasta que despierte, al menos entra.

El lobo asintió con la cabeza, podría decirse que casi vi una leve sonrisa en su rostro.

—¿Y los tuyos? — pregunté dándome cuenta en ese momento de lo que había hecho. — Hemos roto el tratado transformando a una humana. Tengo que hablar con Sam y explicárselo. TN_______ estaba muriendo, por culpa nuestra, por ser seres sobrenaturales. No podía dejar que su vida acabara ahí.

—No tienes que preocuparte por eso. Sam lo entiende y como Alfa, ha decidido mirar hacia otro lado. No van a venir a declararos la guerra. Siempre y cuando todo siga como hasta ahora.

Sentí como el peso de ese asunto se liberaba de mi cuerpo y podía relajarme un poco más. Hasta que la voz estridente de mi hermana me taladró la cabeza con sus gritos.

—¡Edward! ¡Corre, sube! — Había aparecido por el balcón de la segunda planta, toda emocionada y con una sonrisa gigante en su rostro. Todo indicaba lo que ya no hacía falta que dijera. — ¡Ha despertado!

En ese momento, no sé qué corrió más, si mis piernas hacia la habitación o mi mente imaginando mil situaciones que podría encontrarme, para llegar y quedarme en blanco tras mirarla mientras se incorporaba.

Se movía. Alice, Carlisle y Esme estaban a su alrededor haciéndole preguntas y viendo cómo se movía. El vestido de color coral que había elegido mi hermana dejaba ver como sus brazos no tenían ni rastro de las heridas que hace unos días maltrataban su cuerpo, ni un solo moratón ocasionado por la lucha en la fábrica. Sólo su piel, perfecta e impoluta. Su pelo brillante caía por sus hombros. Me había distraído tanto escudriñando su piel, esperando que no le quedaran marcas que pudieran recordarle lo sucedido, más allá de mi mordedura, que no me había dado cuenta de cómo sus grandes ojos, ahora rojos, me miraban intensamente. No pude reaccionar hasta que la sentí abalanzarse sobre mí, abrazándome.

—Te he echado de menos. — susurré contra su pelo para después besar su frente.

—Quería abrir los ojos, de verdad que sí. Pero mi cuerpo no me hacía caso, Edward. — noté el dolor en su tono de voz. — De verdad que quería, pero no podía. Lo siento por hacerte esperar.

—No pasa nada, has despertado. Y eso es lo que importa. — la estreché entre mis brazos firmemente, mientras los demás abandonaban el cuarto para dejarnos algo de intimidad.

—Te quiero, Edward. — dijo levantando su rostro para mirarme fijamente.

—Yo también te quiero, TN_______.

Se alzó y acercándose a mis labios me besó. 

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora