Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]

Capítulo 37: Culpable.

 Capítulo 37: Culpable.

[Narra Edward]

Avancé tan rápido como me permitían mis piernas, esquivando los árboles y saltando los arbustos. Las gotas de rocío colisionaban contra mi piel, mojando mis brazos y humedeciendo mi rostro. Los movimientos torpes me estaban retrasando, los nervios se habían apoderado de todo mi cuerpo y no podía evitar los golpes que me propiciaban algunas ramas, pero no me importaba, solo necesitaba llegar cuanto antes a la casa.

Al pasar vi como Carlisle y Sam terminaban con el último de los neófitos, los lobos trasladaban los cuerpos hasta un punto, montaña que después se quemaría. Me extrañó no ver a nadie de los míos fuera además de mi padre, pero al entrar lo comprendí todo. Ver a Alice sentada en las escaleras con las manos cubriéndole el rostro me dio un golpe de realidad, subí las escaleras y choqué con Jasper.

—Edward, no sé cómo...— me agarraba fuertemente del antebrazo, no permitiéndome avanzar.

—No, no puede ser... — el aroma de TN_________ no inundaba mis fosas nasales como sentía cuando la tenía cerca.

Me solté de su agarre y avancé hasta la puerta de la habitación. Jasper vino detrás de mí, y Alice se unió segundos después. Dentro vi como Esme consolaba a Emmett al borde de la cama.

—No es culpa tuya, no te castigues. — le decía con el brazo sobre los hombros encogidos de mi hermano. — Eran demasiados.

—No me lo perdonará, no hemos podido protegerla. — decía sin consuelo.

Rosalie se encontraba completamente inmóvil frente al ventanal destrozado dándonos la espalda. Fue la única que no se movió cuando notaron mi presencia.

—Edward, yo...lo siento. No sé qué decir...— dijo Emmett desde el sitio.

Las palabras no querían salir de mi boca, mis labios no podían moverse, todo mi cuerpo estaba completamente paralizado. Mi mente viajaba entre los pensamientos de todos los de la sala. Desde la culpa de Emmett, al análisis del combate que estaba haciendo Rosalie mientras nos ignoraba... Había sido una emboscada, buscaban separarnos y lo habían conseguido, TN_______ se había quedado desprotegida ante su ataque. Alice trataba de buscarla, pero la situación y la presión no le permitían concentrarse en ella. Jasper no sabía cómo debía actuar frente a todo esto y se aferraba a la mano de su compañera. Esme estaba devastada y yo en shock.

Alice puso su mano en mi espalda buscando ofrecerme algo de consuelo. Me giré hacia ella y sentí el olor de TN________, mis ojos se movieron rápidamente por toda la estancia hasta encontrar un par de manchas de sangre, eran de ella. Estaba herida, por la cantidad de sangre se podía ver que no era grave y eso me aliviaba, pero no podía evitar pensar en cuanto tiempo más podría seguir viva, o si aún lo estaba.

Pasé las manos por mi pelo desesperadamente.

—Me llevo a Alice, debe tranquilizarse para ver si encuentra algo sobre TN______. — anunció Jasper a la vez que arrastraba a Alice fuera.

—La encontraremos, Edward. — Rosalie se giró y avanzó hacia mí, posó su mano en mi hombro y me miró fijamente. — La encontraremos. — Su gesto serio me dio parte de la seguridad que había perdido esa noche.

"TN_______, ¿dónde estás?".

No sabía cuánto tiempo habíamos pasado en silencio después de saber lo ocurrido, no sabía cuánto tiempo llevaba apoyado en la pared junto a la mancha de sangre de TN________. Esme se había quedado ahí conmigo, temía que saliera corriendo a buscarla sin decirle a nadie. Su rostro afligido me hizo pensar en qué tipo de expresión tendría yo en ese momento.

Sentí el trote de los lobos que se acercaban a la casa. Mi madre y yo nos miramos y bajamos a la primera planta. No había salido al exterior y los gritos ya se escuchaban resonar en todo el lugar.

—¡Cullen! ¡Cullen! ¡Sal de donde quiera que estés! — la voz de Paul se escuchaba fuertemente.

—Paul, tranquilo. Debes mantener la calma. — Sam trataba de tranquilizarle.

—¿Mantener la calma? No debí quedarme en La Reserva. No debí hacerte caso. — le reprochó.

—Soy el líder de la manada e hice lo que vi necesario. Seth y Embry te necesitaban allí por si ocurría algo. — Sam trataba de razonar con él.

—No es culpa de nadie. — añadió Esme mientras cruzábamos la puerta principal.

En cuanto Paul me vio se lanzó en mi dirección agresivamente, Sam y Jacob lo agarraron de ambos brazos para retenerle.

—¡Se la han llevado por tu culpa! Yo estaba cumpliendo órdenes. ¡Pero tú debías estar con ella! Debías estar en la casa con ella. ¡No haciéndote el héroe! — sus ojos inyectados en furia me atravesaban, como si cada palabra que gritaba clavara un puñal en mi cuerpo. — Jodido vampiro. — susurró antes de caer de rodillas sollozando.

Me quedé callado, no podía llevarle la contraria ni defenderme cuando pensaba lo mismo que él. De haber estado con ella, no hubiera ocurrido eso, no se la habrían llevado. Quizá no, o quizá sí. No podríamos saberlo, pero ni siquiera esos pensamientos evitaban el peso de la culpa que sentía.

—Debo ir a buscarla, Sam. Por favor. Déjame ir. — el lobo aún estaba en el suelo, miraba a su líder desde abajo. Las lágrimas caían lentamente por ambos lados de su rostro.

Envidiaba eso, poder demostrar su sufrimiento de esa manera. Inconscientemente toqué mis lagrimales, nada. No saldría nada. Solo podía sentir la furia en mi interior, la frustración creciendo sin control y una tristeza indescriptible. Envidiaba a Paul.

—No, Paul. — dijo firmemente poniendo una mano en su hombro. — No dejaré que vayas sin rumbo y solo.

—Pensaremos en algo. El rastro no desaparecerá en unos días. — añadió Carlisle.

La mano de Esme en mi espalda me sorprendió.

—No te castigues. — trató de sonreír lo mejor que pudo. Ni si quiera ella podía esconder como se sentía.

Sam ayudó a Lahote a levantarse, el cuál no me había vuelto a dirigir ni una mirada. Entonces, Alice apareció agitada seguida de Jasper.

—La he visto, Edward la he visto. Está viva. — dijo sonriendo.

"Está viva, gracias a Dios...".

—¿Dónde está? — pregunté.

—No lo sé, nunca había visto un sitio así, pero no debe estar muy lejos, han pasado sólo un par de horas.