Estoy tumbada en el sofá encima de Hugo descansando después de un día bastante intenso. Además, el que me haya bajado la regla no ayuda.
— Sales guapísima en todas Eva — ruedo los ojos.
— Así no me ayudas a decidirme idiota — se ríe.
— A ver, déjame verlas mejor — y le paso mi móvil para que vuelva a mirar las fotos que me ha sacado Anne esta mañana en la pequeña excursión que hemos hecho con la uni a un teatro de la ciudad. Quiero subir alguna a mi Insta, pero no me decido — menos esta, cualquiera — dice enseñándome la foto en la que salgo con Dani a mi lado.
— ¿Por qué no? Si salimos muy guapos juntos — digo sonriendo picándole un poco y rueda sus ojos.
— No me vaciles eh — me río.
— Solo es mi amigo Hugo, no te pongas celoso
— Para ti, pero no sé si él tiene eso muy claro. Además, a ti te gustaba antes de que llegara yo...
— Pues eso, me gustaba, ahora ya no — sonríe.
— Que lo sé enana — sonrío y nos damos un beso.
— Oye, nosotros tenemos muy pocas fotos juntos. Vamos a sacarnos alguna anda — se ríe.
Nos sacamos unas cuántas fotos, en la mayoría de ellas salimos haciendo el tonto y nos reímos.
— Pásamelas que voy a subir yo alguna — niego.
— ¿Sabes que tienes un montón de seguidores, no?
— Sí, ¿y? — me pregunta confundido.
— Pues que me va a ver todo el mundo haciendo el gilipollas Hugo — digo cómo si fuera obvio y se ríe.
— Créeme que eso no es lo que van a pensar de ti cuando te vean Eva, sino que eres la niña más bonita del mundo mundial — me dice con una sonrisa dándome un beso sonoro en la mejilla.
¿Que si me acabo de morir de amor? Pues sí.
Sonrío cómo una tonta enamorada y nos besamos.
— Te quiero bebé — me sonríe acariciando mi cara.
— Y yo a ti — y nos volvemos a besar.
— Te las voy a pasar, pero no subas ninguna porfa
— Valee, no subiré ninguna. Pero no quiero que pienses esas cosas sobre ti, ¿vale? — asiento hundiendo mi cara en su cuello y me abraza más fuerte. Lo intentaré aunque no va a ser nada fácil olvidarme de todas esas inseguridades que tengo.
Dejamos nuestros móviles a un lado para quedarnos acurrucados en el sofá escuchando solo nuestras respiraciones relajadas. Llevamos poco más de una semana cómo novios y desde entonces, no nos despegamos el uno del otro. Y trabajamos juntos por lo que es aún más difícil separarnos.
— ¿Quieres que vayamos a la cama mejor? Que estoy viendo que te vas a quedar dormida dentro de nada — dice mientras acaricia mi pelo y me río.
— Pues sí la verdad... — se ríe — ¿me llevas?
— Sí — nos sonreímos y se levanta conmigo encima. Hacemos una parada rápida en el baño para lavarnos los dientes y demás, y me lleva hasta su habitación. Me cambio poniéndome una de sus sudaderas y nos tumbamos abrazados en la cama.
— Buenas noches Hu — susurro medio dormida.
— Buenas noches preciosa, te quiero — deja un pequeño beso sobre mi cabeza y no tardo en quedarme completamente dormida en sus brazos.