Capítulo 43: Despertar (Parte 2).

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Capítulo 43: Despertar (Parte 2).





[Narra TN________]

"¿Qué es ese olor?"

No pude evitar mirar hacia todos lados buscando el origen de ese hedor tan desagradable.

—¿Qué ocurre? —ignoré sus palabras escudriñando la habitación. —¿Necesitas algo?

Mi nuevo sentido del olfato tan desarrollado como abrumador me decía que no estaba entre esas cuatro paredes. Caminé lo más lento que pude, tratando de habituarme a mis recientes habilidades cuando lo vi, y entonces lo supuse.

"¿Qué?"

—¿Paul? — cuando me vio corrió a abrazarme. Contacto que duró poco, tras ver sus ojos mirar detrás de mí, me soltó.

—Mírate, estás bien. — dijo sin soltar una de mis manos.

—Sí. — giré sobre mi misma. — Estoy perfectamente bien. Pero...tú... ¿por qué hueles tan mal?

Escuché risas a mi espalda y el gesto del lobo que en principio parecía molesto, se tornó suave y se sumó a las carcajadas.

—Cosas de lobos y vampiros. Recuerda. Enemigos naturales. — soltó dándome un golpecito en el hombro.

Edward se unió a nosotros tomándome de la cintura a la vez que Paul ponía los ojos en blanco. Era divertido observarlos, sobre todo ver que se llevaban mejor y el ambiente entre ellos era relajado. Eso me dejaba respirar.

Respirar...

Ya no podía respirar, o, mejor dicho, no lo necesitaba. Subí mi mano hasta mi cara para notar como no salía aire de mí. En un intento noté un tremendo ardor en mi garganta, tan punzante que me hizo doblarme hacia delante.

—Justo estaba pensando cuanto tiempo tardaría en percatarse de la sed. — dijo Jasper.

—La emoción del despertar la tenía tan distraída que no ha sido consciente ni de sí misma. — añadió Carlisle. Escuché la suela de sus zapatos chocar contra el suelo, acercándose. Sentir absolutamente todo sería algo a lo que me costaría acostumbrarme. —Necesitas beber. Vamos abajo, tenemos reservas de sangre para emergencias.

Por suerte, ya abajo, me dieron cierta privacidad, sólo Edward y Carlisle estaban conmigo. Ellos me observaban mientras yo sostenía la bolsa de sangre en mis manos mirándola con recelo.

"Parece muy espesa."

—Lo es, pero no pasa nada. — pruébala.

Carlisle asintió animándome a llevarme la pajita a los labios. El líquido rojo subió rápidamente por el tubo de plástico inundándome la boca mientras yo cerraba los ojos con fuerza. Aunque para mi sorpresa, ni olía como en mis recuerdos de humana ni sabía a hierro oxidado. Sorbí sin pensar y en segundos ya había engullido una bolsa de medio litro sin pestañear. Mi cuerpo pedía más.

—No sabe mal, ¿verdad? — Edward estaba sonriendo, seguramente divertido por mis expresiones. — Pero no te acostumbres, esto es solo para calmar tu sed. Somos vegetarianos, ya lo sabes. Te enseñaremos a cazar y poco a poco te acostumbrarás.

Asentí. Carlisle me tendió otra, y pude ver cómo tenías muchas más preparadas en la mesa para mitigar mi necesidad de sangre.

[Narra Edward]

Ver como TN________ jugaba a pelearse con Emmett era lo más divertido que había presenciado en décadas. Jasper hacía de árbitro, uno muy objetivo.

Por suerte, los padres de TN_______, no habían tenido tiempo de venir a por ella, gracias a una sugerencia de Carlisle se habían tomado unos días de "luna de miel", para recordar lo que es estar solos y eso nos había concedido una semana más. En ese tiempo le habíamos enseñado a cazar y aunque no era muy hábil en eso, se defendía, poco a poco sus ojos estaban volviéndose cada vez más dorados y eso era buena señal. Aunque no hubiera salido de la casa, ni hubiera tenido contacto con los humanos no se quejaba del sabor de la sangre de los animales ni había pedido sangre humana desde su transformación.

—Vas a perder. — TN______ dio un par de saltos de emoción.

—Emmett, deberías dejarlo ya. Te está pegando una paliza. — Jasper les miraba divertido.

—Es imposible, Alice nos está engañando. Tengo más fuerza que TN_______. — miraba hacia los árboles buscando una explicación. — Una vez más.

—No tienes nada de orgullo. — susurró Rosalie entrando en la casa para dejar de ver la competición de lanzamiento de rocas.

TN_________ lanzó primero. Y justo después Emmett. Me coloqué junto a Jasper cuando llegó Alice para anunciar los resultados.

—Emmett, siento decirlo, pero no llegas ni a la mitad de distancia a la que alcanza ella. — la miró y alzó su brazo. Ambas festejaron frente a Emmett, el cual se dio por vencido y se giró para irse.

—No entiendo por qué no puedo lanzar con fuerza. — musitó cruzando la puerta de entrada.

Era extraño, ya que la naturaleza competitiva de mi hermano no dejaría ganar a nadie, ni siquiera siendo TN_______ su competencia. Ni frente a Rosalie.

—¿Estás lista para lo de esta noche? — la voz de Esme me sacó de mis pensamientos.

—No, la verdad, pero no puedo hacer otra cosa. — respondió TN______ con sinceridad.

—No te preocupes, yo estaré contigo en todo momento y me quedaré toda la noche junto a ti. Alice y Jasper también estarán fuera de la casa por si acaso. Al menos las primeras noches. — dije caminando hacia ella.

—Seguro que lo haces bien. — mi hermana la miraba sonriente. — Te estás adaptando muy rápido.

—Estás bien alimentada, por lo que no tendrás sed. Solo deberás contenerte ante el olor que desprende la sangre humana fresca. — Alice le propinó un codazo a Jasper entre risas.

—No te preocupes, entiendo lo que quiere decir. — TN_____ no paraba de mover las manos.



[Narra TN________]

Las lentillas molestaban mucho más de que podría haber imaginado, según Alice solo debía acostumbrarme, pero me había costado mucho poder colocarlas y seguía sin estar cómoda.

Saqué el llavero de mi bolsillo y miré a Edward una última vez antes de meter la llave en la cerradura. El olor a sangre, caliente, palpitante, inundó mis fosas nasales. El sonido de los corazones bombeando me atraía mucho más de lo que querría admitir en voz alta. Mi garganta comenzó a exigirme que la complaciera.

Retrocedí y agarré a Edward tirando de él hacia la puerta.

"No puedo. Es una tortura."

—Sí que puedes, solo debes concentrarte. — Apretó mi mano con fuerza y me alentó a seguir caminando.

—Gracias. — susurré encaminándome a la cocina.

Que Edward pudiera leerme la mente podía resultar de ayuda en muchas ocasiones, ya que no necesitaba decir nada en voz alta. Pero también significaba que no podía ocultarle nada, ni siquiera aquello de lo que sí que me avergonzaba, y mucho.

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora