Capítulo 8: Mandíbula de Dios.

8.6K 517 23
                                    

Capítulo 8: Mandíbula de Dios.

[Narra Edward ]

Es divertido escuchar los pensamientos de esta chica.
No pienso ser cercano a ella, hago daño a todas las personas que se preocupan por mí, y ya soy bastante autodestructivo. Al fin y al cabo es humana, en cualquier momento desaparecería de mi vida y no necesito más despedidas.

Pero, aún así, escuchar su interés y curiosidad es realmente entretenido. Su forma de ver lo que la rodea es tan...no podría describirlo con palabras. Cambiando tanto de objetivo, primero la sala, luego a los sofás, dónde está Alice, después yo, Rosalie, la decoración, el piano, yo otra vez, la limonada...¿La limonada? ¿En serio el nivel del líquido?
Po un momento, una pequeña pizca de pánico me inundó y cortó mis movimientos. Definitivamente se fijaba en los detalles, demasiado. Quizá no estaría demás vigilarla un poco más de cerca.

Noté como su olor desaparecía del salón y la observé de reojo a través de la ventana, cómo pintaba en su libreta mirando de un lado a otro. Hasta que se levantó y se acercó a la ventana.
"Espera... ¿está dibujándome?", pensé sorprendido.

"No soy muy interesante pero ya que lo hace se lo pondré fácil.", me dije.

Ralenticé mis movimientos y aguanté la postura más tiempo. Hasta que escuché como pensaba en buscar algo más que pintar antes de que mirara la ventana y me diera cuenta.
Tarde. Aunque ella no lo sabía yo ya estaba saliendo de la casa y acercándome sigilosamente.

[Narra TN____________ ]

Decidí dar una vuelta en busca de algo que me inspirará para dibujar, además de cierto chico solitario que fingía no sonreír. Cuando fui a incorporarme mi cabeza chocó con algo sobre mí y al mirar arriba, ahí estaba. Otra vez. Edward.

Le miré con sorpresa y cerré el cuaderno rápidamente.

-No lo escondas, ya lo he visto. Justo estaba mirando eso, antes de que trataras de partirme la mandíbula. -soltó.

-No...Yo no...Espera, es tu culpa. Eres demasiado sigiloso. ¿Cuándo has llegado? Además, si has visto que estaba concentrada, deberías haberte hecho notar, así no me habría asustado y no habríamos chocado. - le espeté. - Además, la que casi se rompe la cabeza soy yo, ¿tienes la mandíbula de piedra?

-Puede ser. Lo siento. - hizo una pausa y me analizó con la mirada. - Por cierto, gracias.

-¿Porqué?

-Por dibujarme más guapo de lo que soy. -hizo otra pausa esperando que le contestara, pero la verdad no sabía que decir.

- ¿Qué?

-Vuelvo dentro. Nos vemos en clase. - se despidió.-  Adiós TN__________. - dijo dedicándome una última mirada.

Me quedé viendo cómo se iba hasta que desapareció tras la puerta principal. Al ir al interior él ya no estaba.

------------------------

El domingo se había hecho eterno. Estaba nerviosa de pensar en lo que había dicho Edward. Posiblemente le vería el lunes en clase, y sería la primera vez.
Además, Alice se acercó a verme y vimos una peli, mientras que me ponía al tanto de cosas que según ella debía saber, cómo moda y cuidados faciales. Después de eso saque el tema de su hermano y ella debió notar mi interés porque se rio y me dijo que me contaría todo lo que necesitaba saber.
Me contó que tenían una buena relación y que eso no había cambiado, pero que el último año había sido difícil porque Edward estuvo en una relación que se acabó y lo había pasado muy mal. Ella notaba como él seguía luchando con el dolor, era su primer amor, y por lo poco que sabía, la única persona que sufrió fue él. Ya que ella rehi
Ízo su vida y a las pocas semanas ya estaba en una relación con otra persona e incluso había cambiado al instituto de una zona a la que llamaban "La Reserva". La verdad que me sentí muy mal por él, no podía imaginar cómo se sentiría ya que yo no había tenido ninguna relación ni me había enamorado.  Además sentí un poco de rabia cuando supe lo de su anterior novia y como había sufrido, quizá fueran celos, pero no quise centrarme en eso.  Ni en el alivio que sentí en el pecho cuando supe que estaba soltero.

----------------------------

Ya el lunes, Alice me recogió algo más tarde. Condujo tan rápido por el miedo a llegar tarde que al aparcar tenía náuseas.
Vi llegar el otro coche de los Cullen, y bajaron todos los demás, todos menos Edward.
La decepción se hizo me inundó y a juzgar por la cara de Alice, estaba siendo bastante obvia.
A la hora del almuerzo seguí sin aparecer y yo ya había perdido la esperanza totalmente.

Estaba sentada en clase, con el asiento a mi lado vacío pensado que habría vuelto a pasar para que no viniera después de haberme dicho aquello.
Sonó el timbre y en ese momento sentí una mano tocar mi hombro.

-¿Está vacío? - preguntó el chico con sorna.

- Literalmente sí. Me alegra que hayas decidido venir, Edward. -contesté con el tono de voz más neutral que pude, no quería que notara la ilusión que me había hecho en realidad.

-Seguro que estás más contenta de lo que pareces de que haya venido a hacerte la clase más amena. -dijo mirando al otro lado con una especia de sonrisa.

-Puedes sonreír, de momento no está prohibido así que aprovecha y deja de esconderte. Eres demasiado obvio, tratando de esconderlo, intentando parecer serio e impasible en todo momento.

Vi como la mirada de él se oscurecía y su expresión se endurecía, me miró con los ojos vacíos de cualquier sentimiento y me di cuenta que había hablado demasiado.

-También podrías meterte en tus propios asuntos. - contestó mientras se levantaba y se iba, dejándome desconcertada y con cierto sentimiento de culpabilidad.

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora