Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]

Capítulo 6: Él y ella.

Capítulo 6: Él y ella.

[Narra TN____________ ]

Después de una guía por casi toda la casa Alice se ofreció a preparar algo de beber. Aproveché para ir al aseo y de camino escabullirme para tomar un poco de aire fresco.

Mientras me dirigía a la salida se podían escuchar las risas de los mayores de fondo. Me alegraba tanto que mis padres hubieran encontrado algo así como unos amigos, sobre todo por ella.

Ya en el exterior comencé a andar rodeando la enorme casa. El aire fresco helaba mis mejillas, pero no me importaba en absoluto, de hecho, lo agradecía. En mi vida había respirado un aire tan puro como aquel. El aroma a vegetación, frescor, humedad... Inundaba mis fosas nasales y llenaba mis pulmones. Antes de darme cuenta había cerrado los ojos, sentado en el suelo y recostado en el tronco de una árbol. No me veía a mí misma pero sabía que tenía una gran sonrisa en la cara.

¿Cómo sería dibujar tranquilamente aquí sentada?

Aún con los ojos cerrados elevé la cabeza hacía el cielo, respiré hondo y reí. Reí feliz, de estar ahí disfrutando de algo nuevo, de algo que no podría haber imaginado que me gustaría tanto, de haber conocido a los Cullen, de que Alice fuera mi amiga y de que ese día no estuviera lloviendo. Manteniendo mi postura abrí los ojos para mirar el cielo, pero una figura hizo que desviara mi mirada hacia allí. Mi sonrisa se desvaneció y cambio a una expresión de sorpresa. Había un chico, en el balcón de la segunda planta.

Estaba mirándome.

De repente sentí como se concentraba el calor en mis mejillas. Qué vergüenza, yo actuando como... No se exactamente como, pero muy normal tampoco. Frente a un completo desconocido. Y entonces, me di cuenta de lo obvio. Un muchacho al cual no conozco en la casa, no podía ser nadie más que Edward.

Me levanté despacio agarrándome al tronco sin desviar la vista de él, la situación era tan extraña que solo pude sonreírle. No sabía si me habría visto o no, ni si había cambiado mucho su expresión tan seria pero al menos no se había reído de mí. Cuando comencé a caminar para acercarme tropecé sin llegar a caerme, instintivamente miré al suelo, y cuando volví a buscarle con la mirada, él ya no estaba.

Había dejado la puerta abierta porque no había planeado tardar tanto, aunque realmente no sabía cuánto tiempo había pasado. Al pasar el umbral Alice estaba esperándome sentada en la escalera.

-Te vi... Pero parecía que querías estar sola, así que simplemente volví y aquí estoy esperándote. -dijo moviendo los brazos exageradamente.-  Aunque no prometo que la limonada no se haya aguado demasiado con el hielo. -concluyó riendo.

[Narra Ewdard]

Tanto jaleo y tantas risas. Puede ser que yo estuviera algo susceptible, pero aún así necesitaba tranquilidad y tiempo. Mucho tiempo.

Ya había pasado un año...

"No, no puedo entrar en bucle de nuevo, no tiene caso que siga torturándome de esta forma.", me regañé a mí mismo.

Aproveché que no había nadie en el segundo piso, tener visita resultaba más incómodo de lo que podría imaginar, esconderme en la habitación.
"Qué infantil...", volví a reñirme.

Al salir al balcón traté de concentrarme en el ambiente exterior, el sonido de las ramas bajo los saltos de las ardillas, el chocar de las hojas entre sí por la leve brisa que las movía. Hasta que una figura que no conocía apareció en mi campo de visión. Se movía torpemente y parecía desorientada. Ahí estaba ella.

La vi alzar su rostro, era atractiva.
Y cuando la vi sonreir, los músculos de mi cara se movieron solos dibujando una leve sonrisa. Una sonrisa que no había salido desde hacía tiempo, o al menos una que fuera sincera e improvisada.
Y cuando la escuché reír, mi mano viajó sin pedir permiso a mi boca, posándose sobre mis labios y ahogando un sonido que quería parecerse a una risa ahogada.

Una voz a mis espaldas me hizo volver en sí.

-Hacía demasiado tiempo que no había visto ni escuchado algo como eso. - era Jasper.

Giré a mirarle con mi semblante serio y él estaba sonriendo abiertamente.

-Deberías bajar. Estamos pasando un buen rato. Y cierta humana risueña quiere ponerle cara al hermano siniestro de los Cullen. -añadió.

-¿Siniestro?¿De verdad? -gruñí alzando una ceja.

-Sí prefieres misterioso, bien por mi, pero...tu cara no ayuda. -dijo alzando las manos y yéndose. - Por cierto, esto pienso contárselo a Alice, prepárate.

No lo reconocería en voz alta, pero quería volver a ver esa sonrisa y escuchar su voz. Esa debía ser TN__________, Alice no paraba de hablar sobre ella, demasiado alto, aún cuando uno busca tranquilidad.

Y decidí bajar.