Termino de maquillarme y ya estoy lista para salir de fiesta con mis amigas esta noche para celebrar mi cumple. Llevo un traje de color amarillo con un top corto ajustado y unas sandalias de tacón.
Doy unos cuantos toques en la puerta de la habitación de Flavio para despedirme de él.
— ¡Fla, me voy ya! — y no me hace ni puto caso. Seguro que estará jugando a alguno de sus videojuegos — ¡Fla! — le vuelvo a llamar.
Al de unos minutos, por fin abre la puerta.
— ¿Qué? — le pregunto sintiéndome nerviosa al notar cómo su mirada me repasa de arriba a abajo.
— Wow, estás preciosa Eva — me sonrojo un poco.
— Gracias — me sonríe.
— ¿Van a venir a buscarte las chicas?
— Sí, ahora pasa Sam a recogernos a todas en coche — asiente, pero me mira algo confundido.
— ¿En coche?
— Sí, ¿qué pasa?
— Pues que os vais de fiesta y conociendo a tus amigas, especialmente a Samantha — pronuncia su nombre con cierto desprecio — no deberíais coger el coche — ruedo los ojos.
— Fla, no seas pesado eh. Sam es una chica responsable — se ríe con sarcasmo.
— No me fío nada de ella. ¿Recuerdas aquel día en el que casi choca contra otro coche trayéndonos hasta casa? — vuelvo a rodar mis ojos.
— Eso fue porque se había sacado el carnet hace poco, pero ahora sabe conducir perfectamente. Además, ¿por qué siempre tienes que estar criticando a mi mejor amiga? No te ha hecho nada — evita mi mirada y se encoge de hombros.
— Me cae mal y punto — y justo suena mi móvil avisándome de que ya me están esperando abajo.
— Me voy ya, deja de preocuparte tanto anda — le digo bromeando dándole un pequeño golpe en el hombro y rueda sus ojos.
— Vuelve pronto a casa y no bebas mucho, ¿vale? Que aunque sea tu cumple no debes pasarte - me río.
— Lo sé, tranquilo. Ya os avisaré cuando llegue a casa — asiente con una sonrisa.
Nos abrazamos y le doy un beso en la mejilla antes de salir por la puerta de casa. Bajo hasta el portal donde me esperan Sam, Nía, Anaju y Maialen.