Capítulo 34: Premonición.

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Capítulo 34: Premonición.


[ Narra TN_______ ]

A la mañana siguiente me desperté y vi a Edward apoyado en la ventana. En cuanto me estiré en la cama se giró a mirarme.

—Buenos días. — se acercó hasta mí y me acarició el pelo. — ¿Has dormido bien?

—Sí. — alargué mis brazos agarrándole del cuello de la camisa para hacer que se acercara. — ¿No piensas darme un beso de buenos días? — le miré desconcertada por la mala cara que había puesto. — ¿Me huele el aliento?

—No es eso. — respondió echándose a reír. — Toda la habitación apesta a lobo.

No pude evitar reírme por lo absurdo que me pareció. Eché la cabeza atrás cerrando los ojos, no sabía cuánto tiempo había estado Paul en mi cuarto. Se quedó a hacerme compañía, recordaba que había estado allí, pero no en qué momento me dormí.

Tiré de su camisa nuevamente, Edward puso los ojos en blanco mientras sonreía y cedió. Me dio un par de besos de forma juguetona, desde mis labios al cuello, haciéndome cosquillas.

Después de asearme y vestirme bajamos a la cocina para hacerme algo de desayuno, se sentía extraño sin escuchar a mis padres, el olor a quemado de las tortitas o las cosas por medio. Ver a Edward deambulando por la cocina era reconfortante y hacía que me sintiera menos sola.

Se escuchó como llamaban a la puerta, y antes de poder ir, Edward me había hecho una señal para que me quedara ahí y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Minutos más tarde volvió acompañado de Alice, que se lanzó a abrazarme nada más verme.

—Menudas ojeras tienes. — soltó palpándome la cara.

—Supongo que será efecto secundario de que alguien quiera matarme. — respondí mirando al techo.

—Puede ser. — trataba de sonreír, pero los nervios se palpaban.

Edward nos miraba desde el otro lado de la cocina, parecía molesto.

—¿Habéis dormido bien? — gritó Emmett desde la escalera. — He entrado por la ventana, era más rápido. Por cierto, TN_______, menudo tufo a lobo que tienes en la habitación.

—Lo poco que he dormido ha sido sola, para tu información.

—Cualquiera lo diría con ese olor...— se notaba a leguas que trataba de molestar a Edward. Alice le fulminó con la mirada, consiguiendo que él solo se riera.

Emmett caminó hasta Edward y miró por encima de su hombro a través de la ventana. Giró sobre sí mismo y se sentó en la encimera.

—Ya veo. — dijo casi en un susurro dándole unas palmaditas en el hombro a su hermano.

Emití un sonido para llamar su atención y le miré, en busca de respuestas.

—El lobo, piensa demasiado alto. — dijo sin más.

—Está meneando la cola, esperando que TN______ salga. — comentó burlón. Alice en cambio, se reía silenciosamente.

Sin decir nada me encaminé hacia la puerta trasera, necesitaba tomar el aire y no ver como Edward se dejaba molestar. Al salir, no vi a nadie, lo cual me extrañó y preocupó a la vez. Sentí una punzada de dolor en el pecho y me costaba respirar. La ansiedad venció mis piernas y caí de rodillas al suelo. Noté como el frío atravesaba mis huesos mojando mis pantalones con la humedad de la hierba.

—Edward. — fue un sonido ahogado casi inaudible.

Levanté la vista y un lobo gigante corría hacia mí, era Paul. Se recostó a mi lado y me abrazó con su enorme cabeza dándome cobijo. El calor de su cuerpo junto con su respiración fuerte y lenta me calmaron. Verme sola, recordando la cabellera pelirroja perderse entre los árboles...

Sentí como se removía incómodo y miré hacia atrás, Edward nos observaba desde la puerta. Paul se levantó y volvió por donde había llegado. Me dirigí hacia el vampiro, cuando llegué me envolvió en sus brazos.

—¿Estás bien? — preguntó.

—Estoy mejor. — me apoyé en su pecho mirando al suelo. — Pensaba que lo llevaría mejor...

—Es normal que estés así. Hace nada la gente como yo no existía en tumundo. Tampoco los licántropos...  — me abrazó fuertemente. — Por cierto...

—¿Qué?

—Hueles a lobo, mucho. — al escucharle, se separé un poco y le golpeé el pecho jugando. Edward se echó a reír y me soltó cuando aparecieron Alice y Emmett, que me miraban preocupados.

—¡TN________! — el grito venía de atrás. Paul me hacía señales con la mano mientras salía de detrás de unos arbustos, solo con unos vaqueros rasgados.

—Ahora vengo. — dije antes de ir donde Paul.

—Lo siento. — dijo nada más llegar a donde se encontraba. — Siento que te hayas preocupado al no ver a nadie fuera como por la noche. De noche es sencillo estar cerca de la casa, pero de día podría vernos algún vecino, y los hombres lobo no son una especie muy común por aquí.

—No te preocupes.

De repente, Paul comienza a reírse a carcajadas.

—¿Qué pasa?

—Tu novio, el estirado. Se hace el tonto y se queda allí, sabiendo lo que pienso cuando te tengo cerca. — contesta divertido. — Parece un poco alterado.

—¡Paul! Te va a escuchar. Yo me lo puedo tomar a broma, pero a él no le va a sentar bien.

—¿Y? No me importa, TN_______. Ya sabes lo que siento, y, aunque prefieras tomarlo a broma, cuando no lo es, no voy a cortarme solo porque a él le siente mal. Al fin y al cabo, estás con él, y no estoy haciendo nada malo. — dijo encogiéndose de hombros. — Además, si fuera yo, no estaría tan tranquilo como él. No sé cómo puede mantenerse al margen, yo ya habría venido y te hubiera sacado a hombros.

—No entiendo por qué.

—Él se mete en la cabeza de la gente ¿no? Tiene que saber lo que se me pasa por la cabeza cuando estoy contigo. — me guiñó un ojo mientras lo decía.

—No quiero saber nada de eso. — solté antes de que pudiera seguir hablando.



[ Narra Edward ]

Lahote me molestaba adrede, parecía que trataba de enfadarme para averiguar dónde estaba mi límite. Quería ir hasta allí, pero no conseguiría demostrar nada.

—Yo iría y le partiría la cara. — soltó Emmett mirándome.

—No le des ideas. — añadió Alice sonriendo.

Me limité a no contestar.

—Esme debería estar al llegar, nos dijo antes de venir que iba a traerle a TN________ algo de comida del super. — dijo mi hermano.

En ese instante Alice entró en trance, ninguno nos lo esperábamos, y menos lo que comencé a ver en su mente.

—Pues dile que no se moleste, vamos nosotros, ya. — le dije. Tomé mi móvil y se lo di después de marcar el número.

Entonces la visión borrosa en la mente de Alice, se hizo más clara, Victoria iba a atacarnos esa misma noche, y no venía sola.

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora